Acto matrimonial. Tim LaHaye
central la uretra. La longitud de un pene no estimulado varía en gran manera, pero el largo del pene erecto es casi siempre de seis a siete pulgadas. La corona o borde del glande se endurece más que la punta durante la erección, promoviendo la suscitación de excitación en la hembra durante la fricción. La circuncisión capacita también este borde para ser más protuberante que los tejidos adyacentes del pene.
Glande del pene. La cabeza del pene; la parte de suma sensibilidad del órgano que bajo fricción estimula la eyaculación del esperma y fluido seminal.
Prepucio. Es la piel suelta que cubre el glande del pene para su protección. Una sustancia llamada smegma se acumula frecuentemente bajo el prepucio, produciendo un olor ofensivo. Por esta razón el pene debería ser lavado diariamente. Por razones higiénicas se recomienda la circuncisión, pero tiene poco efecto en estimular el glande del pene.
Areas de sensibilidad sexual. Los órganos genitales masculinos —abarcando el pene, el saco del escroto y el área que los rodea— son excepcionalmente sensibles al tacto. Al ser acariciados cariñosamente por la esposa, producen una excitación sexual muy agradable, la que prepara al esposo para el coito, normalmente dentro de pocos minutos.
Emisión nocturna (sueño húmedo). Es un suceso natural que puede significar una experiencia desconcertante para un joven que no está preparado para ello. Al despertar y encontrar su pijama húmedo y pegajoso, o endurecido hasta tener una consistencia almidonosa, puede alarmarse innecesariamente. Lo que pasó es que se ha acumulado la tensión debido al aumento de velocidad con la cual el esperma es producido. Las vesículas seminales y la glándula de la próstata se llenan hasta su capacidad límite con el fluido, de modo que todo el sistema reproductivo está a la espera de una explosión. Frecuentemente, bajo estas condiciones, basta un sueño durante la noche para causar que el pene se llene de sangre, produciendo de este modo una erección. La glándula de Cowper emite su fluido de gotas neutralizantes a la uretra, y luego que se activan los músculos eyaculatorios, o conductos, el esperma y fluido seminal confluyen y son expelidos por la uretra y el pene. En el curso de los años de adolescencia de un muchacho habrá muchas explosiones nocturnas de este tipo. La producción constante de espermatozoides y fluido seminal es uno de los factores que causan que el hombre sea el iniciador usual del acto marital. Su agresividad no debe ser considerada meramente como medio de satisfacer el instinto sexual masculino, sino como el cumplimiento del plan ordenado por Dios para mutua comunidad sexual entre marido y mujer.
Eyaculación. Es el clímax sexual, cuando el fluido es impelido a salir de la cámara de almacenamiento a través de pequeños conductos que desembocan en el conducto eyaculatorio justo antes de entrar a la base del pene. Las contracciones musculares que tienen lugar en la base del pene hacen que el fluido seminal pase más allá de la glándula de la próstata, donde toma más secreciones, para proceder en seguida por el canal uretral y fuera de la uretra para ayudar en la tarea de impregnar a la hembra. Este fluido será expelido con fuerza a una distancia de doce a veinticuatro pulgadas. Por lo general se acepta el hecho de que el semen eyaculado en la cantidad de media cucharada, durante un contacto sexual normal después de una continencia de dos o tres días, contiene aproximadamente 250 a 500 millones de células espermáticas. El semen consiste primariamente de proteína, similar a la clara de huevo, y no es ni sucio ni antisanitario, pese a su olor penetrante. La esposa no tiene que eliminar este material mediante un lavado de vagina, excepto si así lo desea.
La obra creativa ingeniosa de Dios puede verse en la hermosa compatibilidad de los sistemas reproductivos masculino y femenino.
Los genitales de la mujer (u órganos sexuales, término derivado del latín que significa «parir») caen en dos categorías. El grupo externo, localizado fuera del cuerpo y fácilmente visible, es el acceso al segundo grupo, interno, situado dentro del cuerpo; este segundo grupo, interior, abarca dos ovarios, dos oviductos o tubos, el útero y la vagina.
Fig. 2.Los órganos reproductivos femeninos.
Los órganos reproductivos son formados varios meses antes de nacer, pero permanecen inactivos hasta la pubertad (normalmente entre los dos y quince años), cuando reciben una señal para entrar en madurez sexual. La señal importante es dada por la glándula pituitaria, la diminuta glándula situada en la base del cerebro.
Ovarios. Organos llamados así por la palabra latina ova, que significa «huevos», óvulos. La mujer tiene dos ovarios, cada uno del tamaño de un huevo de zorzal, uno en cada lado de su abdomen. Estos ovarios, correspondientes a los testículos masculinos, producen el óvulo femenino. Al nacer una niña sus ovarios contienen entre 300.000 y 400.000 pequeños folículos llamados ova. Solamente unos tres o cuatro cientos de ellos alcanzarán la madurez para ser expelidos del ovario. A medida que la niña va madurando, sus ovarios comienzan a producir una secreción de las hormonas sexuales femeninas, las cuales promueven su desarrollo. Sus senos comienzan a aumentar de tamaño, un fino vello crece debajo de sus axilas y sobre sus órganos genitales, se ensanchan sus caderas, por todo lo cual va adquiriendo su apariencia femenina y curvilínea. A unos intervalos de aproximadamente un mes un óvulo llega a madurar hasta alcanzar el tamaño de unas dos centésimas de pulgada en diámetro, para ser expulsado entonces por el ovario al tubo falopiano.
Los tubos falopianos. Algunas veces llamados «oviductos», que significa conductos de óvulos; son tubos de cerca de cuatro pulgadas de largo, conectados con los ovarios, los cuales llevan el óvulo hasta el útero durante el período aproximado de setenta y dos horas. Si durante ese período ocurre un coito, es muy probable que al menos uno de los espermatozoides activos se abrirá camino a través de la vagina y el útero hasta el tubo falopiano y se unirá al óvulo. En aquel momento se concibe vida. Si el óvulo no es fertilizado por el espermatozoide dentro del tubo falopiano, pasa al útero y se disuelve.
Utero o matriz. Organo firme y muscular (de la palabra en latín uterus, que significa «matriz» o «barriga»), se le describe normalmente como del tamaño y forma de Una pequeña pera, de cerca de cuatro pulgadas de largo. El interior del útero es una cavidad estrecha, de forma triangular, rodeada de gruesas paredes musculares. Los dos tubos falopianos entran en la parte superior. La parte inferior de la cavidad uterina que forma su base estrecha es llamada canal cervical. El útero, capaz de una inmensa expansión, es el área en la cual el bebé crece durante la preñez.
Cérvix o cuello. El cuello del útero, de la palabra latina cervix, que significa «cuello». El cuello rodea el canal cervical, formando el extremo angosto en la base del útero. Aproximadamente la mitad del cuello se proyecta en la vagina y por ello puede ser examinado por el médico casi con tanta facilidad como el oído o la nariz. Antes de la gravidez el cuello se palpa como la punta de la nariz; después del alumbramiento, como la punta del mentón. La apertura del cuello dentro de la vagina se llama os cervical (significa «boca o apertura cervical», en latín). Este canal es tan estrecho que no puede pasar por él nada más grueso que una mina de lápiz. El canal, normalmente cerrado herméticamente, ayuda a mantener el interior del útero virtualmente libre de gérmenes, especialmente porque una leve y constante corriente de flujo húmedo y purificador fluye a través de él hacia fuera.
Vagina. Organo primario femenino para el coito, comparable al pene masculino y diseñado para recibirlo. Deriva su nombre de la palabra latina vagina, que significa «vaina»; es un canal muy elástico, en forma de vaina, que sirve de paso desde y hacia los órganos situados dentro del cuerpo. Mide entre tres a cinco pulgadas de largo, y sus paredes interiores, de delicados tejidos musculares, tienen la tendencia de recoger su superficie lisa en pliegues «drapeados».
Las paredes de la vagina contienen muchas pequeñas glándulas que producen continuamente una húmeda película de efecto lubricante y purificador, de modo que la vagina es autolimpiadora (similar en este respecto al ojo). En su parte superior la vagina forma un abultamiento curvado que encierra la punta del cuello.
Cerca de la apertura exterior de la vagina hay una concentración de nervios sensores. La apertura está circundada por un músculo contractor que responde