Sanación de los chakras y conciencia del karma. Swami Keith S.
se observa se conocen por medio de la experiencia directa, del pensamiento, de la revelación y/o de la intuición. Simplemente, la comprensión no es una función de las mentes superior e inferior.
Algo misteriosamente formado nacido antes que el cielo y la tierra.
En el silencio y en el vacío, que permanece en la soledad y sin transformación, siempre presente y en movimiento.
Quizá es la madre de las diez mil cosas.
No conozco su nombre.
Llámalo el Tao. A falta de una mejor palabra, yo lo llamo lo grandioso.
—Tao Te Ching, 25. Si bien las emociones, los sentimientos e incluso las sensaciones son funciones del sistema humano de energía y éste sirve de apoyo a las mentes superior e inferior, entonces son una parte funcional de la conciencia humana. De esta manera, las emociones auténticas (ira, temor, dolor y alegría) que emergen del sistema humano de energía y que son expresadas a través de los cuerpos de energía, surgen de manera espontánea.
Las acciones auténticas que expresan la voluntad y la intención de las mentes superior e inferior en cualquier mundo y dimensión a los cuales emergen, son apropiadas y eficientes. No se basan en el juicio ya que la mente superior y la mente inferior no están apegadas a la mente individual ni al ego, por lo tanto no existen brechas entre la intención de las mentes superior e inferior y el sentimiento y/o la emoción que emerge y que alimenta la acción subsecuente.
Cuando la mente superior y la mente inferior motivan a un ser humano a actuar, la energía que emerge es descalificada, lo que significa que las mentes superior e inferior no influyen en la acción, sólo la vitalizan. Éstas no alteran, controlan, manipulan ni transforman las cualidades de cualquier cosa que se encuentre en el ambiente externo aunque interactúen en él por medio de las funciones y los aspectos del intelecto. De hecho, al igual que el Yo, cualquier cosa que emerge de las mentes superior e inferior y de sus funciones y aspectos, enriquecerá nuestra propia experiencia de la verdad, la libertad y/o la placidez.
Aunque la conciencia humana se ha asociado a los aspectos cognoscitivos del cerebro, ésta no es el cerebro y, por lo tanto, puede funcionar de manera independiente al cuerpo físico-material. Efectivamente, las mentes superior e inferior forman parte del sistema integrado que es multimundano y multidimensional, lo que significa que no puede ser restringido por las limitaciones comúnmente impuestas por el tiempoespacio en el cerebro físico y en el cuerpo físico-material.Aunque sirven como vehículo para el Yo, las mentes superior e inferior aún son capaces de adentrarse en el ambiente externo, tanto en el universo descalificado como en el universo calificado, y asumir la forma de los objetos de la percepción haciendo uso de las funciones y de los aspectos de la mente como el vehículo para su conocimiento y asimilación. “Así como el agua de un tanque puede fluir a través de un canal, caer en un terreno y adoptar su forma (cuadrado, triangular o de cualquier otra forma), así también la mente irradiante (las mentes superior e inferior) sale a través del ojo o de cualquier otro órgano sensorial y fluye hasta el sitio en donde un objeto cobra en la forma de ese otro objeto.” (Práctica del Yoga, Swami Sivananda, 113).
Los vehículos de las mentes superior e inferior son los grupos de cuerpos de energía que componen el espíritu, el intelecto, el alma, los cuerpos de los chakras y los cuerpos del deseo. Los chakras, las auras y los meridianos (los órganos que forman el sistema humano de energía) alimentan de energía a las mentes superior e inferior. Las funciones y los aspectos de la mente hacen posible que los grupos de cuerpos de energía manifiesten la intención y se involucren en algunas actividades mientras mantienen la autoconciencia y se alejan del mundo de las cualidades.
Los cuerpos del deseo
El de la mente inferior complementa el mundo de la mente superior. La mente inferior está compuesta por los grupos de vehículos energéticos llamados “cuerpos del deseo”. Estos vehículos energéticos tienen el mismo tamaño y forma que los cuerpos de energía y están compuestos de prana en los mismos tres estados: sólido, líquido y gaseoso.
Es a través de los cuerpos del deseo que podemos experimentar, expresar y determinar los deseos primordiales para la vida. Estos deseos son una función normal de la vida terrenal y no se deben confundir con el deseo por las cosas específicas que crean dependencia y que emergen por medio de la mente individual y del ego.
Artha
Los vedas nos enseñan que existen cuatro deseos esenciales que son funciones de los cuerpos del deseo. El primero se llama artha. En sánscrito, artha se refiere al “deseo por la comodidad o la riqueza material”. Artha es un deseo esencial porque motiva a los seres humanos a encarnar en un cuerpo físico-material y a actuar de manera adecuada. Puesto que es una necesidad económica amasar suficiente riqueza para liberarse de la monotonía del trabajo pesado, es primordial satisfacer este deseo para lograr mantener un crecimiento y un avance espiritual.
Kama
El kama es el segundo deseo. Denota “placer y el deseo de placer”. Es uno de los cuatro deseos primordiales que motivan al ser humano a encarnar en un cuerpo físico y a actuar de manera adecuada. En el Bhagavad Gita se coloca en el centro de la vida y se compara con la fuerza vital. Efectivamente, el vedanta nunca nos enseñó que el placer debía ser reprimido ni menospreciado como algo antiespiritual. De hecho, el vedanta nos enseña que el atman posee dos aspectos. El primero es la conciencia, la cual contiene todo lo que existe —por lo tanto, no desea nada porque todo lo tiene—. Esto es el Paramatman.
También del atman emerge el alma individual, el Jivamatman. En los niveles más profundos del ser, el Jivamatman determina los deseos y las aspiraciones de un individuo. El Jivamatman es la fuente del dharma, el deseo más profundo del corazón.
Dharma
El dharma es el tercer deseo que motiva al ser humano a encarnar en un cuerpo físico-material y a actuar de manera adecuada. Dharma significa literalmente “aquello que perdura” —en esencia, aquello que evita que las relaciones mundanas se disuelvan en el caos. En la comunidad humana, es el dharma lo que mantiene el orden social.
El dharma tiene dos aplicaciones: el dharma compartido, que es común a toda la raza humana, y el dharma individual, que es específico de cada ser humano. El dharma compartido es la rectitud o el deber espiritual. En este contexto, la rectitud puede compararse con la acción adecuada. Las acciones adecuadas son aquéllas que promueven el flujo del prana y que emergen de las mentes superior e inferior y de sus funciones y aspectos. El dharma individual es la ruta específica de la acción adecuada, lo que lleva a una persona nuevamente a la unión con el Yo.
Moksha
El moksha es el cuarto deseo que motiva a los seres humanos a encarnar en un cuerpo físico-material y a actuar de manera adecuada. Moksha denota “trascendencia”, que es la libertad espiritual y la liberación del apego kármico. De los cuatro, el moksha es el deseo primordial. El Vedanta Advaita (la ruta sin dualidad de la autorealización) nos enseña que el jnana (conocimiento) que proviene de la experiencia directa, es el medio para alcanzar el moksha y vencer a la ignorancia.
El gran maestro hindú del siglo XX, Ramana Maharshi, afirmaba que la ignorancia no es más que el apego a la idea del Yo. El jainismo, como siempre, es más conciso. Éste nos explica que el moksha es el má ximo estado de separación y/o de apego. En el moksha nos liberamos de todo apego al mundo externo de los fenómenos. El shaivismo compara al moksha con la placidez y el yoga lo compara con el estado del nirvakalpa-samadhi, el estado del aislamiento y de la quietud sin paralelos.
Las funciones de la mente
Puesto que el Yo permanece ajeno a su creación, éste requerirá de los vehículos para manifestar conciencia y prana y, así, poder participar en el universo fenoménico. En la mente superior, los vehículos son los cuerpos de energía y en la mente inferior, éstos son los cuerpos del deseo.
Todos los cuerpos de energía y sus vehículos energéticos correspondientes se componen de energía descalificada y de materia sutil. Para poder funcionar de manera sincrónica con otros cuerpos de energía, así como con las funciones y los aspectos de la mente, cada cuerpo de energía