Boicot. Ariela Katz Gugenheim

Boicot - Ariela Katz Gugenheim


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gobierno de Franco, las acciones deben encaminarse a facilitar la deseada e inevitable transición política, más que a provocar una crisis de inestabilidad que le daría la ventaja a los extremistas.149

      Moya Palencia leyó el mensaje con atención, lo agradeció y lo calificó como “un punto de vista interesante”.150

      Sin embargo, el texto de Kissinger no convenció a Echeverría, quien no cambió de parecer. En su discurso frente a la Asamblea General, el presidente de México repitió la solicitud que ya había presentado ante el Consejo de Seguridad el 28 de septiembre “en la convicción de que tanto técnica como políticamente, nos asiste la razón”.151

      La reacción general entre las delegaciones latinoamericanas frente a los intentos de Echeverría fue negativa. Consideraban que el presidente había hecho un gran daño, probablemente fatal, a su candidatura como secretario general. El representante de Perú dijo que el presidente mexicano se había hecho “Harakiri”; el de Paraguay afirmó que la conducta de Echeverría había avergonzado a América Latina, y la delegación salvadoreña se refirió a Echeverría como “el ex candidato a secretario general”.152

      Tampoco en el ámbito nacional su conducta fue bien recibida. A pesar de que hay quien afirma que sus acciones tenían el propósito de agradar a la opinión pública interna,153 y es cierto que contó con el apoyo automático del congreso, el pri, los republicanos españoles asentados en México y la mayor parte de la prensa, parece ser que Echeverría no tomó en cuenta ni el contraataque español ni su vulnerabilidad personal a raíz de los sucesos de Tlatelolco en 1968.

      Además, miles de mexicanos se vieron seriamente afectados por el cese de lazos de comunicación y transporte con España. Aunque en México hubo una manifestación para apoyar la iniciativa de Echeverría y demostrarse contra Franco, Jova oyó rumores fidedignos de que entre las consignas antifranquistas los manifestantes intercalaban expresiones contra Echeverría. Por último, aquellos familiarizados con lo que se decía de la “justicia” gubernamental en su propia lucha contra la subversión, consideraban los gestos de Echeverría “cínicos e hipócritas”.154

      Para colmo, justo cuando Echeverría regresó a México de su participación en la Asamblea General de la onu, en la cárcel de Lecumberri se aplicó la “ley fuga” a un hombre acusado de “terrorismo”. La muerte de esa persona estuvo rodeada de circunstancias sospechosas y no faltó un periodista valiente que señaló el paralelo con la ejecución de los cinco españoles que tanto había alterado a Echeverría.155

      Al día siguiente de este episodio, Echeverría inauguró los Juegos Panamericanos. El embajador Jova fue invitado a la apertura, y en su comunicado a la Secretaría de Estado escribió que cuando el presentador mencionó al presidente Echeverría: “La multitud irrumpió en silbidos burlones y ruidosos, que no se mezclaron con ningún aplauso”. Más tarde, el expresidente Miguel Alemán le contó a Jova que, a solicitud del gobierno, había cortado ese incidente de las noticias, para que no se transmitiese por televisión.156

      En efecto, en contraste con el discurso empleado por Echeverría en los foros internacionales, donde se defendía al pluralismo y a los marginados, en México la esperada apertura democrática no se estaba dando: Se afianzó el centralismo, se agudizó más el autoritarismo presidencial, no se toleró la diferencia (incluso se trató de imponer una cultura y una moda oficial), se reprimió a la izquierda y se enfrentó a la burguesía.157

      Los fracasos y las debilidades en la política interna reforzaron aún más la importancia de la política exterior, que se convirtió en el centro de atención del presidente. Echeverría enfocó hacia ella su abundante energía.

      La oficina de la OLP en México

      Una de las consecuencias tangibles de la gira a Medio Oriente fue la apertura de una oficina de representación de la olp en México. Como hemos visto, Echeverría buscaba apoyo para ocupar un puesto en un organismo internacional al dejar la presidencia, y es probable que ese fue el motivo que le impulsó a acercarse a la olp. Sin embargo, el acuerdo para establecer una oficina de representación de la olp en México no contribuyó a su objetivo, y para entender por qué, es importante explicar lo que significaba esta moción en 1975.

      La Organización para la Liberación de Palestina se creó en 1964 con el propósito de conformar un Estado árabe independiente en el territorio conocido antes de 1947 como Palestina bajo mandato británico. Como organización guerrillera armada, la olp fue responsable de actos terroristas contra civiles en Israel y objetivos judíos en general, dentro y fuera de Israel. Dos de los ataques principales tuvieron lugar en 1972: uno fue la matanza en el aeropuerto de Lod, en la que terroristas japoneses reclutados por los palestinos llevaron a cabo un tiroteo que mató a veintiséis civiles e hirió a ochenta; el segundo ocurrió ese mismo año en las Olimpiadas de Múnich, cuando un subgrupo de la olp, llamado Septiembre Negro, secuestró y asesinó a once atletas israelíes.

      A pesar de que eventualmente tanto la olp como Arafat fueron reconocidos hasta por Estados Unidos e Israel, cuando Echeverría se entrevistó con Arafat y también cuando abrió la oficina de la olp en México, no era “políticamente correcto” hacerlo.158 De hecho, la olp no renunció oficialmente al terror como arma sino hasta 1993, y en 1975, Arafat era considerado persona non grata en Estados Unidos. Incluso el delegado palestino, Faruk Khadoumi, calificó la apertura de la oficina en México como un “gesto audaz del presidente Echeverría”.159

      La primera vez que Echeverría habló del tema fue en su gira a Medio Oriente, descrita unas páginas atrás. Durante su encuentro con Arafat en Egipto, y también en la entrevista que sostuvo con el rey Jaled en Arabia Saudita, el presidente mexicano firmó un convenio según el cual abriría un centro de la olp en México. Unos meses después de la gira, en un reporte oficial con fecha del 6 de septiembre de 1975, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que había sido emitida la autorización para la apertura de una oficina de la olp en México.160

      Cuando se publicó la notificación oficial al respecto, la comunidad judía se alarmó y se preguntó cuál sería la implicación de un acto como éste realizado por parte del gobierno mexicano. Temían que la oficina de la olp comenzara una campaña antiisraelí y antisionista y suponían que trataría de ganar adeptos y simpatías en los medios de comunicación, en la opinión pública y especialmente entre la juventud universitaria “que simpatiza con la izquierda”.161

      A los dirigentes comunitarios les pareció que esta acción contenía un peligro nacional importante y que, además, podría alejar al turismo estadounidense de México. El Comité Central Israelita redactó un documento en el que “respetuosamente” se señalara al gobierno los riesgos de este acercamiento con la olp. Sin embargo, nunca se consiguió la cita en la cual se planeaba entregar el escrito.162

      Eventualmente, el Comité Central Israelita llegó a la conclusión de que el gobierno mexicano sólo buscaba demostrar con este acto su posición neutral como país tercermundista, independiente de los bloques políticos.163 Aun así, el tema no dejó de ser motivo de inquietud.

      La promesa de la representación de la olp trastornó y preocupó también fuera del país, pues se percibió como una agresión a Israel y a Estados Unidos. La decisión perturbó a muchos judíos y las organizaciones judías estadounidenses en general se sintieron agraviadas.164

      En una carta fechada el 25 de septiembre, un ciudadano de aquel país escribió a Echeverría que estaba cancelando sus planes de visitar México en vista de la inminente apertura de la oficina de la olp.165 Éste parece ser el primer documento que da indicios del boicot generalizado emanado de las bases de la comunidad judía estadounidense que se avecinaba. Pero no sería el último.

      Otra de las muchas cartas que llegaron cuando el boicot turístico ya estaba en marcha ligó en una sola política “antisemita y antiamericana” el voto a favor de la resolución antisionista posterior y la decisión previa de abrir un espacio para la olp en México.166


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