Religión y juventud. Luis Bahamondes
instituciones llamadas a preservar la continuidad religiosa entre generaciones. El diagnóstico realizado en el Documento de Aparecida es claro al respecto al apuntar:
Nuestras tradiciones culturales ya no se transmiten de una generación a otra con la misma fluidez que en el pasado. Ello afecta, incluso, a ese núcleo más profundo de cada cultura, constituido por la experiencia religiosa, que resulta ahora igualmente difícil de transmitir a través de la educación y de la belleza de las expresiones culturales, alcanzando aun la misma familia que, como lugar del diálogo y de la solidaridad intergeneracional, había sido uno de los vehículos más importantes de la transmisión de la fe8.
Desde esta perspectiva, la vulnerabilidad económica y la permeabilidad cultural que sufren los jóvenes se encuentra profundamente vinculada a la crisis de la familia como unidad reproductora de valores y sentidos. De acuerdo con el documento antes citado, la familia, “patrimonio de la humanidad” y “escuela de la fe”, se encontraría amenazada por fenómenos como el secularismo y el relativismo ético, la migración, la pobreza, la inestabilidad social, así como una agenda legislativa contraria a los conceptos de matrimonio, anticoncepción y aborto promovidos por la Iglesia. La alianza entre familia, escuela y sociedad que garantizaba vías de comunicación y solidaridad entre jóvenes y adultos parece resquebrajarse, comprometiendo los mecanismos tradicionales de desarrollo afectivo y social de los jóvenes. Todo lo anterior redundaría en una inconexión que dificultaría el proceso de transmisión de la fe entre padres e hijos, agudizando una crisis religiosa anunciada por más de medio siglo.
No obstante, la evidencia actual demuestra que las nuevas generaciones chilenas se encuentran lejos de la increencia absoluta. De acuerdo con Romero (2010), aun cuando la participación religiosa y la confianza en las instituciones han sufrido un descenso importante, es igualmente cierto que la creencia en Dios, la Virgen o los Santos, así como la identificación religiosa, se muestran aún sólidas. Por otra parte, el aumento de las creencias no cristianas y no tradicionales entre los jóvenes es un fenómeno que se ha debatido de forma creciente durante los últimos años (Bahamondes, 2012). Lo anterior nos obliga a repensar los procesos vitales específicos que atraviesan los jóvenes y como estos inciden en la configuración de sus creencias y experiencias religiosas. Al parecer, nos encontraríamos frente a nuevos canales para construir una fe cualitativamente diferente a la de nuestros padres y abuelos, pero que conserva vasos comunicantes con una tradición cada vez más liberada del monopolio administrativo de la autoridad eclesial. La institucionalidad religiosa, sometida a crítica y descrédito creciente a nivel social, sigue jugando un papel relevante en la administración de los procesos formativos de niños, adolescentes y jóvenes católicos, aunque su influencia se relocaliza y supedita a condiciones diferentes a las de antaño.
A través de la presente investigación, se buscará indagar en los procesos de transmisión de la fe en jóvenes católicos dentro del reciente escenario de cambios culturales que ha sufrido nuestro país. Aun cuando gran parte del análisis estará centrado en las formas particulares en que se vivencia actualmente la fe, comprendemos que las transformaciones de contexto también han incidido en que la noción misma de “fe” se haya vuelto confusa y difícil de reconocer tanto para jóvenes como para adultos. Es altamente probable que aquello que un/a joven identifica como “fe” en determinado contexto social o etario, no sea compartido de igual manera por todos sus pares, padres o miembros de la comunidad religiosa. De igual forma, los mecanismos de socialización religiosa al interior del hogar, el colegio o la universidad, pueden ser muy distintos dependiendo del tipo de familia y compromiso religioso al que el joven o niño haya sido expuesto durante su vida. A partir de aquello, se buscará problematizar los límites reales de la transmisión de fe entre generaciones, así como evaluar el papel que están desempeñando tanto los actores familiares, educativos y eclesiales en dicho proceso, todo en medio de una compleja reconfiguración del rol de las estructuras institucionales tradicionales.
Con el objeto de abordar de manera sistemática la complejidad de nuestro problema, hemos desarrollado la presente investigación a través de cinco capítulos que pretenden indagar diferentes aristas teóricas y prácticas del proceso de transmisión de la fe en jóvenes católicos. En el primer capítulo, se analiza la incidencia de los cambios socioculturales experimentados en las últimas décadas en la práctica religiosa de los jóvenes católicos chilenos. A partir de la prolífica reflexión que han realizado las ciencias sociales contemporáneas, se caracteriza cómo estas mutaciones religiosas influyen en la participación y adhesión religiosa de los segmentos juveniles. De esta manera, se podrá comprender los mecanismos y estrategias mediante los cuales los jóvenes construyen su vinculación con lo sagrado a partir de la influencia que ejercen diferentes referentes espirituales en el proceso de transmisión de la fe.
El segundo capítulo está dedicado al análisis de los imaginarios vinculados a la transmisión de la fe. Por medio de un acercamiento teórico a las representaciones e imaginarios sociales asociados a la religión, se busca comprender desde la perspectiva de los jóvenes las creencias, ideas y ponderaciones que realizan sobre sus propias experiencias de fe. Mediante esta caracterización se podrá comprender qué tan ajustadas se encuentran las expectativas de los agentes eclesiales, educativos y familiares respecto de la religión y la fe que expresan los jóvenes. Ello nos permitirá no solo evaluar su eventual desempeño como instituciones transmisoras, sino también comprender las mutaciones que están sucediendo al interior de grupos de creyentes con adhesiones religiosas tradicionales.
El tercer capítulo está focalizado en los procesos de transmisión generacional de la fe al interior de las familias de los jóvenes católicos chilenos. La familia, en tanto unidad formativa y moralizadora primaria de cualquier joven, ha jugado un rol importante al momento de introducir a los infantes en las primeras creencias, valores y ritos. Sin embargo, su composición y funcionamiento se ven trastocados por los cambios culturales que afectan a la sociedad en su conjunto. Modificaciones en la relación entre padre e hijos; nuevas composiciones familiares; influencia de actores escolares y eclesiales; el acceso a nuevas fuentes de información, entre otros fenómenos, pueden modificar la forma en que los individuos reciben su herencia religiosa y la viven de manera activa y personal. Identificar las prácticas cotidianas y rituales en que se expresa una creencia y un sentimiento religioso, así como la valoración de dichas instancias que realizan los propios jóvenes y sus padres, resulta fundamental en el desarrollo de este capítulo.
El cuarto capítulo se focalizará en el papel que juegan las instituciones educacionales en el proceso de transmisión, desarrollo y pervivencia de la fe en jóvenes católicos. Debido a que la fe se vive de forma diferenciada según la edad y el contexto en que el sujeto se encuentre, se ha optado por analizar experiencias de jóvenes en ámbitos escolares y universitarios en distintas clases de establecimientos. De ahí que analizar las estrategias formativas y de acompañamiento desplegadas por las instituciones, los cuerpos pastorales y los propios individuos, resulta fundamental para comprender las dificultades que encuentran a medida que van creciendo. La vinculación entre familia e institución educacional es central para determinar aquellos momentos en que los jóvenes intensifican o declinan su compromiso religioso. Considerando todo lo anterior, nos resulta particularmente interesante el trabajo realizado por la Compañía de Jesús, debido a la influencia que ejerce sobre los proyectos educativos, así como las metodologías de acompañamiento y estimulación que despliegan con jóvenes de variadas edades.
Finalmente, el quinto capítulo realiza una valoración de la enseñanza religiosa en las escuelas a través de una contextualización histórica. De esta forma pretende dar cuenta de las transformaciones de dicho espacio y los desafíos que encuentra ante una sociedad que tiende a secularizarse y vivir lo religioso más allá de las instituciones (eclesiales o educativas). Este hecho permite leer la información recabada en el presente estudio de manera crítica, preguntándose por los retos que enfrentan profesores, alumnos, religiosos, padres y apoderados en relación con la forma de transmitir lo religioso.
El presente libro concluye con una síntesis de los resultados obtenidos e incluye una sistematización de fortalezas y debilidades que permiten sugerir algunas recomendaciones generales que favorezcan los procesos de transmisión y acompañamiento en la fe.
Metodología
La