La casa de todos y todas. Patricio Zapata Larraín
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EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
Vicerrectoría de Comunicaciones
Av. Libertador Bernardo O’Higgins 390, Santiago, Chile
La casa de todos y todas
La Nueva Constitución que Chile merece y necesita
Patricio Zapata Larraín
© Inscripción N° 2126
Derechos reservados
Marzo 2020
ISBN Edición impresa 978-956-14-2508-8
ISBN Edición digital 978-956-14-2509-5
Diseño y diagramación: versión productora gráfica SpA
Ilustración de portada: Anita Cheyre Edwards
Diagramación digital: ebooks Patagonia
www.ebookspatagonia.com [email protected]
CIP - Pontificia Universidad Católica de Chile
Zapata Larraín, Patricio, autor.
La casa de todos y todas : la nueva constitución que Chile merece y necesita / Patricio Zapata Larraín.
1. Reformas constitucionales – Chile.
2. Derecho constitucional – Chile
I. t.
2020 342.8303 + DDC23 RDA
ÍNDICE
1 ¿Quiere usted una Nueva Constitución? Apruebo o Rechazo
3 El problema constitucional en el contexto latinoamericano
4 El problema constitucional en Chile
5 La tradición republicana chilena
6 El debate constituyente en Chile
7 Contenidos de la Nueva Constitución
Anexo N° 1 Popuesta de contenidos de la comunidad política a la que pertenezco
Anexo N° 2 Propuesta constitucional de parlamentarios de RN #rechazarparareformar
Anexo N° 3 Acuerdo por la paz social y la Nueva Constitución
A Cecilia.
Siempre. Todo
“Si quieres cambio verdadero, pues, camina distinto”.
Calle 13
Nota del autor
Este libro entra a imprenta en un momento en que, a propósito de la propagación de la pandemia COVID-19, se está reevaluando la fecha exacta en que se realizará el plebiscito de entrada al proceso constitucional.
Más allá de un par de referencias al 26 de abril de 2020, los argumentos y antecedentes de este libro tienen una validez que trasciende esa fecha.
Preámbulo
Este es un libro que postula que a chilenas y chilenos nos conviene tener una Nueva Constitución. Ahora bien, y más allá de mis propias preferencias, trataré de ofrecer argumentos que puedan servir a la reflexión de cualquier ciudadano interesado, sea cual sea su punto de vista. En esa línea, he intentado evitar las consignas y los eslóganes.
Este no es un texto para abogados (aunque me gustaría pensar que podría servirle a algún colega de profesión). Es un libro escrito para ciudadanas y ciudadanos con los más distintos estudios, oficios e intereses.
Estoy convencido de que no se necesita ningún título de licenciado en Derecho para tener una posición informada y pertinente sobre los problemas principales que aborda una Constitución Política. Los abogados, más que reclamar algún monopolio en la discusión, estamos llamados, me parece, a poner nuestros conocimientos al servicio de la deliberación de la comunidad. Eso es lo que trato de hacer en este texto.
Antes de entrar en materia, sin embargo, quiero presentar algunas ideas generales sobre el espíritu que anima este trabajo y sobre el contexto en que se discutirá el tema constitucional en Chile en los próximos años. Este preámbulo me permitirá, además, poner algunos parches antes de las heridas.
Esto es serio
“Debe estar contento este señor Zapata al ver que el tema que ha estudiado toda su vida se ha vuelto, tan abruptamente, popular, importante y urgente… ¡Hasta vende libros con esto!”, podría decir el primer escéptico.
¿Contento? Partamos por aclarar este primer punto: ¿Cuál es mi estado de ánimo al escribir este libro?
Digámoslo con todas sus letras: no estoy de fiesta. Por mucho que me fascine la discusión constitucional –que, efectivamente, me fascina–, no se me escapa que, para muchos compatriotas, los últimos meses, comenzando el 18 de octubre de 2019, tiempo en el cual el debate constituyente gana impulso, han sido tiempos de dolor, angustia y estrés.1
Como no vivo en una burbuja, mientras escribía estas líneas no podía dejar de pensar en las personas que lo han pasado mal.
Tuve siempre muy presente, en primer lugar, a esas familias que han sufrido lo indecible porque una hija o un hijo, una mamá o un papá, ha sido víctima de la violación de sus derechos por parte de Carabineros. Me han acompañado, entonces, los nombres y rostros de quienes han perdido la vista, o la vida, producto del uso irracional de la fuerza por parte del Estado.2 O que han sido objeto de golpizas brutales o abusos sexuales en manos de policías que traicionaban su razón de ser.3
Del mismo modo, empatizo con esas muchas otras comunidades y familias que han sido víctimas directas o indirectas de actos antisociales contra estaciones de metro, iglesias, supermercados o pequeños negocios. Solidarizo, entonces, con el sufrimiento de quienes han sido agredidos o amenazados por encapuchados violentos y, también, con la desolación de quien ha perdido su fuente de trabajo porque el restaurante u hotel donde trabajaba fue saqueado o vandalizado. Mi solidaridad incluye, por supuesto, a esos cientos de funcionarios policiales que han sido objeto de violentos ataques en estos meses.
Queda claro, entonces, que este libro no ha sido escrito con cotillón. Los hechos recién descritos me afligen y me preocupan. Advierto, entonces,