Ejército de Liberación Nacional (ELN). Historia de las ideas políticas (1958-2018). Carlos Medina Gallego
el movimiento social desarrolló una dinámica de confrontación permanente con el Estado y los gremios, fortaleciendo sus niveles de independencia institucional, aumentando su autonomía y capacidad de organización y movilización. En esos doce años del Frente Nacional, se desarrolló un importante movimiento campesino de lucha por la tierra, se fortalecieron las organizaciones sindicales independientes y se libraron decenas de movilizaciones y protestas estudiantiles, en el lenguaje de la época, “antioligárquicas y antiimperialistas”. Igualmente, fue durante este periodo que se redefinió la violencia política interna, asumiendo esta un carácter revolucionario en el que se inscriben los nuevos grupos armados.
Dadas las particularidades que comienza a asumir el conflicto social interno, las que comprometen el problema del orden público, persiste durante este periodo la figura del “estado de sitio” y el papel predominantemente contrainsurgente de las fuerzas armadas.
Las valoraciones hechas sobre el comportamiento de las fuerzas armadas en el desarrollo de los conflictos internos determinan una profunda conservatización de estas y su acogimiento a las estrategias de defensa continental planteadas por las conferencias internacionales de los ejércitos americanos, coordinadas y monitoreadas por los organismos de inteligencia y las fuerzas armadas norteamericanas. Para la época, el desarrollo de la Novena Conferencia de Ejércitos Americanos, realizada en septiembre de 1969, en el “Centro John F. Kennedy de Asistencia Militar, ubicado en Fort Bragg, Carolina del Norte, y la Décima Conferencia realizada en Bogotá en 1970, van definiendo una línea de comportamiento de los ejércitos latinoamericanos cada vez más articulada a la “doctrina de la seguridad nacional (DNS)”, en la que se busca imponer un sistema altamente represivo para combatir la inconformidad popular y particularmente, el denominado fantasma del “enemigo interior”.
El aumento de la inconformidad popular frente al creciente empobrecimiento de la población, fue generando una dinámica de confrontación social durante la administración Pastrana, de la que se hicieron partícipes los sectores trabajadores y campesinos, las capas medias de la población, los estudiantes, maestros e intelectuales, que sentían de alguna manera la situación de crisis social, política y económica que atravesaba el país. A ese movimiento social de protesta se le respondió con la aplicación de los fundamentos de la “doctrina de la seguridad nacional (DNS)”, en la línea de los generales brasileños y uruguayos, mediante la persecución rigurosa, el encarcelamiento, la tortura y la ejecución extrajudicial de los dirigentes y la población inconforme en general.
Colombia llega a la Undécima Conferencia de Ejércitos del continente realizada en Santiago de Chile en 1971, preparada por la Junta Interamericana de Defensa, a compartir, con los demás ejércitos, su experiencia de lucha contrainsurgente. Allí, se solicita a los gobiernos asistentes ser más férreos y contundentes en los mecanismos de represión para salvaguardar la democracia y derrotar la infiltración y el avance comunista. La orientación es contundente: reprimir la incorformidad popular y el movimiento social, cercar y aniquilar al movimiento insurgente133.
En general, hasta comienzos de 1973, el ELN se sostenía en una dinámica que le permitía sobrevivir a un ritmo determinado de crecimiento, en una atmósfera de aciertos y desaciertos militares, y con un proyecto político que se agotaba en medio de las transformaciones que se estaban produciendo en el país. Durante el año y medio que precedió a la ofensiva final de los operativos militares en Anorí, el ELN se desarrolló en una dinámica de colonización política en nuevas zonas hasta entonces no exploradas por la Organización, particularmente, en los territorios de Bolívar, Antioquia y Santander.
En febrero de 1972, se habían ubicado por la región de Remedios los grupos de Ricardo Lara y los hermanos Manuel y Antonio Vásquez. Ricardo Lara inicia con su grupo una travesía hacia el sur de Bolívar con el objeto de encontrarse con Fabio. Los hermanos Vásquez se quedan a realizar el trabajo de colonización armada de la región, para lo cual dividen el grupo en cuatro comisiones o subgrupos: uno a cargo de Manuel (Jerónimo), otro a cargo de Antonio (Emiliano), el tercero a cargo de “Noé” y el último cuya principal función consistía en adelantar tareas de tipo militar, quedó bajo la responsabilidad de “René”.
Los tres primeros grupos dedicaron, hasta junio de 1972, a conocer y reconocer el territorio, a hablar con la población y adelantar el trabajo político de nucleación e incorporación. El último grupo realizó acciones de tipo militar, entre las que se cuenta el asalto a una volqueta en Yalí, que movilizaba efectivos militares. A mediados de junio los grupos se vuelven a encontrar para evaluar el trabajo realizado. Para ese momento se ha producido un número significativo de incorporaciones que en alguna medida obliga a utilizar un espacio de tiempo importante para su formación. Se dispone de los meses de junio, julio y parte de agosto para su capacitación político-militar y para trazar nuevas tareas.
En el mes de septiembre, el grupo de los hermanos Vásquez se reencuentra con parte del grupo de Ricardo Lara; trazan un plan de trabajo y subdividen nuevamente el grupo con el objeto de cubrir una mayor área, desarrollando en ella trabajo político y actividad militar. Se trataba básicamente de consolidar el trabajo realizado en los meses anteriores, conocer en mejor forma la zona, no solo en los aspectos topográficos, sino, fundamentalmente, en los aspectos social y político.
La particularidad de esta etapa de la vida del ELN es que, si bien no se logró consolidar el trabajo político con la población, lo que repercutiría profundamente en los acontecimientos posteriores, la guerrilla sí se reprodujo como estructura militar hasta casi doblarse en número.
En general, en este periodo, el ELN pudo observar que la zona era muy amplia y comprometía, para su trabajo, grandes esfuerzos; fue definiendo la estratificación social de la población y, en particular, su cultura tradicionalista y sus inclinaciones políticas conservadoras.
Para enero de 1973, el grupo inicial se subdividió en dos grupos con el objeto de desplazarse por zonas vecinas a las ya trabajadas. El primero de ellos, bajo la dirección de Manuel Vásquez, se ubicó en terrenos de Amalfi y comenzó a trabajar con la población; el segundo grupo se subdividió en tres comisiones que debían realizar actividades político-organizativas, reconocer la zona e incorporar sobre la marcha nuevos militantes. Para marzo, la guerrilla se encontraba cerca de la carretera que une Segovia y Zaragoza. El primero de los tres grupos viaja por la margen izquierda del río Pocuné, llegan al río Caná y cerca de la desembocadura cruzan el río Porce, ya en territorios de Anorí, para posteriormente, Porce arriba, llegar hasta el sitio El Astillero, donde cruzan el puente hacia la margen derecha en territorios de Amalfi.
El segundo grupo, que se había separado del anterior entre El Encantado y La Fragua, continúa hacia el río Mata, lo cruza, llega al río Tinata, para marchar luego sobre el Porce, atravesar el río y encontrarse con el primer grupo en el mes de abril.
El tercer grupo, al mando de Antonio Vásquez, intenta apoyar una serie de acciones que pretendía realizar la guerrilla en la zona. No obstante, la imposibilidad material de hacerlo lo obliga a desplazarse por la margen izquierda del río Porce, en donde se logra comunicar con el grupo de Manuel Vásquez que se encuentra localizado en las cercanías de Salazar de Amalfi. El grupo de Antonio Vásquez, viaja hacía el Porce con la intención de unirse con el grupo que comanda Manuel y, una vez reunidos los dos grupos, tomarse Anorí; esto a finales del mes de mayo de 1973.
En junio, reunidos los dos grupos, evalúan las dificultades existentes para tomarse Anorí y se decide la constitución de un grupo de treinta guerrilleros para la realización de un operativo militar y de finanzas. Se produce entonces la toma de Salazar (Amalfi). Esta acción generará una serie de patrullajes y operativos militares del ejército, que se constituyen en la antesala de los operativos de Anorí.
A finales de junio y comienzos de julio, los grupos se encontraban distribuidos en los territorios de Amalfi, Anorí y Segovia: Manuel Vásquez con su grupo se había ubicado en la quebrada La Gómez, cerca al río Porce (Amalfí); Antonio va rumbo a Segovia, con un pequeño grupo, con la tarea de entrar en contacto con la ciudad y buscar comunicación con Fabio, del que no se sabía nada desde hacía varios meses; el grupo de “Noé”, se encuentra localizado en el Carmen, territorio de Anorí.
A mediados de julio, en