Atrévete a bucear (Color). Jaume Pinyol Martínez
El buceador consulta constantemente la información que le proporciona su ordenador de buceo.
Pero aún hay más. El ordenador calcula y valora todos estos datos y muchos otros –temperatura del agua a diferentes profundidades, ascensos y descensos a lo largo de la inmersión, ascensos demasiado rápidos…–, y mediante una complicada fórmula algorítmica te indica en tiempo real cuál es la curva de seguridad de tu inmersión. Ahí va un concepto importante: una inmersión realizada dentro de la curva de seguridad es aquella que no precisa que hagas ninguna parada de descompresión antes de salir a la superficie (en el capítulo VI te explicamos qué es eso de una parada de descompresión). El ordenador te da la información de una manera clara y concisa. Tú decides qué hacer con ella. Tú decides si sobrepasas la curva de seguridad y, por tanto, asumes que debes hacer una parada de descompresión. Tú decides el grado de seguridad de una inmersión.
Fácilmente podrás conectar tu ordenador de buceo a tu ordenador personal y estudiar todos los parámetros de la inmersión.
El ordenador es un gran asistente durante la inmersión. Te indica mediante una señal acústica si en algún momento del buceo realizas un ascenso demasiado rápido para que enseguida pongas freno al ascenso.
Los ordenadores de buceo modernos están preparados para trabajar con aire o con nítrox (aire enriquecido con oxígeno, ver capítulo VI) y los más sofisticados incluso controlan su respiración. Son los llamados de gestión de aire que actúan también como un manómetro inteligente. Te informan en todo momento del aire que queda en la botella. Calculan tu frecuencia respiratoria y, a partir de ella, te informan del tiempo que puedes estar en la profundidad en que te encuentras en un momento dado teniendo en cuenta el aire que te queda. Este tipo de ordenadores de buceo están pendientes de cómo respiras. Si por algún motivo empiezas a respirar de un modo más acelerado, te lo indican. Y es que, cuanto antes seas consciente de que algo te ha estresado y que se ha acelerado tu frecuencia respiratoria, antes podrás concentrarte para evitarlo.
Una vez finalizada la inmersión, podrás descargar toda la información de tu ordenador de buceo a tu ordenador personal. De esta manera visualizarás gráficamente el perfil de tu inmersión y toda la información almacenada durante el buceo.
Ya lo ves, los ordenadores de buceo son un compendio de tecnología con diferentes prestaciones que hacen que, en el momento de decidirte por uno, el factor económico sea un condicionante importante. Si estás haciendo tus primeros pasos en este deporte, quizás en principio no necesitarás el mejor ordenador del mercado. Posiblemente un buen ordenador sin gestión de aire será suficiente si llevas un manómetro tradicional en una consola.
¡Más madera! Más material: iluminación, cuchillos, globos de descompresión…
Y de la parte del equipo más sofisticado, el ordenador, al más elemental: el tubo respirador. Es un elemento que se debe llevar de manera obligatoria, aunque prácticamente no lo usarás. Su función es de seguridad y lo puedes utilizar, si quieres, en los desplazamientos por superficie. Algunos buceadores lo llevan colgando de la máscara. Otros prefieren llevarlo sujeto con la gomas del cuchillo en la pantorrilla. También es obligatorio llevar encima el cuchillo en toda inmersión. Posiblemente nunca lo utilizaras, pero debes llevarlo. Su función es cortar un hipotético sedal, cabo o resto de red en los que tú o tu compañero hayáis quedado enganchados. La oferta de cuchillos también es amplia. Van desde pequeñas navajas plegables, que se pueden esconder en un bolsillo del jacket, hasta cuchillos de 20 centímetros de hoja que a algunos buceadores les gusta acarrear en su pantorrilla.
Para los desplazamientos en superficie, no olvides el tubo respirador.
Tecnología, más bien poca en los tubos respiradores.
En toda inmersión debes tener a mano también unas tablas de descompresión. El uso de los modernos ordenadores ha provocado que, en la práctica, en el buceo recreativo ya no se utilicen porque todos los cálculos los hace el ordenador. Y además los hace de un modo más exacto. A pesar de todo, debes saber cómo leer tus tablas por si acaso. La tablas de descompresión indican el tiempo que el buceador puede estar en una determinada profundidad sin necesidad de tener que hacer paradas de descompresión, y, en caso de superar ese tiempo, indica cuánto tiempo y a qué cota se realizaran la/s parada/s. Llegado a este punto, quizá te preguntes qué es una parada de descompresión. En el capítulo VI, donde exponemos las implicaciones físicas de bucear, encontraréis una amplia explicación sobre la descompresión.
Diferentes tipos de cuchillos, incluso con tijeras.
Las tablas de descompresión. Pasó ya su tiempo de gloria.
Un foco submarino puede ser la diferencia entre una buena inmersión y una gran inmersión. No es un elemento imprescindible –a no ser que bucees de noche o en un espacio confinado como una cueva o un barco hundido–, pero, si tus posibilidades económicas te lo permiten, no lo dudes. A medida que ganas profundidad, el agua absorbe rápidamente los colores. A partir de los 5 metros los tonos rojos prácticamente ya no se distinguen. Se vuelven granates oscuros sin alegría. Después se pierden, progresivamente los verdes y ya a más profundidad incluso los azules van tornándose grises oscuros. Un foco hace que vuelvan a ser visibles todos los colores y mucho más espectacular el fondo marino. Además, con un foco podrás escudriñar el interior de pequeños agujeros y grietas donde viven fantásticos animales. En el mercado encontrarás pequeñas linternas con un uso muy limitado. Hay focos de baterías recargables y bombillas alógenas de a partir de 20 w pero, si puedes, opta por los de 50 w. Cada vez ganan más adeptos las modernas linternas de leeds. Bajo consumo, mucha autonomía y un haz de luz muy concentrado son sus principales características.
Y se hizo la luz… Foco, linterna y strobe para inmersiones nocturnas.
Leeds, energía de larga autonomía.
Los globos de descompresión son una salida segura hacia la superficie.
Un carrete de hilo guía tiene múltiples usos. Con la experiencia los descubrirás.
Otro material que no es obligatorio pero consideramos que es de una inmensa utilidad es el globo de descompresión. Los hay de tipo “salchicha” y los que son globos elevadores. Los primeros son más pequeños y escamoteables en un bolsillo de tu jacket. Los segundos son más potentes y estables y pueden soportar el peso de un buceador. Su función es idéntica: señalizar en la superficie la presencia de un buceador. El uso del globo de descompresión se enseña en los cursos de buceo avanzado a submarinistas que, por lo general, ya tienen cierta experiencia. Pero lanzar un globo de descompresión es tan fácil y puede ser tan tremendamente útil que te proponemos que aprendas a utilizarlo ya de entrada. Muy pronto te enseñaremos