Historia de Venezuela, Tomo I. Aguado Pedro de

Historia de Venezuela, Tomo I - Aguado Pedro de


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que los yndios de aquel pueblo les daban de la prosperidad de tierra y naturales y rriquezas que adelante dezian que abian a fin de echar a los españoles de su tierra. Y aqui, asi mesmo, hizo esta gente çierta promesa a Nuestra Señora porque les encaminase aquello que deseaban.

      Este pueblo de Nuestra Señora, cerca de donde al presente esta poblado vn pueblo despañoles dicho San Juan de los Llanos, que por via del Nuebo Rreyno poblo el capitan Avellaneda, es por donde despues vino a entrar el tiniente Fedreman en el Nuebo Rreyno, como adelante diremos en esta misma Istoria. Hallaron en este pueblo de Nuestra Señora vn buhio o casa de admirable grandeza; tenia de largo dozientos pasos y cada frente dos puertas grandes, y segun despues se supo, era este buhio tenplo de aquellos barbaros, donde hazian sus sacrificios al sol, a quien tenían por Dios, y en el tenían muchas donzellas recogidas, que eran ofreçidas como en sacrificio de sus padres, con las quales estava vn yndio viejo, que era como el sacerdote para aquellos ofrecimientos, el qual tenia cargo de predicar aquellas mugeres lo que conforme a sus preçetos abian de guardar. Tenian en este buhio cantidad de todo genero de mantenimientos para el sustento de aquellas ençerradas donzellas.

      Pasadas las fiestas y rregoçijos; que no debieron ser pocos los que se hizieron con las buenas nuebas de la tierra de adelante, prosiguieron su viaje, y al salir del pueblo de Nuestra Señora, ya que yvan marchando, salieron á dar en los españoles cantidad de yndios de aquella provinçia, los quales se abian juntado para dar en el alojamiento de los españoles y alli danificarlos todo lo que pudiesen, porque les pareçia mal la mucha tardança y entretenimiento que en su tierra hazian, y tan mal libraron en este acometimiento del camino como libraran si en el alojamiento acometieran; porque luego la gente que allí yva de a caballo dio en ellos, y alançeando muchos de los que en la delantera yvan fueron façilmente rrebatidos y desbaratados, de suerte que no tornaron a dar mas desasosiego al canpo que caminaba.

      Aquel dia propio fueron los nuestros a alojarse a vn lugar o pueblo que estaria dos leguas del de Nuestra Señora, cuyos moradores abian sido llamados y llevados para la guaçabara o pelea que con los españoles tubieron; y como otro dia acudiesen a sus casas y alrrededor de ellas encontrasen los caballos que andaban sueltos paçiendo, eran tan opresos del temor que en la guaçabara del dia antes abian cobrado, que sin osar ni poder bolber atras ni pasar adelante, se dexaban caer en el suelo y metiendo las cabeças y rrostros entre la paja dexaban los cuerpos descubiertos, como suele hazer la perdiz quando es perseguida del caçador. Deste pueblo paso nuestra gente adelante en su descubrimiento, y llegaron a vn rrio llamado Oriare o Oguape, rribera del qual avia algunos naturales poblados, de lengua guati. Alojose el Governador en la rribera deste rrio por yr algo creçido. Los naturales que de la otra parte estaban contrataban con los nuestros, avnque no con mucha seguridad, porque pasaban el rrio en canoas con algunas comidas, y quando llegaban çerca de tierra dezian a los españoles que pusiesen el rrescate a la lengua del agua y que se arredrasen afuera, y con esto llegaban los yndios y tomando el rrescate que les daban, dexaban98 alli las comidas que trayan, y se bolvian sin querer mostrar su conversaçion; y pareçeme que lo hazian astutamente, pues si cayan en poder de aquella gente que venian hechos a tomar todo lo que abian menester graçiosamente, se abia de hazer lo mismo con ellos, y avn si pasaban sin derramamiento de sangre, seria muy gran merced que se les hazia.

      Estos yndios, pensando asonbrar a los nuestros, hazian en sus pueblos, que estaban a la rribera de aquel rrio Ariare, muy grandes candelas o fuegos toda la noche; y vna de las noches que alli estuvieron los nuestros, de rrepente, alzaron los yndios muy gran grita y bozeria que cavso alguna admiraçion entre los españoles, y procurando ynquirir y saber que fuese la cavsa de aquel alboroto y grita, era que en aquella sazon abia hecho eclise la luna, y conforme a las suprestiçiones questos yndios vsan, tubieronlo por mal pronostico y señal, como que por aquel eclibse les abia de sobrevenir hambre o mortandad, y para rremedio destos males o en venganza del pronostico y señal que la luna les abia dado, se ayraban y enojaban contra ella arrojandole muchos tizones, y palos y piedras y otras cosas que a las manos abian. Con el mismo ynpetu los prinçipales y señores, siguiendo la misma furia y suprestiçion de sus subditos, tomaban las macanas, que son sus armas, y davan muy grandes golpes en los arboles que topaban, en señal de vengança contra la luna, y bolviendose a los yndios sus vasallos, los consolaban diziendo que no temiesen las calamidades que rrepresentaban los prodigios de la luna, que ellos lo rremediarian todo con grandes sementeras que harian para su sustento y mantenimiento, y con esto se aplacaron.

      Los nuestros, buscando vado, pasaron el rrio muy apartados de la poblazon dicha, y prosiguiendo su descubrimiento por la halda de la cordillera que a mano derecha llevaban, fueron a dar a vna provinçia que tiene vn rrio llamado Guavyare, y por la lengua de los naturales Camicamares, cuyos naturales salieron al encuentro al Governador Jorge Espira y a los suyos, por los quales99 fueron façilmente desbaratados y ahuyentados; y no deteniendose en esta provinçia prosiguieron adelante y llegaron a vn pueblo de çierta gente llamados guayupes, cuyos moradores esperaban a los nuestros en sus propias casas con las armas en las manos; y para rrepresentar con mas feroçidad la brabeza de sus personas, que eran muy creçidas, estaban todos vntados con el çumo de çiertas mançanas que en comun llaman xaguas, con lo qual eran bueltos muy negros. Estas xaguas es cosa muy vsada en las Indias, casi tanto como la bixa, betun colorado de que tanbien, como en muchas partes desta Istoria e tratado, vsan los yndios e yndias mucho.

      Estaban estos barbaros desnudos, en cueros, para mejor vsar de la ligereza de sus personas, y con esto se abian enborrachado con aquel brebaje de que vsan todos los yndios en general, que es o de mayz o de aquella rrayz llamada yuca; porque tenian estos yndios, y sin ellos otros muchos, que saliendo borrachos a la guerra o pelea, llevan consigo mas vigor y fuerza y coraje. Mas todas estas ynvençiones no les aprovecharon cosa alguna, porque avnque en el primer acometimiento que nuestros peones les hizieron se defendieron muy bien, luego que llegaron los de a caballo fueron con façilidad rronpidos y desbaratados y puestos en huyda. Los nuestros saquearon el pueblo, y alojaronse alli aquel dia, y el siguiente se partieron para adelante, y en pocos dias llegaron a vn rrio cavdaloso, llamado Papamene, que en lengua de aquellos naturales quiere dezir rrio de plata, rribera del qual se alojaron para dar horden en su pasaje y en buscar vado para ello y aber algunos yndios naturales de por alli que los guiasen adelante.

      CAPITULO DOZE

      Como teniendo Jorge Espira paz con los yndios del Papamene paso el rrio, y atrabesando la tierra deste nombre, fue a dar, con guias que de alli tomo, a los Choques, de donde embio vn cavdillo con gente a descubrir lo que adelante abia.

      Alojado Jorge Espira rriberas del rrio Papamene, luego los naturales de aquella provinçia, admirados de ver aquella nueba manera de gentes, barbadas y bestidas y en toda manera de bivir muy diferentes de ellos, començaron a çercar rrecatadamente a los nuestros, para mejor vellos y rreconoçellos, lo qual visto por el governador, començo a llamallos por señales que les hazia y por algunos ynterpretes que traya, que avnque torpemente entendian en alguna manera aquella lengua. Los yndios, entendiendo por las señas que veyan que los nuestros querian su amistad y trato, tomaron la comunicaçion que les pareçio mas segura y de que menos se podian aprovechar los españoles para rresistirles, y metiendose gran cantidad de ellos en canoas, se vinieron por el rrio açercando a donde estaban alojados los españoles, los quales no dexaban destar muy rrecatados y sobre el aviso, viendo que los yndios abian vsado de aquella destreza y que para venillos a ber se abian juntado mas de treçientas canoas.

      Començaronse a tratar los vnos con los otros por via de rrescate y mercado, porque los yndios trayan cantidad de pescado asado en barbacoa y otros generos de comidas de que ellos vsan, y a trueque dello pedian de lo que los españoles trayan100, y lo que mas les agradaba eran cascabeles, por los quales daban mas que por otro ningun genero de rrescate de los que los españoles trayan; y con este genero de contrato vinieron los yndios a perder el temor y a darse mas a conversaçion con los nuestros, de suerte que vinieron a saltar en tierra y a entrar muy sin temor en el alojamiento de los españoles. Viendo esto el Governador, procuro ynformarse destos yndios de la noticia que adelante avia o tenian de gentes y oro, los quales como si estuvieran en los coraçones de los nuestros, asi les pintaban por palabras lo que yvan a buscar, diziendoles que en tiempos pasados sus mayores abian


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<p>98</p>

En la edición de Caracas: dejaron.

<p>99</p>

En la edición de Caracas, en vez de quales se escribe que les. Esto hace que no pueda entenderse el párrafo.

<p>100</p>

Siguen aquí unas palabras tachadas.