Formación docente en educación media superior. Ruth Padilla Muñoz
y práctica docente en contextos multiculturales.
Competencias docentes para la educación media superior.
Educación centrada en el aprendizaje.
Matemáticas y tecnología.
Enseñanza y aprendizaje de la historia.
Enseñanza y aprendizaje de las ciencias.
Figura 6. Estructura del diplomado en Competencias D0centes del Nivel Medio Superior (ANUIES).
Certificación de competencias docentes
Una vez que los profesores han concluido el diplomado o alguna de las especialidades y obtenido la acreditación correspondiente de la institución formadora, pueden participar en el proceso del CERTIDEMS, cuyas premisas y antecedentes son:
La educación de buena calidad es factor relevante para la equidad y el desarrollo social y cultural.
La formación continua, la certificación y la evaluación del desempeño cotidiano de los docentes inciden en la mejora de la calidad de la educación.
Existen desequilibrios en la formación inicial de los profesores de la EMS y la educación superior.
Decisiones y acciones en el marco de la RIEMS (el MCC y el PROFORDEMS).
La certificación es voluntaria.
El proceso tiene plazos y establece condiciones.
Los ejes son la acreditación que expide la institución formadora y su convalidación (certificación) mediante una evaluación externa.
El proceso de certificación se describe en la figura 7. El CERTIDEMS fue diseñado en la ANUIES por un subcomité académico integrado por personal de la ANUIES, de la Coordinación Sectorial de Desarrollo Académico de la SEP, los expertos de la Universidad Pedagógica Nacional, responsable de las especialidades, y los expertos de la Universidad de Guadalajara que participaron en el diseño del diplomado.
Para que un profesor solicite la certificación, deberá cubrir los siguientes requisitos: haber aprobado y acreditado el diplomado de la ANUIES o una de las especializaciones de la Universidad Pedagógica Nacional; solicitar la certificación ante la instancia aprobada por la Subsecretaría de Educación Media Superior de la SEP; presentar su portafolio de evidencias elaborado durante el proceso formativo con el aval de la institución formadora; presentar un trabajo original derivado del proceso formativo en alguna de las opciones aprobadas para tal fin y que son: propuesta de una estrategia didáctica; desarrollo de un material educativo (evaluación, adaptación o creación); presentación de un proyecto de mejora de la práctica educativa; presentación de un proyecto de mejora de la gestión educativa; y diseño o rediseño de un curso.
La evaluación del profesor se hará por pares, quienes previamente fueron capacitados por la ANUIES y las instituciones formadoras para llevar a cabo con éxito su función. Aún falta concluir una serie de procesos para que el SNB cumpla con todos los propósitos establecidos, entre ellos: la realización del diplomado de formación directiva para los directores de todos los planteles de EMS1; el programa de titulación de docentes; la maestría en EMS; la evaluación del SNB; y la acreditación de programas educativos y planteles. Muchos de estos elementos están descritos en las Reglas para el Ingreso, Permanencia y Salida del SNB, mediante el Acuerdo Secretarial de la SEP 480 (Diario Oficial de la Federación, 2009).
Figura 7. Proceso de certificación de profesores.
Fuente: tomada de la presentación del CERTIDEMS por la ANUIES ante el Consejo Nacional de Autoridades Educativas (CONAEDU).
1 Ala fecha de esta publicación se han abierto dos promociones para formar directivos y seis del Diplomado para Profesores.
El Sistema de Educación Media Superior de la Universidad de Guadalajara
José Guadalupe Zuno Hernández, quien fue rector de la Universidad de Guadalajara, decía que ésta “nació, como una consecuencia histórica, al triunfo de la Revolución de 1910 y como la continuación de los esfuerzos que desde la época de los imperios indígenas se venían haciendo en la educación” (Universidad de Guadalajara, 1977, p. 11). La primera escuela preparatoria en la entidad se fundó en 1914 (como Escuela Preparatoria de Jalisco), aun antes de la fundación de la máxima casa de estudios del estado, que ocurrió el 12 de octubre de 1925 y pasó a formar parte de ésta; recibió con ello los lineamientos y las orientaciones del proceso educativo necesarias para su funcionamiento. La Escuela Preparatoria de Jalisco, al pasar a ser una dependencia universitaria, modificó su estructura e incrementó la escolaridad de cuatro a cinco años, con la prerrogativa de cursar un año en la Escuela Politécnica (UdeG, 2006, p. 7).
El bachillerato en la Universidad de Guadalajara siguió la tradición de brindar una formación propedéutica para cursar estudios superiores. En 1931, el plan de estudios contenía tres orientaciones: bachillerato para las carreras de Derecho y Ciencias Sociales; bachillerato para las carreras de Medicina, Odontología y Farmacia; y bachillerato para las carreras de Ingeniería.
A lo largo del siglo XX, el bachillerato universitario sufrió distintas modificaciones debido a la influencia de los cambios políticos, sociales y económicos. Por su trascendencia, destacan los siguientes:
Reforma de 1931
Se reestructura el plan de estudios y se le da un carácter vocacional, con tres orientaciones, ya citadas.
Reforma de 1955
Tiene como origen los acuerdos tomados en el Primer Congreso Nacional de la ANUIES, de 1950, para modificar el bachillerato vocacional y crear el bachillerato universitario de carácter propedéutico.
Reforma de 1972 y creación del Bachillerato Unitario con Adiestramiento
Se produjo como resultado del trabajo de dos comisiones creadas por el H. Consejo General Universitario en 1971. El dictamen del máximo órgano de gobierno del 20 de junio de 1972 señala que dichas comisiones llegaron a la conclusión
… de que el bachillerato que se imparte en nuestra universidad, dominado aún por la filosofía del positivismo, no corresponde al desenvolvimiento social del país ni a las necesidades académicas de nuestra Universidad y que, por lo mismo, debe ser revisado a fondo para ponerlo en armonía con dichas necesidades, tomando como base teórica del bachillerato que se intenta integrar con una nueva orientación, tanto los principios filosófico-jurídicos consignados en el artículo 3° constitucional, como los acuerdos que desde 1950 ha venido teniendo la Asociación Nacional de Universidades e Institutos de Enseñanza Superior en la República de la que nuestra Universidad forma parte… (p. 8)
Llama la atención que las comisiones que propusieron la reforma se integraron por el compromiso que la Universidad de Guadalajara hizo con el entonces presidente de la república, Luis Echeverría Álvarez, en su histórica visita a la casa de estudios el 9 de mayo de 1971, con base en el argumento del “atraso tecnológico y la baja productividad, la frustración de los jóvenes por su inadaptación a sistemas imperantes, la deserción, el desperdicio de recursos y el subempleo profesional” (UdeG, 1972, p. 5). Sorprende ver la similitud en los motivos para una reforma con lo que está ocurriendo cuarenta años después, cuando, con los mismos argumentos, se propone una modificación nacional, sólo cambiando los elementos conceptuales del diseño curricular y entrando