Comunicación en sesión. Eduardo Issaharoff

Comunicación en sesión - Eduardo Issaharoff


Скачать книгу
para nosotros, posee una notoria potencialidad.

      Abordamos esta tarea con el objetivo de examinar la coyuntura actual de la así llamada “crisis del psicoanálisis”, entendiendo que el término crisis no indica una atribución peyorativa sino que marca, dentro de las muchas crisis del psicoanálisis, una modalidad actual que tiene sus peculiaridades. Intentamos, por otra parte, dialogar frente a cierta babelización en nuestra disciplina, que nos hace preguntarnos si se trata de una o varias. En ese sentido, nuestra intención es enfocar la problemática actual del psicoanálisis para pensar modalidades que permitan un intercambio en la comunidad de colegas interesados en el mismo.

      La obra de Liberman representa y ofrece una búsqueda, una alternativa como instrumento de conocimiento. Son muchas las cuestiones que abarca, entre ellas los problemas de tipo clínico-nosográfico a los que se enfrenta el psicoanálisis y que han desbordado los marcos teóricos freudianos; los contrastes, divergencias y similitudes entre los diversos esquemas referenciales surgidos luego de Freud y, finalmente, las problemáticas que se han suscitado a partir de la cultura contempóranea, con el innegable signo que los fenómenos de la violencia, la hipercomunicación y la inestabilidad económica han impuesto en las sociedades actuales.

      Frente a las limitaciones que presenta esta tarea, pretendemos reactivar esa búsqueda, y no agotarla con respuestas absolutas. Nos encontramos, además, en un punto particular de una historia que se sigue desarrollando y presenta nuevos desafíos. Si, aun con límites, logramos tal objetivo, consideraremos justificado nuestro intento, que por supuesto incluye una expresión de homenaje y gratitud a este gran maestro del psicoanálisis que fue David Liberman.

      Benzión Winograd

      Aclaraciones preliminares

      Cuando nace una hipótesis, nace simultáneamente un camino que no tiene fin y en el que la investigación que se generó a partir de esa hipótesis dibuja una trayectoria no lineal en el tiempo. Los caminos de la investigación dependen de lo que busca cada investigador y de sus estrategias. Por eso no debe sorprender que las hipótesis de Liberman no tengan un desarrollo lineal en la comunidad psicoanalítica.

      A Liberman esa búsqueda lo llevó a recorrer un camino de investigación más allá de la clínica y de las teorías psicoanalíticas. Su hipótesis central vincula los fenómenos psíquicos con los del lenguaje. En su tiempo, lo psicoanalítico estaba fuertemente influenciado por Melanie Klein y lo lingüístico por de Saussure. La integración que hace Liberman de la teoría kleiniana con otras teorías psicoanalíticas es un trabajo de síntesis notable, orientado por su hipótesis central, que es establecer relaciones entre las evidencias psicológicas con las lingüísticas. Esta estrategia y la búsqueda en el terreno lingüístico de teorías nuevas que le brinden mayores posibilidades lo conducen desde de Saussure a Chomsky. En la formulación de los niveles profundos y superficiales de la teoría chomskiana, encuentra un buen apoyo para construir el testeo de las hipótesis psicoanalíticas.

      En El lenguaje y el entendimiento y Los problemas del conocimiento –este último conocido como Las lecturas de Managua– Chomsky propone cuatro puntos que definen su estrategia para el estudio del lenguaje y, en general, de la mente humana. Pero, aun cuando considero que su estrategia es acertada y apunta a las cuestiones esenciales, mucho camino se ha recorrido desde entonces en la investigación del lenguaje.

      En la actualidad, las distintas teorías y formas de la pragmática del lenguaje han contribuido significativamente a responder sobre cuestiones semánticas que las teorías anteriores no satisfacían. Si bien en psicoanálisis hay algunos autores que trabajan sobre la relación con el lenguaje, estos trabajos no son numerosos ni desarrollan una estrategia abarcativa y de largo alcance. La labor de Liberman puede ser considerada como la más amplia y ambiciosa que intenta incluir al psicoanálisis en el marco científico general, y en los métodos y procedimientos de las ciencias, conservando lo peculiar de los materiales con los que trabaja el psicoanálisis.

      Mis exposiciones incluidas en este libro corresponden al estado del conocimiento y de las teorías en el momento en que las produje. Si bien sigo trabajando sobre el lenguaje en tanto fenómeno psicológico y sus dimensiones psicoanalíticas, e incorporando aspectos de las teorías pragmáticas, no publiqué aun estas ideas. Pienso que lo actual, en mi trabajo, está dentro del camino que inició Liberman y que, en mi opinión, sigue siendo válido en sus búsquedas e hipótesis fundamentales.

      Eduardo Issaharoff

      Primera Parte

      Capítulo 1

       Liberman en sesión

      A continuación reproducimos fragmentos de sesión –y análisis de los mismos–, que corresponden a un material clínico de Liberman publicado en varias oportunidades[1]. De esta manera se tomará contacto directo desde el comienzo con una muestra de su modo de analizar, pensar y escribir.

      Ejemplo clínico aportado por Liberman

      [...]

      Los pacientes que vamos a presentar manifestaron, al comienzo de su análisis, un incremento en algunas de las funciones yoicas como defensa frente a otras funciones que estaban inhibidas por el conflicto neurótico. Cuando se resuelve el proceso terapéutico, la pauta que estaba más inhibida ingresa en el Yo y pasa a convertirse en una función instrumental más, hecho que es simultáneo con el cambio cualitativo del Superyó.

      La paciente del primer caso comenzó su análisis a los treinta y seis años y dijo que sentía un fracaso en su adaptación que la condujo a un aislamiento social, pobres relaciones afectivas y frigidez en sus relaciones genitales.

      a. En el siguiente fragmento de sesión de comienzos de su tratamiento se aprecia un predominio de la utilización de ingredientes de lenguaje de acción en su comunicación verbal; buscaba así estimular y polarizar la atención del analista, al procurar crearle expectativas de profundizar en el conocimiento de su psicopatología de la vida erótica; esto era una manera de configurar una manipulación tendiente a inocular la privación afectiva y erótica que le resultaba muy difícil de detectar en sí misma sin inyectar en el analista. También pudo verse que esto ocurría cada vez que el lenguaje articulado tenía una apariencia de dar información cuando en realidad era un vehículo (falo) para la intrusión en la mente del terapeuta que escuchaba las respuestas aludidas. Con voz aguda, fuerte y hablando de una manera rápida, dijo en esta sesión:

      “A veces tengo miedo de ser snob. Me desprecio a mí misma por lo que soy. (Hizo un silencio y prosiguió) Hoy alguien piensa: ‘Sí, es una snob’. Y yo no sé si soy o no soy. ¿Quién me puede decir que prefiera fregar cacerolas en vez de estar tranquila leyendo un libro? (En forma crecientemente enfática prosigue) Hace más de quince días que no tenemos relaciones con mi marido. ¿Usted cree que tengo angustia dentro? No. No me va a decir que eso es normal... ¡Ay, tengo un revoltijo en la cabeza bárbaro! ¿Sabe qué sensación tengo ahora? Una que tuve muy pocas veces: éxtasis, placer, satisfacción de acá (abdomen) hasta acá (pecho). Pareciera... como de vacío. ¡Cuántas veces lo he buscado en los libros! No sé si lo describí bien: una cosa muy linda que se siente adentro y que da bienestar a todo el físico. Tengo la sensación de que se mueve la cama en un terremoto. En casa me pasa muchas veces, como en los temblores”.

      Hay que tener cautela de no confundir el texto con lo contextual que sutilmente contiene este tipo de verbalización. La utilización del lenguaje articulado como vehículo para la intrusión resultó detectable por la manera fluida y rápida de hablar; las pausas estaban destinadas a hacer decir a la terapeuta las interpretaciones que ella quería y también a auscultar en ella el efecto de sus propias palabras. Para aclarar más este punto nos vamos a referir al significado contextual transferencial de una parte del material que transcribimos textualmente.

      Ella temía que los otros se diesen cuenta de sus comunicaciones verbales superficiales (“snob”) y que por eso fuese despreciada. La utilización del pronombre relativo “quien” en el siguiente material, seguida por la afirmación de ser una snob, era una manera de devolverle a la analista el desprecio con que ella revestía el silencio de la terapeuta. Tenía que contrarrestar la creencia


Скачать книгу