Evaluación y manejo pediátrico. Jorge Luis Garcia
permita que el acudiente lo limpie antes de que usted lo examine, pues, de lo contrario, el niño se sentirá incómodo. Una vez que se haya realizado lo anterior, examine el área que cubre el pañal y las caderas.
• Para palpar el abdomen del niño sin que haya resistencia, pídale que respire mientras usted lo ausculta en el tórax; así distraerá su atención y obtendrá un examen más fidedigno del abdomen. Palpe siempre primero la parte que no le duele, y establezca un juego, por ejemplo, dígale que le va a buscar una lombriz.
• Si quiere evaluar el estado visual del niño, use fuentes luminosas para el seguimiento, ofrézcale objetos, póngalo a trazar letras o una línea recta con tiza en un área del piso; o si el niño colabora, utilice las tablas de agudeza visual.
• Para detectar si el niño tiene problemas auditivos, indíquele órdenes sencillas o pídale a la madre que lo haga por usted, y observe si el paciente las cumple. Genere estímulos sonoros, por ejemplo, con las llaves.
¿Cómo hacer la fórmula?
Incluya la siguiente información en la fórmula:
• Encabezamiento con el nombre completo del médico, universidad(es) en donde realizó los estudios y especialidades certificadas.
• Fecha.
• Nombre del paciente.
• Peso y talla.
• Diagnóstico.
• En cuanto al medicamento, consigne el nombre genérico, el nombre comercial, la concentración, la presentación y la cantidad requerida para un tratamiento completo.
• Con respecto a la posología, explíquela de manera fácil y precisa. Anote el número total de días de duración del tratamiento y prescriba las horas de administración de medicamentos según las actividades del niño y la familia.
• Use la fórmula para explicaciones adicionales que considere pertinentes, y no solo para prescribir medicamentos.
• Finalmente, escriba la fecha de la próxima cita.
• En el pie de página de la fórmula, se puede incluir la dirección y el teléfono del consultorio y otras vías de comunicación, por ejemplo, Instagram, Twitter, Facebook, páginas web.
La receta debe ser racional, idealmente con productos originales y de investigación. En los casos en que se tenga que ceñir a un vademécum, exija que se incluyan productos de alta calidad. Si usted considera que los genéricos incluidos no son de comprobada eficacia, hágaselo saber a su paciente y recomiéndele el uso del medicamento de su confianza. Facilítele a su paciente los trámites exigidos por sus compañías aseguradoras de salud y por el Gobierno nacional, diligenciando documentos como la prescripción en el formato Mipres, anexando justificaciones requeridas para que les entreguen medicaciones o dispositivos necesarios para su manejo y reportando las fichas de notificación obligatoria de varias enfermedades.
Estrategias para la formulación de medicamentos
• Asegúrese siempre de que la familia y el paciente entendieron certeramente sus prescripciones.
• Recuerde a los cuidadores que cuando vayan a la farmacia verifiquen que el medicamento que les entregan allí corresponde al medicamento formulado, tanto en su nombre como en su presentación.
• Asigne tareas al niño con respecto a su formulación. Muchos lo ven como un compromiso y así se logra una mejor adherencia al tratamiento.
• Si el niño no recibe la medicación con cucharita medidora o con copa, adminístresela con una jeringa vertiendo el medicamento en la región lateral de la boca.
• Si el medicamento tiene mal sabor, puede disimularlo con un endulzante o con hielo raspado. Esta recomendación implica reconocer previamente el sabor de los fármacos que se formulan a los niños.
• Si no es incompatible, mezcle el medicamento con una onza de la bebida preferida del niño. De igual manera, hay que conocer cuáles medicamentos se pueden tomar justo enseguida del consumo de los alimentos o tras un lapso amplio de la ingesta de las comidas. Asimismo, hay que saber cuáles medicamentos son antagónicos cuando se administran concomitantemente.
• Implemente el juego de la carita feliz: se le dice al niño que por cada día de tratamiento que reciba sin inconvenientes, recibirá una carita feliz; de lo contrario, recibirá una carita triste. Se le explica que entre más caritas felices acumule más rápido mejorará. Incluso se le puede ofrecer un pequeño premio si logra culminar su medicación satisfactoriamente, con un acumulado de caritas felices previamente acordado.
• Hay tratamientos que se deben suministrar durante largo tiempo. Cuando el paciente logre adherirse a ellos, podrá mantenerse sano o controlado, y la calidad de vida para él y su familia será satisfactoria. Hay muchas estrategias para lograr apego a los manejos; se sugiere individualizar su uso, según la condición del paciente, de su familia y del entorno socioeconómico.
Recomendaciones para el cumplimiento de las citas y controles
• Explíqueles a los acudientes la importancia que tiene para el médico conocer la evolución del niño.
• Acláreles que el siguiente control no tiene costo adicional. Sin embargo, cada médico acordará con la familia o con su seguro las condiciones de las citas siguientes.
• Coménteles que durante el seguimiento se podrán definir nuevos exámenes o procedimientos en procura del bienestar del niño. En primera instancia se atiende la urgencia o motivo de consulta principal y en próximas citas se evaluarán otros aspectos adicionales.
• Invierta tiempo suficiente para explicar las condiciones de salud del niño y los pasos que se deben seguir para que se mantenga sano.
• En los casos que considere pertinentes, llame a sus pacientes a la casa para preguntar sobre su evolución y recordarles el control.
Manejo de eventualidades
• Si el niño presenta vómito durante la consulta, maneje la causa del vómito del niño, y emplee un ambientador o una solución con bicarbonato o café para enmascarar el mal olor.
• Si un niño presenta fiebre, adminístrele un antipirético y recomiéndele medios físicos para disminuirla que puedan ser utilizados en casa.
• Atienda con prioridad al niño que esté en condiciones graves en la sala de espera, y explíqueles esta decisión a las demás personas que tienen un turno anterior.
Recomendaciones varias
• Procure no ser usted el que vacuna al niño, así evitará que este lo vea como su “enemigo”. Tenga personal dedicado a esta función; también puede remitir a sus pacientes a un centro de confianza especializado en el asunto.
• Agradézcales a sus colegas por aceptar la remisión. Coménteles o envíeles por escrito su concepto sobre el paciente en cuestión. Ellos estarán interesados en conocer su opinión.
• Si hace una interconsulta o remisión, sea preciso en la explicación del motivo de esta. Resuma los diagnósticos, los tratamientos recibidos y los exámenes paraclínicos obtenidos. Su colega le prestará más interés a su remisión, y los padres le agradecerán su preocupación por la salud del niño.
• Una interconsulta oportuna le generará más fidelidad y confianza a los padres, así como más tranquilidad personal. Además, usted tendrá la posibilidad de compartir experiencias con sus colegas.
• Cuando los padres le consulten sobre una segunda opinión, maneje con discreción y prudencia los comentarios que tenga con respecto al criterio de su colega. Simplemente actúe según su experticia y con ética.
• Evite que el computador o el registro manual de la historia clínica lo distraiga del contacto con el niño o con los acudientes.
• Sea muy meticuloso con su historia clínica y consigne las citas y los controles, incluso las recomendaciones