Alimentación saludable. Gloria Cabezuelo
Son las dos enfermedades cardiovasculares más frecuentes, causantes de nada menos que una tercera parte de las muertes en las personas adultas, por encima del cáncer. Además, su frecuencia ha aumentado considerablemente.
Lo más alarmante es que la edad a la que se produce el ictus y el infarto de miocardio va disminuyendo, cada vez es más habitual a partir de los 40 años en personas que tienen varios factores de riesgo.
Un hecho importante bien comprobado es que la ateroesclerosis comienza a formarse ya en la adolescencia, y va creciendo de manera progresiva a lo largo de los años. Sin embargo, puede permanecer sin dar ningún síntoma hasta el momento, varias décadas después de su inicio, en que aparece bruscamente el infarto de miocardio o el ictus cerebral. Como consecuencia, las medidas preventivas deben comenzar muy pronto, durante la infancia y la adolescencia.
La causa de la ateroesclerosis, y por tanto de la mayoría de enfermedades cardiovasculares, es multifactorial. Intervienen desde la predisposición genética hasta el estrés continuado, el tabaco o el alcohol. Sin embargo, la alimentación inadecuada, rica en colesterol y grasas saturadas es un factor muy importante en su génesis, casi el principal. Además, es el mismo factor que provoca el sobrepeso y la obesidad, por lo que están íntimamente relacionados.
Pero la alimentación es un factor modificable, que se puede prevenir con las medidas adecuadas.
CONSECUENCIAS PRÁCTICASA mediados del siglo XX, al comenzarse a realizar autopsias sistemáticas, tanto a los jóvenes soldados fallecidos en las guerras como a los muertos en accidentes de tráfico, se descubrió que muchos de ellos, a muy temprana edad, ya tenían pequeñas lesiones de ateroesclerosis en sus arterias coronarias.¡La ateroesclerosis puede comenzar ya en la adolescencia! Después puede aumentar lenta y progresivamente o bien frenarse, según las circunstancias de cada persona. |
MINIPREGUNTA¿Puede decirse que tanto la obesidad como la ateroesclerosis son enfermedades nuevas?No, han existido siempre, aunque nunca como en la actualidad.Hasta hace poco tiempo la obesidad se consideraba una señal de buena alimentación, incluso de status social, ya que significaba que no se pasaba hambre. Sin embargo, Hipócrates, la gran figura de la medicina griega (siglo v antes de Cristo), ya señaló que “La muerte repentina es más común en las personas de constitución gruesa que en aquellas delgadas”. |
La cultura cristiana, y también la renacentista, estigmatizó la glotonería. San Agustín incorporó la gula a los siete pecados capitales y en la conocida Mesa de los siete pecados capitales, de El Bosco, que se conserva en el Museo del Prado, se identifica la gula con una figura humana obesa que come y bebe sin mesura.Todo cambió a comienzos del siglo XX, cuando se empezaron a conocer y estudiar con un método científico los graves problemas de salud de los obesos. |
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¿Qué significan las palabras metabolismo, alimentación y nutrición?
El cuerpo humano está compuesto de materiales que se han incorporado desde el exterior con la alimentación, al igual que un edificio está compuesto por materiales de construcción. Pero, al contrario que los edificios, que están estáticos, el organismo está vivo y gastando continuamente energía para mantener todas sus funciones, al tiempo que renueva sus propios componentes estructurales que se van desgastando.
Nuestro cuerpo, todos sus millones de células, están activas. Todos sus componentes, órganos, tejidos y aparatos ejercen su función propia. Hay una continua renovación, un flujo ininterrumpido de entradas y salidas de materiales orgánicos.
Se llama metabolismo al conjunto de reacciones bioquímicas que son el sustrato de la vida, que permiten al organismo realizar sus funciones vitales. El trabajo metabólico se realiza dentro de todas las células y precisa el aporte, la entrada, de los materiales necesarios, los nutrientes básicos que son la glucosa, los ácidos grasos y los aminoácidos.
Pero para llegar hasta el interior de las células estos materiales han tenido que efectuar un largo recorrido, desde su ingestión por la boca como componentes de los alimentos, pasando por su digestión a lo largo de todo el tubo intestinal, la absorción en sus paredes para incorporarse a la sangre, con paradas intermedias en el hígado para su modificación.
El metabolismo tiene dos aspectos que se realizan simultáneamente, el catabolismo o metabolismo de combustión, en el que las células “queman”, en sentido figurado, el combustible orgánico para conseguir energía y convertir el sustrato nutricional en residuos como agua y anhídrido carbónico. A la inversa, el anabolismo es un metabolismo de síntesis y de construcción, que aprovecha los materiales orgánicos aportados por la alimentación para fabricar nuevas sustancias, como hormonas o proteínas.
La alimentación consiste en seleccionar, de entre los productos disponibles en el entorno, naturales o transformados industrialmente, los que queremos ingerir. Los alimentos contienen nutrientes, que después de ser digeridos se incorporarán al organismo para ser metabolizados.
Mediante la alimentación y la nutrición el cuerpo humano utiliza, ingiere, transforma y finalmente incorpora a su interior, a sus propias estructuras, sustancias del mundo exterior con el objetivo de obtener energía para mantener la vida y construir y reparar aquellas estructuras desgastadas que es necesario renovar. Además, en el caso del niño y del adolescente, estos nutrientes les permiten crecer y desarrollarse.
En síntesis, la función de la nutrición consiste en incorporar al organismo humano sustancias que existen en el medio externo a través de la alimentación.
CONSECUENCIAS PRÁCTICASLa alimentación de una comunidad varía con el tiempo, con las circunstancias, con las posibilidades económicas para comprar alimentos, y sobre todo con los cambios sociales. Así ocurrió en España, y en algunos países de su entorno, con el desarrollismo económico durante la segunda mitad del siglo XX. |
Según datos oficiales, entre los años 1965 y 1995, el consumo de pan y de cereales en g por habitante y día en España disminuyó un 69 %, y el de legumbres un 68 %.En cambio, en esos 30 años, el consumo de los españoles de carnes y derivados aumentó en un 85 %, mientras que el de leche y sus derivados, como quesos, también aumentó un 58 %. La buena noticia es que el consumo de frutas frescas aumentó en un 37 % y el consumo de pescados solo disminuyó un 2 %. |
MINIPREGUNTA¿Todas las personas tienen el mismo metabolismo?Aunque cada persona es diferente, su metabolismo es muy parecido, sigue las mismas vías y patrones bioquímicos.Sin embargo, hay variaciones individuales, como una mayor o menor rapidez que facilita o retarda la digestión y metabolización de algunos alimentos. En este hecho se basa la alimentación individualizada, que intenta personalizarla recomendando más unos alimentos que otros, pero siempre dentro de los límites de la alimentación saludable. |
También hay trastornos y enfermedades que alteran gravemente el metabolismo. Por ejemplo, en el hipertiroidismo, el exceso de hormona tiroidea, aumenta el catabolismo y la persona afectada adelgaza, aunque se nutra bien. Lo contrario ocurre en el hipotiroidismo, el déficit de hormona tiroidea. |
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¿Qué es la energía?
Todo proceso vital de las estructuras biológicas constituye un sistema de intercambio energético, capaz de obtener y transformar la energía del entorno para mantener toda la complejidad del organismo.
Estos fenómenos se rigen por los principios generales de la termodinámica, que gobiernan las transformaciones energéticas. Su origen es la energía solar, que va transformándose en energía química, que a su vez se puede transformar en energía mecánica, como el trabajo muscular, o en calor para mantener la temperatura corporal.
La unidad empleada para medir la energía es la kilocaloría (kcal) que se define como la cantidad de calor necesaria para aumentar en un grado centígrado (1 º C) un litro de agua destilada a la temperatura de 14.5 º C. También puede emplearse el kilojulio (kjul). Un kjul equivale a 0.24 kcal, y a la inversa una kcal equivale a 4.2 kjul.
La energía que utiliza el organismo humano procede de las sustancias nutritivas contenidas en los alimentos, los nutrientes.
Hay muchos nutrientes, pero solo tres de ellos son fuente de energía:
Los