El esposo ejemplar. Stuart Scott
provee el aire que respiramos y muchas bendiciones inmerecidas (Salmo 103).
5. Dios está lleno de compasión.
Ha hecho memorables sus maravillas; Clemente y misericordioso es Jehová.
Salmo 111:4
Dios es un Dios compasivo. De hecho, Él es excesivamente más compasivo que cualquiera de nosotros.
Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Lamentaciones 3:22
El hecho de que Dios es perfecto en su compasión significa que El es conmovido por nuestro sufrimiento. El ve, se identifica, y es movido a acción por nuestro sufrimiento. El no es un Dios alejado que simplemente está haciendo lo que necesita ser hecho. Jesucristo puede identificarse plenamente con nosotros en nuestra humanidad. El entiende y se preocupa por nuestras circunstancias.
Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.
Hebreos 4:14-16
6. Dios se preocupa por los suyos como el Buen Pastor y el padre perfecto.
Jehová es mi pastor; nada me faltará. / Salmo 23:1
No importa como las cosas parezcan en ocasiones, Dios es perfecto en Su cuidado. El es el Buen Pastor y el Padre perfecto. De su amor verdadero, ambos el pastor correcto y el padre correcto toman plena responsabilidad por aquellos que vigilan. Ambos están comprometidos al bien de esos que están en su cuidado. Asimismo, Dios tiene el mismo corazón de preocupación y compromiso hacia nosotros.
Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen.
Salmo 103:13
7. Dios es amor.
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
1 Juan 4:8
Dios también está tan caracterizado por su amor perfecto que amor está igualado con El. Además, Su amor es tan perfecto, completo, y desinteresado que es descrito como incomprensible apartado de su Revelación de ese amor (Efesios 3:14-19).
Una vez que entendemos que Dios es amor, necesitamos saber que Dios ha puesto Su amor sobre Su pueblo completamente. El tipo de amor que El tiene por nosotros los que creemos es hecho claro en la muerte de Cristo por nosotros. Todo lo que El hace y permite en nuestras vidas es consistente con ese tipo de amor y compromiso, aunque no entendamos como.
Dios en Su amor busca hacernos bien todos los días de nuestras vidas, aun a través de las cosas difíciles. Nada puede separarnos del amor que Dios tiene por nosotros.
Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Romanos 8:38,39
Los Aspectos Judiciales y Paternos de Dios Reconciliados
Ahora que hemos visto un destello del carácter de Dios, necesitamos tomar un momento y explorar algunas bases de cómo Dios se relaciona con el hombre. A la vez que se mantiene autentico a Sus atributos, Dios se relaciona en verdad diferentemente a los dos grupos de personas descritas en la Biblia. Si esta distinción no fuera entre el salvo y el no salvo, confusión acerca de la relación con Dios podría resultar. Cada esposo necesita determinar el grupo al cual pertenece antes de poder tener una correcta relación con Dios.
1. Dios está enojado con el impío.
Debido a la naturaleza de pecado que poseemos a través de Adán, todos iniciamos la vida bajo la ira y condenación de Dios. Dios está justamente y correctamente enojado con esos cuyos pecados no han sido perdonados a través de Cristo. Dios está enojado con ellos en el sentido de que rechaza, condena y odia sus malvados caminos.
Dios es juez justo, Y Dios está airado contra el impío todos los días.
Salmo 7:11
Todos los que no han venido a la fe verdadera en Cristo están en el reino de los impíos y están separados de Dios y bajo Su ira. Dios, sin embargo, es aun misericordioso y lleno de gracia hacia el impío. Aunque son Sus enemigos, El les permite vivir, disfrutar muchas cosas, y escapar mucho del sufrimiento que es posible en esta vida. Dios no trata ni aun al impío como verdaderamente merece (Mateo 5:45).
Dios se mantendrá enojado con los impíos a menos que se arrepientan y los castigará en el infierno. Aun sus buenas obras son descritas como trapo sucio por Dios, porque no son hechas por las razones correctas (Isaías 64:6). Sin embargo, la Biblia nos dice que Dios nos amo tanto que dio Su Hijo a morir para que seamos reconciliados con El.
Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Romanos 5:9-10
2. Dios es fiel a los suyos.
Cuando somos reconciliados con Dios a través de Jesucristo, somos inmerecidamente movidos del reino del impío al reino del Hijo. Ahora Dios no se refiere a nosotros como los impíos condenados, sino que El se refiere a nosotros como lo hace a Su propio Hijo (Juan 1:12; Efesios 2:4-10)
Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. / Romanos 8:1
Desde el punto de la salvación y para siempre existe:
• No condenación
• No ira
• Perfecto amor paternal
• Disciplina amorosa cuando se necesaria
• Compromiso y fidelidad eternas
No más debe Dios castigar (repagar) nuestro pecado. Nuestro castigo fue completamente tomado por Cristo (Colosenses 2:13-14). Ahora el Padre busca solo hacernos bien. Ahora cuando nos descarriamos, El busca enseñarnos y nos disciplina en amor para que crezcamos en madurez. Por el pago de Cristo de nuestros pecados, sabemos que las aflicciones disciplinarias de los redimidos están diseñadas solo para hacerle bien a Su hijo y para glorificarle a El. Dios es un padre amante y fiel que permite la dificultad solamente cuando El debe ayudar a Su hijo a volverse de la tiniebla y /o ser conformado a Su imagen.
El hecho de que nuestro castigo ha sido pagado no significa que Dios condona el pecado. Está claro que Sus verdaderos hijos no continuarán rebeldemente en patrones pecaminosos (1 Juan 2:3-6). Se nos manda a caminar en obediencia. Si nuestra fe es genuina desearemos sinceramente agradarle a El. Aunque el hijo verdadero sea perdonado en Cristo, Dios todavía aborrece cualquier pecado en su vida y es muy afligido por éste. Este hecho es específicamente verdad ya que Cristo sufrió y dio Su vida para que nos alejemos del pecado y por el contrario le glorifiquemos a El (2 Corintios 5:15). Cuando una persona es salvada, Dios no cambia Su opinión del pecado. La diferencia es que ahora El trata con el pecado del creyente como el pecado de un hijo amado, en vez del pecado de un enemigo.
Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Hebreos 12:6
En la salvación, la nueva posición del Hijo es permanentemente dada. Así como no es ganada por nuestro merito, asimismo, no puede ser perdida sobre la base de nuestra desempeño. Esos que en verdad entienden la gracia de Dios ya no serán llevados por el temor, el deber o la necesidad de apaciguar a Dios. La obediencia y el servicio fluyen de la gratitud y de un entendimiento de la sumisión al Hijo. Esos que verdaderamente son Suyos querrán obedecerle y servirle porque ya mucho han sido perdonados tanto, y porque ellos