De PhD y otros demonios. Sandra Bermeo
3-5).
Patología y patogenia
En algunos casos, los parásitos no producen invasión y se reproducen en la luz intestinal o dan origen a una inflamación catarral de la mucosa del colon. En otros pacientes, ulceran la mucosa y penetran a capas más profundas. Las úlceras son irregulares, hiperémicas, con fondo necrótico y a veces extensas por confluencia. Los trofozoítos se encuentran en cualquiera de las capas de la pared del colon (figura 3-11). Igualmente, puede invadir los vasos sanguíneos o linfáticos. Solo muy raramente perforan el intestino y causan peritonitis;1 en ocasiones, invaden el apéndice.2 La diseminación extraintestinal puede hacerse a pulmón, peritoneo, hígado, tracto urinario y genital, especialmente cuando existe inmunosupresión.3-8 Cuando hay ulceraciones necróticas extensas, la balantidiasis puede ser fatal.8
Cortesía: OMS.
Cortesía: OMS.
Cortesía: TC Orihel, LR Asch, Parasites in Human Tissues. Am Soc Clin Pathol.
Manifestaciones clínicas
La gran mayoría de los casos son asintomáticos. Algunos presentan pocas manifestaciones clínicas como dolor cólico y diarrea. En casos crónicos, estos síntomas son más intensos y frecuentes, y se pueden alternar con deposiciones mucosas y sanguinolentas. En las formas agudas se produce un cuadro disentérico similar al de amebiasis, con abundantes trofozoítos en las materias fecales. Hay rectitis con pujo, tenesmo y la clásica deposición disentérica (muy frecuente), con abundante moco y sangre, acompañada de dolor tipo cólico en retortijón.9 Puede haber síntomas generales asociados como vómito, enflaquecimiento, debilidad y deshidratación. En los pocos casos con perforación intestinal se observa, igual que en la perforación amebiana, peritonitis acompañada de fiebre y síntomas generales graves, siempre de mal pronóstico. Se conocen casos de apendicitis balantidiana. La invasión a genitales femeninos origina flujo vaginal necrótico y ulceraciones.
Diagnóstico
La balantidiasis requiere un diagnóstico clínico diferencial con entidades que produzcan colitis o disentería, principalmente amebiasis, tricocefalosis aguda, disentería bacilar y colitis ulcerativa. El diagnóstico se comprueba por el examen de materias fecales al observar los trofozoítos móviles en el examen directo, especialmente en heces diarreicas, o los quistes en las materias fecales no diarreicas en exámenes directos o por concentración. La rectosigmoidoscopia permite ver las lesiones y obtener muestras para el examen parasitológico. En complicaciones urinarias visualiza en la orina.7,10 Este parásito crece bien en los medios de cultivo utilizados para E. histolytica, lo cual puede ser útil para completar el diagnóstico. Las coloraciones, fundamentalmente la de hematoxilina férrica, sirven para hacer un estudio morfológico más detallado. No se emplean pruebas inmunológicas para el diagnóstico.
Epidemiología y prevención
B. coli predomina en las zonas tropicales, pero no presenta prevalencias tan altas como los otros protozoos intestinales patógenos. En Colombia, la frecuencia es inferior al 1% 11 y en el altiplano de Bolivia es del 6% al 29% en adultos y del 1,2% en niños.11,12 Se conocen algunas regiones del mundo con prevalencias tan altas como del 20%, especialmente en donde hay contacto frecuente con cerdos; en estas circunstancias, la balantidiasis puede considerarse una antropozoonosis; sin embargo, en otras regiones aparece la parasitosis en ausencia de estos animales, en cuyo caso, la infección es transmitida de persona a persona. El mecanismo de transmisión es, como en las otras protozoosis intestinales, por contaminación de alimentos, aguas y manos con materias fecales que contengan quistes del parásito. La prevención es similar a la descrita en amibiasis y se deben agregar los cuidados con las materias fecales del cerdo. Es interesante anotar que en este animal la balantidiasis es asintomática.
Tratamiento
La tetraciclina se recomienda en dosis de 500 mg cuatro veces al día en adultos y de 40 a 50 mg/kg/día en niños mayores de ocho años, repartidos en cuatro dosis y durante 10 días, pero está contraindicada en niños menores de esta edad. Se conocen estudios favorables con derivados nitroimidazólicos en las dosis empleadas para amebiasis.12
BIBLIOGRAFÍA
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11. Corredor A, Arciniegas E, Hernández CA. Parasitismo Intestinal. Ministerio de Salud. Instituto Nacional de Salud. División Investigaciones Especiales. Parasitismo Intestinal. Helmintos. Bogotá DC 1993.
12.