Observando observadores. Rodrigo Flores
desarrolló una teoría del discurso, que utilizó para problematizar instituciones como hospitales, manicomios, prisiones y escuelas. Su análisis no se centra únicamente en el aparato coercitivo y en su funcionamiento, sino en los discursos; es decir, en el lenguaje de las disciplinas que definen qué es un ser humano (Foucault, 1966). Se trata de los lenguajes de la burocracia, de la administración, de la medicina o del psicoanálisis —en definitiva, los lenguajes del poder—, al excluir al individuo de la sociedad y de determinar las condiciones de su admisión en ella. Su estrategia es describir en detalle cómo surgen las afirmaciones de verdad, qué fue lo que de hecho se dijo y escribió, y cómo esto encaja en la formación de los discursos. Quiere evitar toda interpretación y alejarse de los objetivos de la hermenéutica.
Entendemos que los enfoques de observación estructuralista y posestructuralistas no se agotan en los autores indicados. Sin embargo, no es nuestro objetivo en este libro realizar un tratamiento detallado y minucioso de ellos, sino más bien indicar su interconexión con la metodología cualitativa, relevando sus aportes específicos. De esta manera, es posible construir un cuadro que resuma los postulados establecidos por las propuestas de este enfoque. Este cuadro sólo pretende establecerse como un referente explicativo de alta densidad.
Ontología | Construida socialmente. La realidad social existe, poniendo en tensión al investigador al dar cuenta de sus estructuras trascendentales. |
Epistemología | Crítica a una concepción dualista sujeto/objeto. Tal dualidad debe ser superada e incorporarse recursos como la historia y su interpretación. |
Metodología | Elaboración de técnicas y procedimientos especializados —anclados en la significación y el símbolo—, y develamiento de estructuras de significación. |
Algunos aportes específicos realizados a la metodología cualitativa desde estas perspectivas pueden ser identificados. Existe una valoración por desarrollar categorías de análisis que sean capaces de realizar adecuadas interpretaciones de lo social. En este sentido, análisis comparados sobre fenómenos sociales como los mitos y parentesco (Lévi-Strauss, 1995), o análisis históricos sobre el poder en distintos contextos (Foucault, 1985), han sido profusamente desarrollados.
Contextos específicos asociados al estudio de estructuras de sentido, vinculados a la semiótica y la semántica, inscritas en los discursos de los actores sociales, son uno de los focos preferentes de indagación. Por ello más que una forma de investigación asociada a técnicas para el levantamiento de datos, la contribución preferente para la metodología cualitativa se encuentra en el análisis del discurso, en su versión análisis estructural y su representación por medio del cuadro semiótico, propuesto por A.J. Greimas (1979), entendido como “la representación visual de la articulación de un conjunto de símbolos dados” (Greimas, 1979).
CONTROL DE APRENDIZAJE
• Analice los elementos que se han rescatado de cada una de las etapas históricas descritas en el surgimiento de la investigación cualitativa.
• Elabore un cuadro comparativo con los enfoques epistémicos en investigación cualitativa, considerando su dimensión ontológica, epistemológica y metodológica.
• Describa y analice los principales elementos de las perspectivas analíticas de investigación social.
• Describa y analice los principales elementos de las perspectivas interpretativas de investigación social.
Constructivismo e interrelaciones entre la teoría fundamentada y la teoría de sistemas sociales
OBJETIVO GENERAL DEL CAPÍTULO
• Presentar una propuesta innovadora para el estudio cualitativo, basada en la interrelación entre la teoría de sistemas sociales y la teoría fundamentada, denominada metodología de sistemas fundamentada, la cual se basa en un enfoque constructivista.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS DEL CAPÍTULO
• Exponer los principales fundamentos de la concepción epistemológica constructivista y su relación con la metodología cualitativa.
• Identificar puntos de comparación entre el constructivismo sociológico aportado por la teoría de sistemas sociales autopoiéticos y la elaboración de explicaciones empíricas de la teoría fundamentada.
• Exponer argumentos, premisas y directrices que sustenten el planteamiento de una metodología de sistemas fundamentada.
• Exponer indicaciones fundamentales que permitan la utilización adecuada de la metodología de sistemas fundamentada.
EL CAPÍTULO 2 pretende aportar a la profundización del debate sobre los aportes realizados por el constructivismo y la metodología cualitativa. Por este mismo motivo es desarrollado en un capítulo aparte. Su intención es no alterar el patrón de lectura que puedan tener el investigador iniciado en metodología cualitativa y la interrelación que hemos realizado con “paradigmas” en ciencias sociales que se encuentran relativamente consolidados y reconocibles por la comunidad científica.
Este capítulo responde en este sentido a la necesidad de realizar una mayor problematización del debate más reciente que está teniendo lugar. Por ello es que se pone especial atención a las interrelaciones entre la teoría fundamentada (Grounded Theory) y la teoría de sistemas sociales luhmanniana. Una versión preliminar de estas disquisiciones fue presentada al Congreso de Sociología Pre-Alas, en la mesa de metodología sociológica, llevado a cabo en la ciudad de Concepción, Chile, en noviembre de 2008.
2.1. Investigación cualitativa y las propuestas constructivistas
Concordamos con algunos autores (Denzin y Lincoln, 1998), cuando plantean que la metodología cualitativa ha vivido profundos cambios y transformaciones en las últimas décadas, que la ha llevado a cuestionar sus propios fundamentos, ello entendido como una doble crisis. Por un lado, de representación; es decir, cuestionamientos sobre si los investigadores cualitativos pueden capturar de forma directa —sin intermediaciones— la experiencia vivida. Tal experiencia, se argumenta, es creada en un contexto social, el cual es descrito posteriormente por el investigador. Esta crisis incluye: a) la problematización por el acceso a fenómenos sociales desde un punto de vista cualitativo y b) la capacidad que tiene el investigador de producir un conocimiento objetivado en informes que tienen como base comunicacional el lenguaje.
Por otro lado, una crisis de legitimación, referido al criterio tradicional que permite evaluar e interpretar la problemática de la investigación cualitativa. Incluye los siguientes cuestionamientos: ¿cómo se logra la validez de un conocimiento cualitativo?, ¿cómo se consigue la generalización de un determinado conocimiento?, ¿cómo deben evaluarse los criterios de calidad de una investigación cualitativa?
Los investigadores cualitativos de principios de siglo XXI se encuentran actualmente frente a estas disyuntivas cuando pretenden llevar a cabo o reflexionar sobre sus investigaciones. Las salidas posibles a estos cuestionamientos pueden tomar desde nuestra perspectiva dos posiciones aparentemente dicotómicas. En primer lugar, dar cuenta de su quehacer: a) reafirmando su estatus de investigador, entendiendo que el proceso de conocimiento recae en la expertise; b) describiendo fenómenos sociales, los que se entienden como una realidad externa, abordable mediante sus técnicas; c) estudiar significados, construidos por actores sociales; y d) interpretando dichos significados mediante procesos más o menos convencionales —analíticos o hermenéuticos.
En segundo lugar, otros investigadores han tomado la opción de dar cuenta de su quehacer: a) relativizando su propio estatus, puesto que entienden que el conocimiento es un proceso generativo propio de la