El juego de la seducción. Martín Rieznik
Lo mismo ocurre si la mujer responde de manera positiva. No son muchas las formas en las que esto puede suceder; quizá cinco o seis situaciones distintas y, nuevamente, para cada una de ellas tendremos una emoción proactiva (porque reaccionaremos juzgando cuál es la mejor manera de responder a la emoción de la mujer en nuestro favor), para seguir manteniendo el control de la interacción.
En esto consiste tener un plan.
Esto (junto con la práctica de lo aprendido hasta aquí y, sobre todo, de lo que queda por aprender) nos permitirá sentirnos relajados, liderar las interacciones más difíciles y concretar nuestros objetivos a nivel social, sexual o amoroso.
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Meditación Aven Frases para reflexionar y extender nuestro dominio sobre nuestro juego interno: |
1. Soy proactivo y busco transmitir mis vibraciones a los demás.
2. Siempre muestro las mismas actitudes y movimientos relajados que tendría en mi propia casa, frente a mis mejores amigos.
3. Cuando interactúo con los demás, fluyo con el desenlace de la interacción, sin querer forzar un final determinado.
4. Creo valor y estímulo en mi propia realidad.
Me gusta compartir ese valor con los demás.
5. Siento emociones positivas.
La vida es un regalo maravilloso.
6. Soy divertido y juguetón.
Me gusta dejar a todos con expectativas sobre qué es lo que haré a continuación.
7. Continuamente logro que las cosas fluyan.
Soy proactivo al hacerlo. Tomo riesgos.
Lidero de manera natural y divertida.
8. Me siento cómodo compartiendo mis sentimientos.
Puedo reírme de mí mismo y no me tomo las cosas demasiado en serio.
9. Soy una persona sociable.
Comienzo conversaciones y presento a la gente entre sí.
Soy el anfitrión.
10. Tengo mucho que dar.
Irradio energía, humor y creatividad.
Ésta es simplemente mi forma de ser.
Field Report --> Fran. El juego. En este FR, Fran juega con una actriz de alto calibre sin demostrar demasiado interés ante las señales de ella. Cuando su objetivo avanza, Fran impide con firmeza que su valor relativo baje. |
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Spa y sexo con actriz hot en el hotel Faena
«Lugar de los hechos, Faena Hotel. Yo, hospedado allí para tomarme un relax del laburo, me dedico a descansar y a llevar a las chicas con las que me venía viendo.
Una mañana, estoy solo en la piscina y veo a lo lejos la silueta de una tremenda rubia con dos hermosas tetas hechas, cola preciosa y siento esa maldita mirada penetrante... Cansado de ver mujeres que están solas mientras sus maridos empresarios se encuentran de gira en Buenos Aires, me dirijo a un bartender de confianza, le consulto sobre esta chica... ¡y me entero de que está sola!
Voy directo a ella, los dos solos en la piscina y le pregunto:
–Nos falta uno para el truco... ¿te prendés?
–¡Uy! No sé jugar, ¿con quiénes estás?
–¡Solo!
Se caga de risa. Me dice que una amiga está por visitarla, que la tiene que ir a buscar, que la espere. Le digo que sí, pero me aparto hasta la otra punta de la piscina, poco visible aunque accesible. Si ella quiere seguir charlando, tendrá que venir a mí.
Pasa el tiempo. Mientras desayuno, llega ella con su amiga y se sientan en otra mesa. Sigo en la mía, termino, paso al lado de ellas y les sonrío mientras camino. Les deseo buen día, me devuelven el saludo.
Día siguiente: no recuerdo bien cómo, pero nos saludamos en la piscina. Como yo estaba desayunando, la invito a sentarse. Ella comienza la conversación con un reproche:
–Ayer no me esperaste.
–Estaba sentado pero vos estabas con tu amiga... no quería molestar y además tenía que ir al gym.
–Todavía no fui, ¿me entrenás?
–Ni loco, ¿pensás que soy tu personal trainer?
–¡Jaja! ¿Y qué hacés hospedado acá?
Le explico que estoy de vacaciones, sin poder irme afuera por un tema de trabajo; le pregunto qué está haciendo ella allí.
–Soy actriz en España, un amigo me invitó al hotel.
Terminamos de comer, cada uno se paga lo suyo. Le propongo mostrarle el gym y accede. Después la invito a comer una choco-torta que trajeron mis amigos el día anterior (a todo esto, eran las 15 y a las 17 hs. yo tenía
que estar en mi casa por un tema
personal).
Vamos a mi habitación del hotel.
Ella disfruta de una porción mágica de choco-torta; señala que mi habitación es hermosa, más linda que la de ella. Le hago una rosa de papel y nos damos un abrazo. Ella propone ir a su habitación y mostrármela, aclarando que allí está durmiendo una amiga.
Ya en su habitación, mientras su amiga se mete en la ducha, ella me muestra unas fotos en su Ipad... De pronto, veo una en la que está con Torrente. ¡Sí, José Luis Torrente! ¡Mi detective favorito!
Me pongo loco y le pregunto:
–¿Que hacés con Torrente?
–Yo actué en la película, era una de las carceleras hot...
–¡No puede ser!
La abrazo, me río y le pido que sea mi mejor amiga.
Ella se ríe mucho.
Vamos a un sillón. Desde la mañana yo jodía con que no me gustaban más las mujeres, así que se me sube encima, me juega y me pregunta si me excita o no. Yo, con cara seria, aseguro que no me pasa nada... ¡aunque por dentro me muero! En un momento no aguanto más, la tiro a la cama y nos besamos con todo.
Pero tenía que irme corriendo a casa, así que acerco a las chicas hasta un shopping y sigo viaje. Esa noche yo no volvía al hotel y ella lo sabía, pero me manda un SMS a las 2 AM: “Qué lástima que no está mi vecinito”. No se lo contesto.
Al día siguiente, regreso al hotel por la noche. Nos damos un par de besos pero ella tiene cita con el amigo que le dio su habitación allí. Con una sonrisa, la dejo partir. Al día siguiente me llama y no alcanzo a contestar, pero a las pocas horas, ya de noche, nos encontramos y finalmente terminamos solos en mi habitación y muy rápidamente llegamos a la cama. Sin duda fue a fuego lento, ¡pero ya estaba todo cocinado!»
Capítulo
07
Apertura
El acelerador de partículas de sexo
Cada mujer que pasa frente a uno sin detenerse es una historia de amor que no se concretará nunca.
Alejandro Dolina
Iniciar una conversación fluida con una mujer que no nos conoce puede ser complicado si no tenemos en cuenta determinados factores. Como ya vimos, las mujeres atractivas están socialmente más demandadas que los hombres. Por ende, su