El propósito del alma. José Luis Cabouli
no me quiere, no me importa.
T: Muy bien, avanzá al momento en que entrás en ese cuerpo que se está gestando. Uno, dos, tres. ¿En qué momento entrás?
G: Parece que es en el octavo mes.Entré porque no había forma de volver, así que entré para ir acostumbrándome.
T: Muy bien, contame, ¿cómo entrás? ¿Cómo hacés para entrar?
G: Es como si me pegara así —uniendo las palmas de sus manos—.
T: ¿Y qué pasa cuando te pegás? ¿Cómo lo hacés?
G: Primero me achiqué, me miré y fui tomando la medida de ese cuerpo en mi mente para que no me doliera tanto. Entré justo. Es como que hice un molde exactamente igual y me pegué al cuerpo. Dolió, pero fue rápido.
T: Eso es, ¿qué sentís cuando estás ahí?
G: Es horrible estar ahí —suspirando con quejidos—. ¡Eso es muy chico y yo soy gigante! ¡Me cuesta achicarme tanto! ¡Duele! Entonces, es como que voy entrando de a poco a todos los órganos. Es un golpe fuerte y después lleva tiempo ir entrando.
T: ¿Cuánto tiempo te lleva entrar?
G: Varios días, porque descanso de a ratos.
T: Seguí, ¿qué más?
G: Yo sigo trabajando. Es como ir impregnando ese cuerpo con luz; esa es la palabra. Es como si ese cuerpo fuese un pedazo de carne sin vida y, a medida que yo lo voy impregnando, se lo ve luminoso. La luz va iluminando todos los órganos.
T: Seguí.
G: Una cosa; yo no pienso en nada, no quiero pensar en nada. Mis ángeles están ahí, pero yo ni los miro. ¡¡Los envidio!! —con tono de bronca—, porque ellos no tienen que nacer. ¡Me mandan a mí! Me acompañan todo lo que quieran pero, ¡soy yo la que tiene que estar ahí adentro! Total, ellos la pasan bien… Siempre les digo eso.
T: ¿Qué les decís?
G: ¡Que a la que le toca estar encarnada es a mí! ¡Que me dejen de aconsejar!
T: ¿Y qué pasa cuando te dejan de aconsejar?
G: Y... ¡me va re-mal! —riendo—. ¡Ahí es cuando me pongo triste y me quiero morir! Así que siempre vuelvo a ellos.
T: Avanzá un poquito más. ¿Qué está pasando?
G: Mi mamá tiene los dolores. Ya sabe que yo voy a nacer y adentro me están apretando. El cuerpo de ella se aprieta, se contrae.
T: Muy bien, colocaré un almohadón sobre tu cuerpo y, al contar hasta tres, sentirás cómo el cuerpo aprieta más. Uno, dos, tres. ¿Qué se siente ahí?
G: ¡Ay, tengo ganas de salir! ¡Quiero salir de acá!, pero mi mamá tiene mucho miedo y yo le digo que no tenga miedo, porque nos va a ir peor a las dos si ella tiene miedo. Lo va a hacer más complicado. ¡Es ella la que complicó todo! ¡No fui yo!
T: ¿Cómo es eso de que ella complica todo?
G: Tiene terror porque el médico de ella no está y le dijeron que a este médico le dicen el carnicero. Que siempre lastima a todas.
T: Y eso, ¿qué te hace a vos?
G: Me hace tener miedo, ¡si yo ya estaba tranquila! ¡Ya estaba resignada!
T: Seguí.
G: Ya estamos ahí, ya estamos en el quirófano. No sé por qué no me di vuelta. Yo traté, pero no pude.
T: ¿Qué pasa que no te podés dar vuelta?
G: Es como que apoyo los pies para impulsarme y dar una vuelta, pero no puedo, no tengo fuerza —riendo—. ¡Quiero dar la vuelta y no puedo! Y bueno, de alguna forma me van a sacar. Y me quedo ahí, ¡y me siento!
T: ¿Cómo es eso?
G: Y... me cansé tanto que me senté. Y pienso, “abrirán acá y me sacarán por arriba”. Van a abrir la panza por acá —señala por encima de su cabeza— y me van a sacar por acá. Pero no, ¡el pelotudo este no se da cuenta! Y me va a sacar por abajo. ¡Me va a lastimar! ¡Yo estoy totalmente sentada y el pelotudo me va a sacar por abajo! ¡No puedo creer lo que están haciendo!
T: Eso es.
G: Este tipo está en otra. ¡Está caliente con el que se fue porque ahora el que tiene que atender a las pacientes es él! ¡Pobrecita mi mamá! ¡Este es una bestia! ¡Hay cada bestia acá! Eso es lo que me da bronca de estar acá.Gente siendo médico que es un desastre… No quieren a nadie, ¡les falta amor! No hay amor ahí, en ese quirófano. ¡No veo amor en ninguno!
T: Eso es.
G: ¡Ahora estoy fuera del cuerpo otra vez!
T: ¿Afuera, dónde? ¿Dónde estás?
G: Estoy en la camilla, al lado de mi mamá.
T: ¿Qué estás haciendo ahí afuera?
G: Estoy esperando que decidan qué van a hacer. Quiero ver por dónde me van a sacar. Y, mientras los miro a todos, veo a una enfermera que es buena. Yo les puedo ver la luz; eso es lo que pierdo.
T: Eso es, seguí.
G: Ahí deciden; yo no sé lo que dicen, pero me van a sacar sentada. ¡Y mi pobre madre está ahí, luchando!
T: Y entonces, ¿qué ocurre?
G: Y, ahí tengo que entrar en el cuerpo, porque si no el bebé no hace nada de fuerza. Y es como que hago fuerza, pero hago fuerza así, sentada, y me empiezan a tironear y mi mamá grita mucho.
T: ¿De donde te agarran?
G: De la cola.
T: Eso es, seguí.
G: Salgo entera… ¡Ay! ¡A mi mamá la lastimaron! Hay mucha sangre, mucha, mucha sangre. Yo termino enojada porque la lastimaron a mí mamá. Ahí me sacaron… Es como que estoy ahogada… Me falta el aire….
T: ¿Qué está pasando que te falta el aire?
G: Tengo algo en la nariz… no sé qué es. ¡Tengo que respirar porque ya me cortaron el cordón!
T: Seguí.
G: La enfermera buena se da cuenta de que no respiro bien. Ahí me salí otra vez del cuerpo; como no podía respirar, me salí otra vez.
T: Eso es.
G: Estoy esperando que revivan al bebé. Pienso: ¡tanto lío y ahora ya veo que me muero!
T: Eso es, seguí.
G: ¡Lo miro al bebé ahí y espero que alguno se avive de que me tienen que destapar la nariz!
T: Seguí.
G: Ahí ponen algo en la nariz; sentí dolor así que debo de estar adentro del bebé. Entré porque si no el bebé no iba a respirar. Así que me metí dentro del bebé.
T: Seguí.
G: A mi pobre madre se la llevan para otro lado. Tiene hemorragias. Está casi inconsciente y tiene mucha gente alrededor.
T: ¿Y qué pensás cuando ves así a tu mamá?
G: No sé por qué pide esas cosas; ¡ella pide esas cosas!
T: ¿Cómo que ella pide esas cosas?
G: Ella cree que evolucionar es sufrir y no es así.
T: Muy bien, contaré hasta tres y retrocederás al momento en que comienzan las contracciones y te permitirás experimentar tu nacimiento más profundamente para terminar con todas estas sensaciones. Uno, dos, tres. ¿Qué está pasando?
G: Estoy apretada. ¡Ay, estoy atorada! Estoy esperando que me agarren. Yo hago fuerza, pero estoy trabada. Soy muy grande para pasar por ahí.
T: ¿Y qué pasa con tu mamá cuando vos estás atorada, trabada?
G: Mamá está sufriendo.