Entre el árbol y el bosque. Marcus

Entre el árbol y el bosque - Marcus


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es aquel en que la persona siente, se siente bien o mal ante una percepción, o impulsada a hacer algo luego de haber procesado los datos, le queda una sensación, pero no es racional.

      Esta es una forma típica de análisis de las personas llamadas “intuitivas”, el pálpito que lleva a un inversor a adquirir ciertos bienes, o el olfato del inspector de policía que sigue la pista del asesino.

      Bien, todas las personas tienen una tendencia natural a utilizar más un tipo de percepción y un tipo de análisis, Jung nos muestra también que cuando se utiliza la capacidad principal, (que es la predominante en una persona), las otras capacidades actúan en forma secundaria o de apoyo.

      Desde otro punto de vista, la percepción por la vía racional sería digital puntual, la vía del análisis racional, sería como la que emplean nuestras computadoras digitales, la solución es una o un conjunto de soluciones particulares.

      La percepción por la vía de la intuición tendría una gran cantidad de datos desordenados, y el sentir actuaría como una computadora analógica, que a diferencia de las digitales, no da una solución, sino el conjunto de todas las soluciones posibles en un rango determinado, con lo que en el sentir, lo que se “siente,” es una tendencia, hacia donde ir, o un estado de ánimo que es característico.

      Estas distintas operaciones se llevarían a cabo en los dos hemisferios cerebrales humanos, el racional es el izquierdo y el del sentir es derecho.

      Estas formas también se dan en distinta proporción en lo femenino y lo masculino, por ejemplo, en general, los hombres son más racionales que las mujeres, y estas a su vez, tienen mayor capacidad para sentir que los hombres, de allí que se ha llamado hemisferio femenino al hemisferio derecho, y masculino al izquierdo.

      De esta forma, podemos entender al mundo y a Dios de dos maneras, la racional, que emplea nuestra lógica, y la del sentir, con las dos elaboramos todos nuestros modelos y teorías.

      La Lógica

      El diccionario nos define lógica como: “La lógica es una ciencia formal, que se dedica a estudiar las formas válidas para demostrar, inferir o evaluar proposiciones”.

      Una gran parte de la humanidad se ha basado en el criterio lógico para resolver los problemas que le plantea la vida a diario.

      La mayoría de las personas toman sus decisiones con un criterio lógico, aún los gobiernos tienen leyes basadas en la lógica, trámites basados en la lógica etc.

      La matemática está basada en la lógica.

      Parecería que la lógica, al igual que las matemáticas, permiten al hombre armar un castillo estructurado por elementos que guardan una relación entre sí, y que puede seguir creciendo indefinidamente, y darnos la total certeza de que mientras sigamos sus reglas, jamás cometeremos un error, este fue el concepto imperante en muchas corrientes del conocimiento. El tiempo fue dando a luz a sus detractores, con lo que el sistema comenzó a tener algunas grietas.

      Desde tiempos remotos ya se conocían errores que se producían en el castillo lógico, veamos algunos de ellos.

      Sistemas auto–referenciales

      Existen sistemas de razonamiento que se dicen auto referenciales, esto es que se definen a sí mismos, o que lo que dicen es acerca de sí mismos, como por ejemplo: Esta frase tiene 10 vocales”, esta expresión es una expresión lógica que habla sobre sí misma, nadie en su justa razón podría dudar de que esta frase es verdadera, no cabe ninguna posibilidad de que no sea cierta.

      Por el contrario, si escribimos la paradoja griega del mentiroso: “esta frase es falsa”, vemos que también es un sistema auto–referencial, puesto que la misma frase se define a sí misma, pero será cierta o no?

      Si la leemos la primera vez, nos encontramos que la frase es falsa, por lo tanto la frase es verdadera, pero si es verdadera, entonces es falsa, y así no acabamos más.

      Las paradojas son declaraciones que conducen a un resultado contradictorio después de haber utilizado para la obtención de dichos resultados un sistema lógico impecable.

      Las paradojas se presentan con frecuencia en sistemas que son auto–referenciales.

      Estas se dan tanto en Lógica como en matemáticas, famosas son las paradojas de Zenón, Cantor, la del barbero, la de la trompeta etc.

      Veamos de las más sencillas, la paradoja del barbero y la de Cantor.

      La paradoja del barbero dice así:

      “En un pueblo el barbero afeita a todos los hombres que no se afeitan a sí mismos”, ¿entonces quien afeita al barbero?

      Analicémosla, la frase del principio es totalmente válida, yo puedo decir que en un pueblo existen personas que se afeitan cotidianamente a sí mismas y que no van al barbero para afeitarse, y que existen personas que no se afeitan a sí mismas, por lo tanto alguien las tiene que afeitar, en nuestro caso, por el enunciado, el barbero afeita a todos los demás.

      ¿Quién afeita entonces al barbero?

      Si el barbero se afeita a sí mismo, contradice el enunciado de que el barbero no afeita a aquellos que se afeitan a sí mismos.

      Por otro lado, si el barbero no se afeita a sí mismo, es el barbero el que lo afeita, pero como él mismo es el barbero, no se puede afeitar.

      Por otro lado el barbero es hombre del pueblo, entonces si pudiéramos representar por un conjunto estarían:

      En el pueblo hay: los que se afeitan a sí mismos, los que afeita el barbero, y el barbero que no encaja en ningún tipo.

      La paradoja de Cantor, quien fuera un matemático muy importante, fue el primero que trató el tema del infinito con seriedad, y quien fuera autor de la teoría de conjuntos, es de orden matemático y se encaja dentro de la teoría de conjuntos.

      Si usted no desea entrar en el aspecto matemático del libro lo puede hacer sin perder ningún elemento conceptual, el siguiente ejemplo no es necesario leerlo habiendo entendido el anterior,sin embargo, la matemática utilizada en el mismo es básica, y si usted puede hacer el esfuerzo completará la idea, solo lo doy para demostrar que la matemática también tiene sus problemas. La paradoja de Cantor puede verla al final del libro, en el anexo nota 1.

      De estos dos ejemplos se deduce, que tanto las matemáticas como la lógica tienen algunos baches, o zonas donde los resultados de un pensamiento lógico, o de una secuencia de operaciones matemáticas, nos conducen a una paradoja, a una solución que no es posible, porque se contradicen los resultados provenientes de operaciones matemáticas o lógicas. Sin embargo, parecería a la opinión de muchas personas, que las matemáticas son como un lenguaje divino, que no contiene errores, a ningún ingeniero se le ocurre pensar si un edificio está mal calculado, si ha seguido el procedimiento de cálculo, ni a un contador se le ocurriría pensar que los balances de una empresa están mal hechos porque los cálculos matemáticos son inseguros en sí mismos.

      El primero que trató de sistematizar la matemática, de manera tal, que ésta formara parte de la Lógica, fue Bertrand Russell.

      Bertrand Russell (1872–1970), un gran filósofo y matemático inglés, premio Nobel de Literatura en 1950, fue uno los pilares de la defensa del libre pensamiento universal.

      Russell, amante de la lógica, y del pensamiento positivista, alcanzó el éxito después de haber escrito junto al matemático británico A. Whitehead, la monumental obra “Principia Matemática”, en la cual se forzaba a la matemática a calzar en un criterio lógico. Después de mucho luchar tratando de ajustar la matemática a la lógica, y tratando de resolver los problemas que ello ocasionaba, encontró otra paradoja más, que no pudo resolver, la que quedó como “la paradoja de Russell”.

      ¿Entonces es la matemática, o es la lógica un camino seguro para entender a Dios o a su Universo, y el cómo funcionan las cosas?

      Aún no podemos decirlo, antes tenemos que ver otras soluciones al mismo problema.

      Godel


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