Terapia Akáshica. Eric Barone
examinan «para quiénes son los conocimientos nuevos que solicitamos.» Ellos se abren para las multitudes, y no por un solo individuo, a menos que sean el pretexto para una futura generalización. En efecto, los guardianes son responsables de coordinar los conocimientos que PUEDEN SER DIFUNDIDOS en un momento dado de la evolución humana, y hacen este trabajo a la escala del universo.
En función de ese concepto enseño a los Investigadores a buscar solo lo que sus pacientes necesitan, y examinan la posibilidad de generalizar los descubrimientos para el público masivo, pero solo en un segundo tiempo.
3. Compromiso espiritual: lo que descubramos tendremos que comunicarlo al público, no debemos celar estos conocimientos porque nos intoxicaríamos a nosotros mismos. El lector comprende porque todo ter. ak. tiene que comunicar, está dotado de una obligación de enseñanza que equivale a la renovación de su visa hacia los Registros.
4. Recompensa con la Kundalini, una droga maravillosa. En efecto, para llegar a los Registros, ya sea en forma metódica, con la máquina que fabricamos para cada ter. ak., o involuntaria, como fue el caso en los millones de años anteriores y hasta hoy en día, la Kundalini del investigador tiene que alcanzar un porcentaje excepcional del 72%, durante un milésimo de segundo para cada pregunta (siendo el promedio más común un 35%), a fin de que el cuerpo sutil que la transporta hacia los Registros pueda tender este puente (si decidimos representarlo en forma de viaje hacia las estrellas). Por la misma razón que un cohete gastará una gran energía para escapar de la atracción terrestre, gastamos una gran energía de Kundalini para desprendernos de lo material, digitalizando nuestra pregunta y proyectándola hacia el espacio. Podemos decidir no utilizar la visión metafórica del viaje, y recordar que nuestros 17 cerebros sutiles son puertas extra dimensionales; en tal caso, la Kundalini nos ayudará a enviar el paquete de información que es la pregunta digitalizada, hasta el plano necesario, a través de estos portones de las otras dimensiones. El lector descubre entonces que está variando los niveles de consciencia, que penetramos en estos cerebros sutiles y en las dimensiones particulares que nos ofrecen. Cometer en forma repetida este acto de clarividencia akáshica nos pone en un estado de gran excitación cerebral, la bien conocida fascinación de los investigadores, de los artistas, la pasión obsesiva y exclusiva de los pensadores, pero, como el colmo del favor, esta cifra de 72% de Kundalini, repitiéndose miles de veces por día a medida que preguntamos, bloquea nuestro envejecimiento cerebral en el sentido bioenergético. El lector va descubriendo que el ter. ak., vive en dos mundos, tiende puentes entre sus dos seres, escapa de la realidad normal... y tiene que controlarse bien para no escapar completamente de ella.
¿Precisamente, cuál es el riesgo que uno corre al viajar así, en forma profesional?
Ya lo dijimos, y lo volveremos a decir: acceder a los Registros es un derecho universal, el progreso de la humanidad, de la ciencia y del pensamiento depende de ello. Pero es cierto que no es para todos. El ter. ak., antes de ingresar al estudio, debe pasar un test con un psicólogo/ter. ak.; el objetivo es verificar el arraigo con la realidad que tiene el aspirante; su nivel de estudio no es preponderante; podemos notar que cuanto más alto nivel de capacitación terciaria tiene el pretendiente, más dificultad tendrá para admitir la lógica particular de los Registros, y la capacidad de negación del cerebro neuronal que se necesita ulteriormente. Por el contrario, cuanto más fantasioso, buscador de magia y ciencia ficción, y espiritualista fanático, más riesgo conlleva este estudio. Recomendemos que el Terapeuta capacitado tenga los pies bien arraigado en el mundo concreto, que sea motivado por las necesidades de sus pacientes, que sea técnico o empresario, que practique actividades materiales, todo lo necesario para equilibrar esta visión de dos mundos. Un gran maestro del ocultismo Elifas Levy decía: «por cada hora de trabajo en mi laboratorio hacía una hora de jardinería» ... a menos que viva en la ciudad/prisión de hormigón, recomendamos lo mismo o su equivalente.
Por otra parte, con la excepción anterior, no hay ningún riesgo en viajar en tanto como lo hace utilizando la Máquina que se le ha dibujado y el protocolo para el cual se lo capacitó. Esta máquina cumple el cometido de «protección», aparte de «dinamización». Ocurre a veces que ella misma interrumpe su funcionamiento para proteger al Investigador... es una máquina viviente, no un mero aparato tales como los que conocemos en nuestro mundo material.
¿Todos los seres humanos podemos penetrar en los Registros?
No; aproximadamente una persona de cada setecientas tiene las disposiciones energéticas adecuadas para hacerlo, pero sólo la centésima parte de la humanidad tiene las «razones suficientes» para ello. En realidad, multitud de personas penetraron accidental, intuitiva, fortuitamente en ellos; las marcas se ven en la historia del arte, en la evolución científica y en el pensamiento humano. Recuerde que tener la capacidad de alcanzarlos solo con capacidad mental, no basta para que los guardianes autoricen la admisión, ni que seamos capaces de traducir los resultados en el plano de la vida cotidiana. Muchas veces ocurrió que después de un solo viaje allí, una persona haya regresada portadora de una idea suficiente para revolucionar su vida a través de una patente industrial.
Cuando observamos la evolución humana, ¿cómo podemos diferenciar los descubrimientos producidos por el cerebro neuronal de los que provienen de los Registros? Podemos deducirlo observando dos características a la vez .
La primera es el grado de novedad; cuánto más cerca de una ruptura epistemológica esté una nueva idea -entendemos obra, creación, invento, tecnología, concepto, tendencia, etc.- tanto más probable es que provenga de los Registros Akáshicos.
La segunda concierne a su grado de abstracción y/o complejidad. Cuanto más constituye un reordenamiento distinto de lo que ya existe, una nueva idea tanto menos proviene del cerebro Bioenergético, y es un trabajo inteligente del ser neuronal. Cuanto más una creación nueva reúne variables de diferentes índoles, (tal vez nunca conectadas entre ellas, o conceptos cuyas interrelaciones no se percibía por medios racionales), tanto más podemos sospechar que el inventor o creador viajó a los Registros en forma involuntaria. En realidad, el deseo de descubrir, la pasión por la investigación, los estados emocionales del ser creativo, son los factores que pueden hacer subir su Kundalini hasta los 72% en forma accidental. Los Terapeutas Akáshicos, y/o los Investigadores de los Registros, reciben un entrenamiento ligado a la máquina que les fue dibujado especialmente, para lograrlo miles de veces por hora de indagación que practican, pero, sería hacer un esguince a la verdad pretender que son los únicos que pueden acceder a los Registros, por suerte, porque de lo contrario probablemente no hubiéramos pasado de la era del fuego.
¿Es legítimo comparar al hombre -que creemos es una creación divina- con un hombre digital?
¡Sí! la comparación con un hombre digitalizado tiene varios sentidos... en realidad solo podemos viajar hacia los Registros en esta forma. Mejor dicho: solo podemos escapar de la prisión neuronal de tres dimensiones, dejando al hombre bioenergético viajar solo. Aquí interviene el conocido «cordón de plata», que permite a uno solo de nuestros 18 cuerpos, el cuerpo astral, viajar sin límites en el universo, transfiriendo los datos recaudados al cerebro madre del cuerpo bioenergético.
Una noticia que no sorprenderá a los amantes del universo digital: todo lo que hemos inventado en este sector (Internet incluso) es una transposición al mundo material de la realidad energética de los Registros Akáshicos. Por ese motivo, las metáforas modernas, la descripción eléctrica y digital de la comunicación entre nuestro mundo y el plano de los Registros, se acerca tanto a la verdad... hablamos de lo mismo, pero reducido una vez más al nivel de nuestro mundo tridimensional. La tendencia de la ciencia moderna, verdadera castradora de la realidad universal, se puede resumir en uno de sus malos aspectos reiterativos: el intento de reducir las verdades inconmensurables del universo a variables perceptibles por nuestros pobres cinco sentidos.
¿Cómo describir la relación entre el hombre y los Registros Akáshicos?
El primer grupo de conclusiones que puedo expresar sobre los Registros es que: «nuestra misma estructura humana fue determinada por los Registros Akáshicos; por esa razón tenemos tanta facilidad para regresar a ellos».