El esposo ejemplar. Stuart Scott

El esposo ejemplar - Stuart Scott


Скачать книгу
conocido a la manera de Dios. Algunas personas piensan que la manera de Dios de lidiar con el pecado es simplemente confesarlo y pedir perdón. La Biblia enseña que debemos lidiar con nuestro pecado en una manera más completa y práctica.

      Cuando pecamos, Dios quiere que hagamos tres cosas:

      • Confesar nuestro pecado como pecado (Proverbios 28:13; I Juan 1:9) y pedir perdón con la resolución de arrepentirnos (Mateo 6:12).

      • Pedir a Dios por Su gracia transformadora para cambiar, con la misma resolución a arrepentirnos (Salmo 25:4; Juan 15:5).

      • Arrepentirnos de acuerdo al proceso de cambio de Dios por:

      a. Trabajando a renovar la mente con la Escritura (Romanos 12:1-2). Esto involucra conocer la Escritura acerca de cualquier asunto de pecado lo suficientemente bien para específicamente cambiar el pensamiento equivocado en un pensamiento que está en acuerdo con los principios y promesas de Dios. Debemos determinadamente guardar y renovar nuestras mentes. (Ver el Apéndice Uno para una forma de asistirte en la renovación de la mente.)

Ejemplo de Pensamientos a Renovar
Pensamientos pecaminosos, Desprovistos de Dios Pensamientos de Agradecimiento, Confianza, y Esperanza
¡Ya no puedo! No soporto más este trabajo.(desaliento/ renuncia) Señor, Tu conoces todo sobre esta difícil situación. Gracias porque tengo trabajo y porque tu puedes ayudarme a soportar. Oro para que suplas un trabajo diferente si eso es lo mejor. (Filipenses 2:14; 4:13)
Solo quiero que me dejen solo.(egoísmo) Señor, Tú sabes que no me siento con deseos de dar ahora mismo, pero te agradezco que tengo una familia y que tú puedes darme la fortaleza. Ayúdame a servirte y a los demás ahora. (Filipenses 2:3-4)
¿Y si pierdo mi trabajo?(preocupación) Señor, Oro que no pierda mi trabajo, pero si pasa, yo sé que de alguna forma proveerás. Te agradezco que eres fiel y estás en control. Confío en ti. (Mateo 6:25-34)

      b. Trabajando a despojar acciones pecaminosas y vestirse con las justas (Efesios 4:20-24). Esto conlleva poner suficiente pensamiento en la vida de uno para: (1) específicamente planear como y cuando un pecado particular será evitado, y (2) determinar formas específicas de aplicar sus alternativas correctas. El verdadero arrepentimiento no toma lugar sin estas cosas. (Ver Apéndice Dos para una explicación más completa del proceso de cambio de Dios.)

Pensamientos Pecaminosos a ser Remplazados
QuitarNecesito parar… AgregarNecesito empezar… CuandoNecesito practicar cuando… PensamientosNecesito renovar… Donde Empieza la TentaciónNecesito evitar…
Estando enojado: Siendo gentil y teniendo dominio propio: Estoy cansado “¡Este es mi tiempo de descansar y relajarme!” Falta de sueño
Hablando- Palabras odiosas Hablar con:- Palabras que solamente edifiquen Los niños son desobedientes “¡No aguanto esto!” Siendo negligente en instruir a mis niños
- Levantar la voz - Tono áspero - Un tono de voz gentil Necesito hacer algo y estoy siendo estorbado “¡Déjame tranquilo! No puedo hacer nada más.” Sobrecomprometiéndome a mí mismo
- Rostro enojado Versículos:Sal. 37:8Ef. 4:31Pro. 29:11a - Un rostro amable Versículos:1 Tes. 2:7Ef. 4:29Pro. 29:11b Alguien peca contra mí “¡Cómo se atreven!” Esperando buen trato y respeto

      3. La Provisión de la Glorificación de Dios

      Dios promete llevarnos al cielo donde Él está y liberarnos de nuestra inclinación pecaminosa (1 Corintios 15:50-58). ¡Qué gran esperanza tenemos! ¡Esta vida no es todo lo que existe! Nuestro corto tiempo sobre la Tierra no es ni siquiera de lo que se trata la vida. Todo está funcionando hacia el gran fin del pueblo de Dios morando con El por la eternidad (Apocalipsis 21:3, 7).

      Cada esposo cristiano necesita tener una mente celestial (Colosenses 3:1-3; Mateo 6:33). Anhelaremos más el cielo si aceptamos plenamente el hecho de que esta vida no es el cielo, y nunca lo será. Si vivimos con el cielo en nuestras vistas, agradaremos a Dios y seremos menos dados a cansarnos en las dificultades de la vida (Hebreos 11:8-10; 12:1-3). Recodar que veremos a Jesús cara a cara un día puede también tener un efecto muy purificador para nuestras vidas (1 Juan 3:2-3). Deberíamos esforzarnos por mantener una perspectiva eterna y colocar toda nuestra esperanza y nuestro futuro con Cristo.

      Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.

      1 Pedro 1:13

      Debemos renovar nuestras mentes porque nuestras acciones fluyen de nuestros motivos, pensamientos, y creencias. Este hecho puede ser ilustrado algo como así:

       Está Confiado

      Hemos visto las opiniones falsas del hombre que necesitamos rechazar, quien el hombre es de acuerdo a Dios, y cuáles son las verdaderas necesidades del hombre. También hemos visto para qué fue creado el hombre y las provisiones de Dios para obtener esto. A menos que Bob y Ralph cambien su forma de pensar acerca de sí mismos, no hay esperanza para ellos de ser los esposos que Dios quiere que ellos sean. Tú, por otro lado, tienes gran esperanza si te agarras de estas verdades fundamentales acerca de quien tú eres. Lo más importante, ellas te permitirán relacionarte con Dios apropiadamente.

      No puedo garantizar que si te dedicas a Dios y Su voluntad, tu esposa responderá en la misma manera. De hecho, para algunos, las cosas puede que se pongan peores si te conviertes más en el hombre que deberías ser. Pero, basado en la Palabra de Dios, si tienes fe salvadora en Cristo, yo puedo garantizar que el mismo Dios que murió por tus pecados y se levantó otra vez nunca te dejará o te abandonará, no importa cuales sean las circunstancias (Hebreos 13:5-6). Puedo asegurarte que tú puedes (por gracia) caminar con Dios y ser Su tipo de hombre (Colosenses 1:9-12). Y, puedo decirte con certeza que si eres un creyente, un día verás a Cristo cara a cara (Apocalipsis 22:4). Es, al en enfocarse en estas tres seguridades, que encontrarás gozo en tu peregrinaje hacia el cielo.

      ¡No temas, oh hombre de Dios! ¡La Palabra de Dios no pretende (ni tampoco yo) enviarte a una búsqueda cuestionable para ponerte en contacto con tu llamado lado femenino! Por otro lado, tampoco puedo irme tan lejos como para decir, “Estás bien—yo estoy bien.” Yo sí creo que nuestra sociedad y la iglesia están en gran dificultad en lo que se refiere a nuestras relaciones. Dado el corazón del hombre, el estado de nuestra sociedad, y la falta de influencias en la crianza de uno, esta situación no es sorpresa. En muchos casos, hay simplemente una falta de entendimiento fundamental acerca de las relaciones.

      El diccionario Webster define una relación como, “el estado o carácter de estar relacionado o interrelacionado.” Este es un entendimiento básico de la palabra. En un sentido más amplio


Скачать книгу