El juego de la seducción. Martín Rieznik

El juego de la seducción - Martín Rieznik


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de terminar en la cama con ella. Las mujeres odian a los hombres desesperados.

      Pero en C3 podemos empezar a escalar sexualmente para que el paso a la cama sea gradual. Dar unos masajes o sentarla en nuestras piernas para ver un video suelen ser buenas opciones. Todo a su debido capítulo.

      La Seducción

      Ésta es la etapa sexual propiamente dicha. Sin duda, una mujer que gozó el sexo con nosotros es muy probable que quiera vernos nuevamente. Así que procuraremos que resulte una experiencia realmente placentera si queremos estar otra vez con ella.

      Debemos tener en cuenta que todas las mujeres sienten cierta ansiedad en el momento previo a tener sexo con un hombre. Esto tiene un origen biológico: durante millones de años, el sexo estuvo ligado a la reproducción. El embarazo, para una mujer, significa abocarse casi exclusivamente al cuidado de su cría durante por lo menos dos años. En cambio, los hombres, a pesar de las normas culturales, podemos concluir el acto sexual e irnos sin ningún tipo de carga.

      S1 es el comienzo del juego sexual y S2 será ese momento –que puede existir o no– en el que ella quiera desacelerar la subida de temperatura. Puede que suceda incluso estando ambos ya desnudos, en la cama porque, aun así, ella no se siente segura de tener sexo con nosotros. Mystery llamó a esa etapa femenina RUM: resistencia de último minuto. Es un término poco feliz, pero muchos hemos pasado por esa situación. Aprenderemos en qué consiste ese sentimiento femenino y, sobre todo, qué hacer para que en ese momento ella sienta más ganas de tener sexo con nosotros que de cualquier otra cosa.

      S3: Es el momento sexual propiamente dicho, en el que la experiencia es nuestra mejor amiga. En esta fase final del juego, la conexión y la confianza que construimos desde el comienzo de la interacción nos permitirán explorar una relación más libre de prejuicios y limitaciones. Lo más importante es recordar siempre que estamos yendo a la cama con una persona de otro sexo, que siente y vive la experiencia a su manera.

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toolbox.tif Punto de inflexión Cinco acotaciones para comenzar a disfrutar de este proceso de aprendizaje:

      1. De nada sirve regalar bombones o flores.

      Si eso sirviera, no hubiésemos escrito este libro.

      2. La práctica hace al maestro. Leer un libro no convierte a nadie en un as de la seducción. Es necesario salir y poner en práctica cada una de las técnicas.

      3. Es preciso ser un científico en la revisión y un artista en el campo; obtener toda la información necesaria para entender, comprender, aprender y superarse. Y encarar la seducción como un proceso creativo que requiere estudio y perfeccionamiento.

      4. Es muy importante disfrutar de cada etapa, entender el aprendizaje como un proceso de asimilación de conceptos que requiere tiempo de adaptación a nuevas ideas y acciones. Los resultados llegarán como su consecuencia directa.

      5. Se trata de avanzar paso a paso. El intento de aplicar todo el conocimiento en una noche, desesperadamente, para acabar con una mujer en la cama, solo reportará frustración. El objetivo es desarrollar una habilidad que sirva para el resto de la vida.

Field Report --> Luciano. El juego. En este FR, Luciano narra una experiencia propia para describir cómo se siente con respecto a sus habilidades como seductor. toolbox.tif

      Estilo de vida Aven para una ONS de discoteca

      «El viernes Mike me escribe por Messenger que fue a bailar y se llevó una mujer; le pido que me cuente cómo ocurrió:

      –No tengo mucho que contar…. Nos besamos, salimos de ahí y fuimos caminando hasta mi casa.

      ¡Qué fácil! Esa misma noche me organicé con un amigo para ir a Niceto, donde tocaba una banda de conocidos. Charla con gente que va y viene, me pongo a hablar con una flaca que resulta ser amiga también de los chicos de la banda. Morocha, ojos claros. Pasan diez minutos de conversación y le digo “¿Vamos?” y ella “¡Dale!”. Salimos sin siquiera habernos besado. La besé después de caminar una cuadra. A casa y a coger. Al día siguiente con Mike el diálogo fue el mismo pero con los protagonistas cambiados.

      –No tengo mucho que contar…. Salimos de ahí, nos besamos y fuimos caminando hasta mi casa.

      Entonces… ¿no sirve de nada aprender seducción? Pero ¿por qué estas cosas nunca me pasaban antes? La clave, pienso, es el estilo de vida. ¡La estrategia de seducción es uno mismo! Soy, digamos, un emprendedor exitoso, joven, que se viste bien; tengo sentido del humor y buenos amigos. Soy divertido y me gusta divertir a los demás. Siempre lo fui, pero quizá antes no me la creía o no me daba cuenta de cuán atractivo resulta eso para las mujeres. Ahora creo que, en realidad, si esto está a la vista y no cometemos errores tontos, listo. ¿Qué más precisan ellas? ¡Nada! Y por si esto fuera poco, ahora sé de seducción: eso me ayuda y mucho.

      Me sirvió para posicionarme como premio en la charla. Me fue útil cuando se acercó un flaco a interrumpir y sutilmente evité que se convirtiera en un obstáculo. Me ayudó para darme cuenta, al salir, que lo mejor era ponerme a hablar por teléfono cuando ella encontró a una amiga. Me sirvió para besarla sin titubeos. Y, por sobre todo, me vino muy bien para saber medir sus indicadores de interés y reconocer el momento en que debía decir “vamos” para que terminásemos juntos en mi casa.

      Sin estos años de aprendizaje, seguramente hubiese ido demasiado rápido o me hubiera retrasado en besarla. Probablemente, el flaco que se acercó se la hubiese llevado fácilmente, o tal vez yo hubiera actuado como un necesitado en la puerta, cuando ella encontró a una amiga, y la hubiese besado torpemente… Y aun cuando ella se hubiera quedado, a pesar de tanta torpeza y falta de conocimiento, habría tardado tanto en decirle “vamos” que al hacerlo probablemente ella ya no estaría allí. Y me habría perdido una buena noche de placer, sexo y diversión.

      Ahora mismo escribo este FR en la laptop desde el bar que está frente a mi casa. Ella aún duerme en la cama y planeo subir en un rato a despertarla con otra dosis de vida Aven.»

      Capítulo

      02

      Las reglas del juego

      Aquella autopista al sexo sin límites

      He fallado más de 9.000 tiros en mi carrera. He perdido casi 300 juegos. 26 veces han confiado en mí para realizar el tiro que ganaba el partido y lo he fallado. He fracasado una y otra vez en mi vida y es por eso que he triunfado.

      Michael Jordan

      Jugar es aprender una habilidad. De esta forma crecemos y aprendemos a caminar, a hablar e incluso a sociabilizar. En los primeros años de vida, gran parte de nuestra experiencia se construye jugando. Este proceso de aprendizaje lúdico comienza a perder importancia y efectividad cuando (tanto en la educación formal con en la no formal) se nos inculca que sólo es significativo ganar. La realidad es otra. El concepto de ganar lleva consigo el de perder; la única forma de capitalizar la derrota es lograr aprender de ella: eso nos acerca un paso más a la victoria.

      Así es que, mientras juega, el jugador de fútbol se entrena para obtener la habilidad suficiente y asestar el tiro siguiente con mayor elegancia y en una dirección más acertada que los anteriores. ¿Cuántas veces puede equivocarse un hombre? No hay siquiera una vez que sea igual a la precedente.

      Una analogía con el videojuego

      Pertenecemos a la generación del videogame, que conoce perfectamente este concepto. Crecimos


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