Jesús de Nazaret. Madre Andromeda de Jesús
ha sido alterado por loe experimentos realizados hacia otros mundos.
Los investigadores, pioneros de estos viajes, confirmarán lo dicho en este escrito.
Existen en el planeta Tierra, innumerables formas de vidas que se manifiestan, desde su más incipiente estado progresivo, hasta las más adelantadas en su evolución espiritual, que van acorde con la conciencia del planeta.
Con esto os digo, cada criatura que habita en la tierra, sigue un proceso gradual único para ella, que se sincroniza, con el planeta que ha escogido, por afinidad a su nivel evolutivo, en el cual puede desarrollar y ascender a nuevos estados de conciencia.
Por esta razón, las formas de vidas que habitan en el planeta, sea cual sea el ambiente que lo rodee, es correspondiente con su estado actual de conciencia, siendo afín con las vibraciones que emiten con quienes se va a interrelacionar, en armonía con su forma de vida, para su evolución.
Esta es la causa, por la cual, se encuentran en la tierra, variadísimas formas de vidas, según, el estado de conciencia de cada una, que es única e irrepetible. En este nivel de conciencia de la población que mora en la tierra, el avance espiritual es muy lento y pesado.
Las formas de vidas que alcanzan sutilizar las fuertes vibraciones de escasa frecuencia de amor, sobresalen sobre la población que los rodea, y son ubicados por vibración de amor en un mejor lugar, de condiciones de vida más armoniosas.
Las formas de vidas que han evolucionado ascendiendo a un nivel superior de conciencia, por disposición divina, realizan actividades espirituales, lo cual, les es dado por vibraciones de energía amor, que conduce al ser a realizar comportamientos amorosos.
Cuando el ser ha alcanzado un alto nivel de conciencia, ya no es correspondiente con el medio que lo rodea y por ley de amor, es ubicado en lugares afines con su vibración de amor.
La energía amor, que es la misma que emiten las corrientes energéticas, es la que actúa en la creación, constantemente, ya sea utilizada acertadamente o lo contrario, por tal razón, es tan poderosa utilizada positiva o negativamente, no hay diferencia.
Cuando la energía amor, es empleada desacertadamente, la evolución espiritual, se estanca, impidiendo su avance, por su baja o escasa vibración de energía amor y cuando es utilizada con acierto se avanza, espiritualmente, a niveles de mayor luz de conciencia, que conlleva a la comprensión de la grandeza interior que todo lo abarca.
Cuando se ha llegado a esta comprensión, por vibración de energía se comienza a desplazarse a mundos de igual o superior vibración de energía amor, con las que se es correspondiente y en estos mundos de mayor luz, se recibe sabiduría acorde al nivel de conciencia, cuando se ha superado el aprendizaje en la tierra.
En cambio, para aquellas formas de vidas que no avanzan por su renuencia al cambio espiritual, en su anquilosamiento espiritual, repiten lo que no han comprendido, hasta cuando asimilen su comprensión.
La vida en el planeta Tierra, se gesta bajo las condiciones energéticas, de baja o escasa vibración de energía amor, por lo tanto, es lenta y pesada y hostil, la evolución de la corriente de vida, por la energía que se mueve en este estado de conciencia, generado por bajas vibraciones de energía amor emitidas por sus moradores, haciendo que el planeta pertenezca a las creaciones oscuras.
La vida en sí misma es pura y perfecta y está permanentemente presente en toda la creación, ya que la vida es energía y la energía es amor. Las corrientes de vidas, en cualquiera de sus expresiones, con su libre albedrío la hacen dura y difícil, creando en su entorno limitaciones y oscuridad por decisión propia.
Toda forma de vida posee libre albedrío, es única, por lo tanto, toma sus propias decisiones, de acuerdo al nivel de evolución en que se encuentre, lo cual ayuda a su letargo espiritual o adelanto interior.
Todo en la creación vive, piensa siente y se comunica, por muy lenta y pesada que sea la frecuencia en que vibre en amor, lo cual establece los diversos niveles de crecimiento interior.
La energía amor, pulsa constantemente en la creación, sin distingo alguno, sólamente se diferencia por determinación de la forma de vida en su evolución. Cuando una vida se desarrolla en planos de conciencia elemental, su progreso se mide por el avance en la manera con la que se reviste, que la hace sobresalir dentro de un conglomerado, para pertenecer a otro de su misma vibración.
Si observáis las hormigas, por ejemplo, os daréis cuenta, que existen variedad de especies, que constituyen grupos determinados y de acuerdo a su avance progresivo, van tomando formas diferentes para pertenecer a otros grupos de mayor conciencia. Este es el proceso por el que la vida va pasando, siendo intocada en su esencia misma.
Este cambio en las corrientes de vida es el que conduce a nuevos niveles de conciencia, que pueden darse en largos lapsos de eternidad o lo contrario.
Nunca la vida, que es la energía amor en acción, es dada discriminadamente, sino que es dada en igualdad para toda la creación, sólo la corriente de vida la hace diferente, según, la forma de vida que esté realizando en el plano evolutivo en que se encuentre.
La vida no tiene peso ni medida, es igual para todos, pues, es una dación divina, un regalo de amor eterno, único para cada forma de vida, y, por consiguiente, nada ni nadie puede quitar su existencia, porque es eterna.
Es un error creer que la vida se puede quitar o perder, eso jamás sucede en ninguna parte de la creación, ya que la vida es el amor del Eterno Creador presente en toda su creación.
En aquellos tiempos de mi estadía en Galilea, muchos fueron los tropiezos que se presentaron en mi vida de Mesías, más sin embargo, fueron superados por mi fe y mi firmeza en la misión que el Padre Celestial en Mí había confiado.
Después de mi partida del planeta, se crearon muchas leyendas acerca de mi ministerio, que todavía persisten y que no son verdaderas, por ello hoy, a través, de este escrito, aclaro uno de los aspectos de mi vida en la tierra, que sigue siendo mentira y aún así, continúa difundiéndose por la tierra y ese suceso tergiversado de mi vida, es la resurrección.
La resurrección, amados míos, sólamente puede darse en espíritu, y como es sabido, todo lo que es del espíritu es eterno e indestructible, mientras que, en la materia, todo es transitoria y efímero, luego, la resurrección no puede darse en la materia, por tal razón, dije: lo que ha nacido de la carne, carne es, es decir, pertenece al mundo material y como todo lo que es del mundo material, es efímero y termina, por consiguiente no puede resucitar.
En cambio, la vida en el espíritu es eterna, este principio de vida dado por el Eterno Creador, no puede fenecer ya que hace a la creación, a su imagen y semejanza. Si razonáis bien, la vida establece que el espíritu no fenezca porque es creado a imagen del Creador, que es Espíritu Puro, por consiguiente, toda resurrección, únicamente se da en espíritu y jamás, en el cuerpo físico.
La carne fenece porque sólamente es la envoltura, que sirve de vestidura, al espíritu, para que éste pueda entrar al mundo de la materia, así, como el minero se reviste de ropa apropiada para incursionar en las entrañas de la tierra, y después que la vestidura ha cumplido su servicio, es desechada, de la misma manera, ocurre con el cuerpo físico, por lo cual, es imposible que éste resucite.
Así, como cada oficio tiene su vestidura apropiada y al terminarlo se desecha la ropa, de igual manera, cada forma de vida tiene su cuerpo físico apropiado, para su experiencia a realizar y al concluirla lo abandona al desencarnar.
Es importante