La Guerra Civil española 80 años después. Javier Cervera Gil

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      LA GRAN VÍA MADRILEÑA, UN «MICROCOSMOS»

      DE LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA: 1936-1939

      Amparo Alcaraz Montesinos

       Centro Universitario de Magisterio Escuni

      La popular y céntrica Gran Vía de Madrid se ha considerado en el estudio realizado en el tiempo de la Guerra Civil española como un «microcosmos», un espacio reflejo de acontecimientos de diversa naturaleza: político-militares, económicos, de vida cotidiana, de ocio y cultura, y de edificios singulares que se dieron durante el periodo bélico en otros lugares de la geografía peninsular.

      La elección del espacio objeto de estudio responde a diversas circunstancias que se concretan en el mismo. En primer lugar, por la propia ubicación de la calle, muy cercana a la zona controlada por las tropas franquistas, casi desde el inicio de la guerra: Casa de Campo (Cerro Garabitas), Hospital Clínico y Ciudad Universitaria, que califica a la misma como zona frente-retaguardia.

      Figura 1: En esta postal percibimos la cercanía entre los dos frentes al advertir la proximidad del Hospital Clínico: baluarte tomado por las tropas franquistas desde los primeros momentos del asedio, denominado «1.ª línea roja». Fuente: AGA, F/880-01-008.

      La posición que ocupa la Gran Vía y el entorno próximo considerado en nuestro estudio —que abarca Plaza España, Paseo del Prado-Recoletos; Puerta del Sol-Chamberí— fue determinante en el papel que jugó en el desarrollo de la Guerra Civil en la ciudad de Madrid y fue uno de los motivos por los que elegimos esta zona como objeto de estudio, al reunir unas condiciones que hicieron que fuera una de las zonas de la capital más intensamente hostigadas durante el periodo que nos ocupa.

      Otra circunstancia fue y es la ubicación en esta calle del emblemático edificio de la Compañía Telefónica Nacional de España (Telefónica), centro emisor de los comunicados de guerra y objetivo militar prioritario de las tropas franquistas.

      Desde el principio de la contienda, y por varios factores —su posición céntrica geográficamente hablando; ser capital administrativa del Estado español y ser sede del Gobierno de la Nación, entre otros muchos—, Madrid fue una ciudad fuertemente castigada y asediada por las tropas franquistas que permanecieron a «sus puertas» durante la etapa que nos ocupa. Fue una ciudad hostigada durante la guerra, como otras ciudades españolas, pero el caso de Madrid fue especialmente duro, ya que su situación de asedio, vivida con diversos grados de intensidad, fue continua desde el inicio y hasta el final de la contienda.

      La Gran Vía de Madrid, rebautizada en tiempos de guerra como la Avenida de los Obuses, fue una de las calles más peligrosas de la ciudad por la cercanía al frente y por la ubicación en la misma de la Telefónica, en el número 2 de la calle Pi y Margall, tal y cómo se denominaba el tramo en el que se encuentra tal edificio en la época que estamos abordando en este estudio.

      El papel de este edificio singular en la Gran Vía fue fundamental en la guerra por varios motivos. Entre otros, destacamos los siguientes:

      • Vista panorámica que ofrecía debida a la gran altura del edificio, con lo que la visión desde la azotea del este facilitaba el conocimiento sobre el posicionamiento que tenían las tropas enemigas en el frente de batalla.

      El control de las telecomunicaciones era un objetivo de primera magnitud para los dos bandos. Para las tropas franquistas, además de las prioridades militares indicadas, suponía el soporte perfecto para comunicar su nuevo Estado al mundo. Para los republicanos, entre otros objetivos, el control del edificio y de sus posibilidades comunicativas era vital para alentar la moral de la población civil y militar.

      Telefónica, a través de la labor de los corresponsales de guerra, radiaba al mundo la marcha de la contienda. Las tropas franquistas sabían que, desde ese centro emisor, se daba fuerza y ánimo al bando republicano, aunque, en muchas ocasiones, falseando u omitiendo hechos; pero, en definitiva, era una potente arma de guerra. La información daba fuerza, valor y ánimo a unas tropas muchas veces desalentadas, impotentes, y cortar ese flujo de información positivo era para las tropas franquistas un objetivo prioritario. Por eso, uno de los edificios más impactados por obuses en la Gran Vía fue, justamente, el edificio de la Telefónica.

      Uno de los mitos de la ciudad asediada fue el edificio de la Telefónica, según nos consta por personajes que vivieron el asedio, como el ya mencionado Arturo Barea, así como los estudiosos de la situación de Madrid durante el periodo bélico —entre otros, Cervera, 2002; 2006; Chaves, 2011; Lopezarias, 1986; Montoliú, 2000; Reig, 2006; Abellá, 2006—. La mención que tiene el edificio en los estudios es constante. Prueba de ello es la cantidad de fotografías que hemos encontrado en las fuentes, que tienen como tema principal


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