Devorador de almas. Ana Zapata
que necesitas estrenarlos—. Saca de su cartera un lápiz labial bordó y me sostiene del hombro con una mano, mientras me pinta. Cuando termina, se saca una de sus hebillas doradas y me peina el flequillo hacia atrás, dejando un mechón al costado de mi rostro. Pongo cara de fastidio.
—Creerá que me arreglo porque me parece atractivo.
—El calificativo “atractivo”, no le hace justicia. Sí tú no lo haces… estoy disponible.
—¿Tienes que estar siempre disponible Victoria?
—Jezz… tengo que confesarte algo —. Su voz se torna extraña.
—¿Te gusto también? Tu perversión no conoce límites —. Lanza una agradable risa y luego vuelve a ponerse seria.
—Es él —espeta con la voz quebrada. —Anoche le envié un mensaje para que viniera.
Me congelo.
—Imposible… ¿Estás loca? ¿En qué demonios estabas pensando?—. Me altero demasiado.
Su voz suena mucho más incitante en persona. No lo hubiera creído. No puede ser. Me muerdo los labios y Victoria me reprende.
—No me lo esperaba, Jezz —acuerda iracunda. Pongo los ojos en blanco. —Beatriz está jugando sucio —altera indignada.
—¿Por qué a mí?
—Sabe que le gustas a Isaac —explica convencida y con un rastro de culpa en la voz.
—Si… claro. Está equivocada —refuto alterada. Deseo tenerla en frente para rendir cuentas. —En cualquier caso debería habértelo presentado a ti.
—Por favor. Isaac es tu amigo—. Sus ojos chispean con fervor.
—¿Qué hago? Estoy muy ebria para urgir un plan.
—Eres atractiva, Jezz… en tu lugar lo aprovecharía —confiesa con el rostro acalorado. Le pongo mala cara.
—Claro… es una muy buena idea. Se me da bien seducir extraños.
—Vamos, Jezz. Hay que darle una lección… Sé que tú puedes seducir a quien sea—. Agita mis hombros. —Mírame, has esto—. Gira un poco su cabeza y muerde su labio inferior, soltándolo lentamente y dejando su boca sutilmente entreabierta. Levanto mis esculpidas cejas, asombrada.
—¿Tan zorra?—. Sonríe encantada.
—Tan sexy. Muero por verte hacerlo.
—¿Es broma? ¿Lo viste? —acuso bajando la mirada. —Es un maldito modelo. ¿Qué puedo decir?
—Sí… es bastante sensual… muy sugestivo y creo que le interesas.
—¿Es otra broma? —repito. Victoria también está tomando alcohol.
—¿Te vas a rendir?
—¿Rendir? Olvídalo.
—¿No ves cómo te mira? Eres tan tonta.
—Por ser tu amiga en todo caso—. Me tomo la cabeza exasperada.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.