Sanación de los chakras y conciencia del karma. Swami Keith S.
Sólo la energía kármica se mueve en forma de olas o campos y si te permites distraerte por el movimiento de la energía calificada, tu centro de conciencia regresará a la mente individual y al ego.
Después de quince minutos, puedes regresar a la conciencia normal contando del uno al cinco. Al llegar al número cinco, abre tus ojos. Te sentirás completamente despierto, perfectamente relajado y mejor que antes.
Capítulo cuatro
Hasta los Dioses envidian a los santos, a quienes los sentidos obedecen como bien entrenados caballos y quienes están libres de orgullo. Pacientes como la tierra, se mantienen en pie como el umbral de una puerta y libres del ciclo del nacer y morir.
—Dhammapada, 7:94-5.
Fortalecer tus fronteras
A fin de deshacerte del equipaje kármico y de los apegos que éste genera, es primordial que fortalezcas tus fronteras en los mundos y las dimensiones de las mentes superior e inferior, en el mundo de los chakras y en los niveles esplénicos. Las fronteras juegan un papel decisivo en la eliminación del karma evitando que las proyecciones de energía calificada ingresen en el espacio individual (el espacio ocupado por los cuerpos de energía, los vehículos energéticos y el sistema humano de energía). Además, las poderosas demarcaciones son un prerrequisito en el trabajo de energía avanzado y para poder experimentar el placer, la intimidad, la alegría y la placidez que emergen del Yo a través de las mentes superior e inferior.
Las fronteras existen en todos los mundos y en todas las dimensiones. En el microcosmos existen tres tipos de fronteras que salvaguardan al campo humano de energía y a los órganos, a los cuerpos de energía y a los vehículos energéticos que ahí se encuentran contenidos. Estas fronteras no son arquetipos, ni metáforas o estructuras psicológicas. Son estructuras que existen en el tiempo-espacio. Por lo tanto, realizan actividades esenciales en el campo humano de energía.
Todas las fronteras están compuestas de prana en estado sólido y funcionan de acuerdo con principios determinados (véase herméticos, capítulo seis). Éstas pueden ser influidas por las mentes superior e inferior y por la energía descalificada (prana); sin embargo, no pueden verse directamente influidas por la energía calificada y/o por la mente individual y el ego. Esto significa que las proyecciones de la energía calificada no puede dañarlas, aun cuando su habilidad para funcionar puede verse afectada si existe un excesivo apego hacia la mente individual y el ego o si ha habido una violenta intrusión de la energía calificada en el microcosmos.
Los tres grupos de fronteras que examinaremos son la superficie del espacio corporal individual, la frontera apránica que rodea a las mentes superior e inferior (para saber más acerca del aprana, consulta el capítulo catorce) y las superficies de los campos áuricos.
La superficie del propio espacio corporal
El espacio corporal individual es el espacio, en cada mundo y dimensión, que corresponde al espacio ocupado por el cuerpo físicomaterial. En los mundos de las mentes superior e inferior (sus funciones y aspectos, el mundo de los chakras y los niveles esplénicos), este espacio se encuentra ocupado por un cuerpo de energía o por un vehículo energético.
La superficie del espacio corporal individual en un mundo y dimensión en particular, se mantiene fuerte y firme y resistirá la intrusión de la energía calificada mientras el cuerpo de energía o el vehículo energético correspondiente permanezca fijo en su posición (verticalmente integrado).
Si nos apegamos a la mente individual y al ego, la energía kármica comenzará a acumularse alrededor del espacio corporal individual. Una vez que se ha acumulado una excesiva cantidad de equipaje kármico o que se ha desequilibrado o expulsado el vehículo energético del espacio corporal individual debido al estrés, a una conmoción o un trauma, será necesario recuperar y reintegrar el cuerpo de energía y/o el vehículo energético y eliminar el sedimento kármico que lo ha desplazado.
Si el aprana se encuentra activo, emergerá de la frontera apránica y servirá de apoyo a la superficie del espacio corporal individual al mantener el área que lo rodea libre de una excesiva acumulación de equipaje kármico.
La frontera apránica
La frontera apránica es un campo de actividad que rodea al espacio corporal individual a una distancia de ocho pulgadas (20 centímetros) en los mundos y dimensiones de las mentes superior e inferior. El aprana (una forma de energía descalificada) emerge desde la frontera apránica y posee una polaridad femenina, lo que significa que éste se mueve hacia el espacio corporal individual. Si se encuentra activo y su movimiento no se encuentra obstruido, mantendrá la superficie del espacio corporal individual libre de sedimento kármico y protegerá la integridad del campo humano de energía. Al estar libres de sedimento kármico, los cuerpos de energía permanecerán fijos en su posición y los chakras —particularmente los nueve chakras que se encuentran dentro del espacio corporal individual— irradiarán prana libremente a través del sistema humano de energía y de los campos áuricos que los rodean.
La superficie de los campos áuricos
Las fronteras de la superficie que rodea a los campos áuricos en los mundos y dimensiones de las mentes superior e inferior, al mundo de los chakras, a los niveles esplénicos y a las funciones y aspectos de la mente, se compenetran entre sí y se extienden hacia el exterior desde la superficie del espacio corporal individual en sus respectivos mundos y dimensiones.
Como extensiones del campo humano de energía, las superfi cies de los campos áuricos son la defensa más efectiva del sistema de energía contra las intrusiones de una densa energía calificada prove niente del ambiente externo. Para salvaguardar al campo humano de energía contra las intrusiones (la principal causa del sufrimiento humano), estas fronteras deben permanecer fuertes y firmes. Desafortunadamente, debido a la excesiva acumulación de energía kármica dentro del campo humano de energía, la mayoría de las personas han mantenido enormemente debilitada la superficie de sus campos áuricos.
Para fortalecer las fronteras áuricas, debemos comenzar por responsabilizarnos totalmente de nuestro bienestar y de nuestro desarrollo espiritual a pesar del costo personal. Entonces, debemos integrar nuestra voluntad (que ha sido fragmentada por el apego a la mente individual y al ego) con la voluntad del Yo (atman) en el núcleo de nuestro ser.
En este capítulo se presenta una detallada descripción de la estructura y funcionamiento de los campos áuricos y, en particular, de las fronteras que los rodean. Además, he incluido también una lista de tres compromisos. Si eliges llevar a cabo estos compromisos, y mantenerlos, integrarás tu voluntad con la voluntad del Yo y fortalecerás por siempre tus fronteras áuricas. De hecho, por esta simple acción, aumentarás dramáticamente el flujo de prana a través de tu campo de energía. Esto, a su vez, aumentará tus niveles de placer, de alegría, de poder personal y de paz interior.
En capítulos posteriores aprenderás a fortalecer y proteger la superficie del espacio corporal individual y la frontera apránica activando, en primer lugar, el aprana y recuperando y, después, reintegrando tus cuerpos de energía y tus vehículos energéticos.
Los campos áuricos
En cada dimensión, los campos áuricos funcionan como reservas de energía descalificada (el prana, el aprana y el kundalini-shakti) y como fronteras que separan a tu ambiente interno, en cada mundo y dimensión, del ambiente externo.
Para que el sistema humano de energía funcione dentro de los parámetros saludables, las auras en cada dimensión deben ser fuertes, firmes y estar libres de la excesiva acumulación de sedimento kármico. Además, las cavidades internas que están rodeadas y protegidas por las fronteras de la superficie, deben mantener un adecuado abastecimiento de energía descalificada.
Desde la superficie del espacio corporal individual en cada dimensión, el campo áurico se extiende en todas direcciones, desde aproximadamente dos pulgadas (cinco centímetros) hasta más de 26 pies (ocho metros). Puesto que los campos áuricos son estructuras flexibles, confor me una persona se desarrolla espirtualmente eliminando equipaje kármico, recuperando y reintegrando los cuerpos de energía