Sanación de los chakras y conciencia del karma. Swami Keith S.
en ella de manera que tu conciencia emerja desde las mentes superior e inferior, y no desde la mente individual y el ego.
Los herméticos nos enseñan que: “La mente es el todo; el universo es mental”. Esto significa que, en el nivel superior, todo se encuentra unificado en una singularidad llamada conciencia universal (el atman o el Yo). Sin embargo, tan pronto como el tiempoespacio ha emergido a través de los tattvas (pasos de la evolución) y el universo fenoménico ha comenzado a evolucionar desde la conciencia universal, se expande la energía descalificada para llenar todo espacio disponible, el cual ha seguido expandiéndose junto con ésta. Esta expansión (a la cual llamamos evolución) y la relación de la conciencia universal (que es estática) con la energía descalificada (que es dinámica) se encuentra representada en el yoga y en el tantra por la eterna danza de Shiva y Shakti.
Ésta es la eterna danza entre Shiva y Shakti, es decir, entre la conciencia y la energía. La energía, en sus diversas formas, se conoce como shakti, prakr iti, prana, aprana y el kundalinishakti, que funciona como base de los universos físico y no físico.
En realidad, sin la interacción de la conciencia universal (Shiva) y la energía dinámica (Shakti) no existiría el universo fenoménico, no existirían los seres vivos que posean órganos de percepción para estar conscientes de ello, no existiría un espíritu con el cual entrar en comunión, no existiría una inteligencia para estar conscientes de ello ni un alma para interactuar con éste.
Después de emerger de la conciencia universal, Shakti, en forma de energía dinámica y creativa, o Prakriti (la forma esencial del prana) comenzaron a actuar como la fuerza motriz de la evolución, como el movimiento hacia la diversidad. En el futuro, Shakti se convertirá en la fuerza motriz para la involución, el movimiento hacia la unión con la conciencia universal.
Prana, en sánscrito, significa “energía absoluta” (la fuerza vital). Esta fuerza vital actúa como un pegamento cósmico. Es irradiado por la conciencia universal —el Yo— y fluye hacia el interior de cada mundo y de cada dimensión, llenando todo espacio disponible, conectando todo en todas las dimensiones. Todo lo que existe emerge desde el prana, al que le debe su existencia, pues éste lo sustenta y le proporciona un medio para que pueda moverse y expresarse a sí mismo.
Los tattvas
La energía descalificada, aunque es un elemento esencial de la conciencia, emerge como una fuerza aparentemente separada a través de los tattvas. Si bien el yoga nos enseña que existen 36 tattvas (pasos de la evolución) responsables de la increíble diversidad del universo fenoménico tanto en el plano sutil como en el plano físico-material, sólo cuatro serán de interés particular para nosotros en este momento.
El primer tattva era la palabra original tal como existía dentro de la conciencia del atman.A partir de esto, surgieron el perusha y el prakriti. Perusha era “la conciencia primordial” y el prakriti,“la fuente primordial del poder (energía descalificada) o prana”. El siguiente tattva, que resulta de la unión de éstos, es el mahatattva. Fue en esta etapa donde el perfecto equilibrio en el universo primordial (no físico) se vio interrumpido y la evolución, tal como la conocemos, dio comienzo. Al empezar el mahatattva, el prakriti dio inicio al proceso de la evolución, primero en los planos superior e inferior de la conciencia, de la energía y de la materia sutil, y después en el plano físico-material. Fue a partir de esta fuerza dinámica primordial que emergió la energía descalificada, tal como se conoce hoy (incluyendo el kundalinishakti o el prana en sus diversas formas, y el aprana). Fue también mediante de esta fuerza primordial que la alegría se internó en el microcosmos y a través de la alegría, la intimidad, el amor humano y el placer.
La estructura y función de la energía descalificada
La energía descalificada no puede ser medida ni sopesada por medios convencionales. No puede ser observada a simple vista ni puede ser descubierta a través de ningún instrumento que aumente la visión humana. No puede ser oída, sentida, olida ni paladeada. Hasta ahora, ha resistido tanto a la detección por medio de los instrumentos científicos como a la conciencia de la mente racional. Sin embargo, de alguna manera, su existencia ya ha sido sugerida por la ciencia, primero a mediados del siglo XIX por George Riemann, quien desarrolló una teoría que afirma que la luz es producto de la distorsión del quinto espacio dimensional, y más tarde, la teoría de las supercuerdas, que entró accidentalmente en escena en el año 1968.
Tal como lo sugiere la teoría de las supercuerdas, en el universo físico las cosas deben su existencia a las dimensiones no físicas que sirven de base al universo físico-material. Por supuesto, para quienes están conscientes de los aspectos funcionales de la conciencia humana en las dimensiones no físicas, la existencia de la energía descalificada es un hecho irrefutable.
Puesto que el lenguaje tiene una gran cantidad de modificadores que se emplean para describir la cualidad de algo y la energía descalificada no posee cualidades, resulta en enorme desafío describir la energía descalificada, excepto de manera indirecta, al contrastarla con lo que no es. La energía descalificada no es una energía que posea alguna cualidad o sensibilidad; sin embargo, tanto en la dimensión física como en la no física existe un fundamento interior de energía descalificada dentro de un espectro de frecuencias, correspondientes con la densidad o con la frecuencia media de la energía calificada en la misma dimensión. Aunque carece de cualidades, la energía descalificada, en dimensiones diferentes, puede ser descrita como algo que posee distintos tonos (casi como los diferentes tonos que se pueden observar cuando se toca la misma nota en diferentes octavos con un instrumento musical). Visto de esta forma, la energía descalificada, en mundos y dimensiones superiores, tendría un tono o vibración más alto que la energía descalificada en mundos y dimensiones inferiores, y cualquiera con suficiente inteligencia reconocería las distintas vibraciones que son la firma de los distintos tonos de la energía descalificada.
La energía descalificada, en las dimensiones superior e inferior, puede ser transmutada de un estado a otro y puede funcionar en los tres estados que corresponden a los estados de la energía y de la materia encontrados en el mundo físico-material y en el campo colectivo del maya: sólido, líquido y gaseoso. Al funcionar en los planos sutiles del estado sólido, la energía descalificada presenta algunas propiedades similares a las de los sólidos. Ésta puede existir dentro de un receptor de diferente tamaño y forma y mostrar variaciones en su fuerza y flexibilidad.
La energía descalificada que aparece sólida es la más estable. Cuando se encuentra en un estado sólido, la energía descalificada sirve como la base de los cuerpos de energía, de los vehículos energéticos y de los órganos del sistema humano de energía.
En estado líquido, la energía descalificada será menos estable y mostrará amplias variaciones en tamaño y forma. El estado líquido puede ser considerado como un estado transitorio, que generalmente emerge a través de la protección del practicante o del sanador cuando él o ella crean herramientas e instrumentos de energía descalificada para utilizarlos durante un trabajo de sanación y de energía.
La energía descalificada en estado gaseoso, es la menos estable y puede cambiar rápidamente su tamaño o forma. Es la energía descalificada en estado gaseoso la que llena las cavidades de los cuerpos de energía, de los vehículos energéticos y de los campos áuricos, la que ingresa al sistema humano de energía en cada inhalación, la que emerge a través de los chakras y es transmitida por medio de los meridianos. Además, la energía descalificada, en estado gaseoso, es el medio (en todos los mundos y dimensiones) a través del cual se mueve la energía calificada. De manera que ésta funciona como base del universo fenoménico y del campo colectivo del maya.
Puesto que la energía descalificada corresponde a la conciencia universal —Shiva y Shakti se encuentran en un eterno abrazo— no está supeditada a los principios de los herméticos, lo que significa que, a pesar de la fuente de la energía descalificada, no está sujeta a los principios de la mente, de la causa y el efecto, del ritmo, de la polaridad, de la correspondencia, del género ni de la vibración (para conocer más acerca de los herméticos consulta el capítulo seis).
La energía descalificada no puede ser transmitida o transmutada a través de la mente individual o del ego ni por ningún