Soltería. Noviazgo. Compromiso. Matrimonio. Ben Stuart
Sin dudarlo, Michael saltó sobre la granada, absorbiendo la explosión y, con ello, salvando a sus compañeros de equipo. Cuando el Presidente Bush le otorgó la medalla de Honor póstumo, un compañero durante el discurso dijo: “Mikey miró a la muerte en la cara ese día, y dijo: ‘No tomarás a mis hermanos, iré yo en lugar de ellos”2.
Por esta razón el gobierno de los Estados Unidos le entregó el honor más alto, y la armada especial quiere navegar en un barco grabado con su nombre. Porque él pagó el sacrificio póstumo. Y lo hizo por amor.
Ahora, déjeme hacerle una pregunta seria: los hombres en esa azotea juntamente con Michael ese día, ¿cree usted si alguna vez ellos se preguntan si importaba o no a Michael la vida de ellos? ¿Cree usted que a veces se preguntan si Michael realmente les apreciaba? No creo. Su sacrificio silencia cualquier voz de duda en un momento. Él dio todo para que ellos puedan vivir. Esa es la última señal de amor.
Amigo, ¿se pregunta usted si Jesús le ama? ¿Se pregunta usted si el cielo sonríe o frunce el ceño contra usted? Mire a la cruz. Vea a Jesús mismo exponiéndose al peligro a favor de usted, absorbiendo las consecuencias fatales de nuestro pecado y la vergüenza para que pudiéramos vivir. Usted es amado/a. Si confía su vida al Hijo de Dios, entonces el cielo le sonríe hoy y siempre. Usted vive bajo la misericordia de Dios, no bajo el juicio.
El amor permanece
La forma final que podemos saber que somos amados: El amor de Dios permanece con nosotros porque su Espíritu mora en nosotros. 1 Juan 4:13 dice: “¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu.” ¿Cómo sabemos que somos amados? Porque cuando Dios nos invita a ser parte de su familia, él nunca nos deja. Él nos da su mismo Espíritu. Su amor permanece.
Durante mi último año en la secundaria conocí a la pareja más atractiva que había visto en mi vida. Él era un deportista profesional. Ella era una modelo. Y juntos eran tan impresionantes que cuando entraban en una habitación, al instante cesaban las conversaciones y las cabezas se volteaban. Ellos también eran personas extraordinariamente amables y generosas, a quienes era fácil de vitorear. Eran la pareja americana ideal. Entonces, al acercarse el tiempo de su matrimonio, ella fue diagnosticada con esclerosis múltiple. Ella comenzó a tener problemas para utilizar sus manos. Dentro de unos meses, ella ya no podía levantar los brazos lo suficientemente altos como para cepillar su cabello. Su condición fue empeorando sin señales de mejora. Al darse cuenta de una perspectiva sombría para sí misma, ella llevó a su novio a un lado y le dijo que estaba bien si quería cancelar el compromiso. Ella no quería que él se sienta obligado a quien se enfrentaría a tal dificultad y lucha. Él no consideró su oferta ni un segundo. Recuerdo estar entre la multitud mientras que recitaban sus votos el uno al otro. Sus ojos se llenaron de lágrimas y su voz se quebró mientras ella trataba de repetir las palabras “en la enfermedad y en salud”. Ella sabía lo que esas palabras costarían a él. Él simplemente la sonrió y apretó la mano de ella firmemente. Recitó sus votos con entereza y claridad: “Prometo amarte para bien o para mal, en la enfermedad y en salud hasta que la muerte nos separe”. Él voluntariamente asumió cualquier inconveniente que pueda venir, porque quería estar con su amada.
Dios quiere lo mismo con nosotros. La palabra permanecer en 1 Juan 4 simplemente significa “quedarse aquí”. Él sabe que lucharemos en esta vida. Vamos a fallar y fracasar. Seremos débiles. Pero no importa lo que venga, su amor declara, “no me iré. Me quedo contigo”. Porque eso es lo que hace el amor. El amor permanece.
Si usted está en Cristo, el ser más hermoso y poderoso en existencia te aprecia. Él conoce tu nombre. Él te ve. Él dio todo para hacerte suyo. Nunca te dejará. Usted no necesita gastar un solo momento de su vida tratando de ganarse el amor o estima de los demás. Usted tiene su amor. No necesita buscar que alguien llene su tanque de amor. Puede encontrar una abundancia en él.
Cuando entendemos esto, cuando descansamos en su cuidado amoroso, tenemos los recursos en nosotros para entrar en el mundo como dadores en lugar de recibidores. Podemos ser fuentes en lugar de desagües. Podemos usar nuestros dones y recursos para bendecir a otros en lugar de utilizar a otros para intentar hacernos sentir bendecidos. El amor aceptado se convierte en amor extendido. ¡Este es el tipo de vida que usted desea vivir en el mundo!
Por amor de NASCAR
Hace varios años un amigo mío me invitó a ir con él y su novia a una carrera de NASCAR. De camino a la pista, la novia de mi amigo, Rebeca, explicó que teníamos unos boletos extras. Unos cien extra para ser exactos. Instantáneamente al enterarse de la noticia los muchachos en el vehículo saltaron de emoción: “¡Podemos venderlos! ¡Esto va a ser genial! ¡Seremos ricos!” Pero Rebecca interrumpió rápidamente, “muchachos, estos boletos fueron dados gratuitamente a nosotros. Creo que deberíamos darlos gratis”. Ah, hombre. Tan pronto como ella lo dijo nos dimos cuenta de que probablemente teníamos que hacer lo que ella dijo. Sonaba un poco como la Biblia. Pero no estábamos súper entusiasmados. Hasta que llegamos allí. Cuando llegamos encontramos una línea larga de personas que se extendía desde la puerta de entrada a la pista hasta el parque de casas rodantes. La gente en la fila se veía ansiosa. Estaban con la esperanza de comprar entradas para la carrera, pero ninguna garantía había de que iban a conseguirlas. Rebecca se acercó a una familia joven en medio de la fila y dio a cada uno un boleto. Por unos momentos ellos solo la miraron fijamente con evidente escepticismo. Finalmente uno de sus hijos corrió hasta la puerta de entrada. El oficial de la pista escaneó el boleto, y el niño pudo entrar. Cuando sus padres vieron que los boletos eran reales, miraron a Rebecca con incredulidad. ¿Cómo podría usted hacer esto? ¿Por qué hace esto? ¡Esto es tan bueno para ser cierto! Tan pronto como vimos la mirada en sus caras, todos los pensamientos de sacar un beneficio financiero huyeron de nuestra mente. Durante los próximos minutos, los cuatro de nosotros caminamos arriba y abajo de la fila, discretamente repartiendo boletos. Las personas se echaban a reír. Algunas se echaron a llorar. Se sentía absolutamente increíble alegrarles su día. Luego, cuando se entregaron todas los boletos de entrada, usamos nuestros boletos y entramos. Cuando entramos en la sección de nuestros asientos nos dimos cuenta de lo que nos debería haber sido obvio: las entradas que habíamos entregado eran todas en un bloque de asientos. A todas las personas que habíamos dado entradas estaban sentadas a nuestro alrededor. Las horas siguientes fueron de gran emoción cuando nos sentamos entre todos aquellos que habíamos introducido en NASCAR. ¿Por qué experimentamos este momento alegre? ¿Qué nos permitió ser tan generosos con estos boletos? Cuando sabíamos que teníamos una abundancia, fuimos liberados para ser generosos.
Mi amigo, es lo misma con el amor. Cuando sabemos que estamos conectados a la inagotable aceptación, perdón, gracia y el cuidado del Dios del universo, entonces somos libres para extender ese mismo amor a todos los que están en necesidad. Este es el tipo de persona que usted quiere ser. Este es el tipo de esposo o esposa que desea ser. Recibiendo libremente amor divino. Libremente dando amor divino. La primera carta de Juan 4:19 declara: “Nosotros amamos porque él nos amó primero”. ¿Quiere usted ser un gran amigo? ¿Un gran compañero de trabajo? ¿Un gran esposo o esposa? Entonces reciba el amor de Dios y tendrá una abundancia para dar.
soltería: devoción
Dios ha ordenado una temporada de soltería para cada ser humano en el planeta. La soltería no existe simplemente como una adolescencia extendida, una búsqueda de la ambición de una carrera o una fase preparatoria para el matrimonio. Más bien, Dios ha ordenado la libertad única de la vida soltera no para las distracciones o las ambiciones, sino para devoción a él.
2
el propósito de la