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y complementos que se han adquirido a otro fabricante y que posteriormente se incorporan o son necesarios para la elaboración del producto final. Por ejemplo: combustible, grasa, envases, etiquetas, cajas, etc.
Almacén de productos en proceso: alberga materiales en proceso o productos semiterminados para su futura reutilización en otro proceso de producción.
Almacén de productos semielaborados: suele contener productos cárnicos semielaborados que han pasado por varios procesos de la cadena de producción. Al finalizar todo el proceso se obtendrá el producto final.
Almacén de productos terminados: almacena todos aquellos productos listos para su posterior reparto y venta.
Nota: el almacén de productos terminados suele tener una función reguladora para varias empresas.
Almacén de herramientas: guarda todo tipo de herramientas y equipos que prestan servicio a los distintos departamentos y operarios de producción o de mantenimiento (por ejemplo: maquinaria, taladros, brocas, etc.).
Almacén de materiales de desperdicio: almacena todos aquellos productos que han sido rechazados por el departamento de control y calidad y que no tienen solución. Estos materiales se separan del resto al no ser aptos y presentar alguna anomalía insalvable.
Almacén de materiales obsoletos: los materiales obsoletos son aquellos que, bien por falta de ventas, deterioro o por haberse vencido el plazo de caducidad, se retiran de la circulación. Este tipo de almacén se utiliza para separar estos materiales obsoletos de aquellos otros aptos de consumo actual.
Almacén de devoluciones: en él se procesan todas las devoluciones de los clientes, clasificándolas para su posterior colocación en el almacén o para su reproceso o desperdicio.
3.3. Por funciones
Según sus funciones, los almacenes se pueden clasificar de la siguiente manera:
Almacén de consolidación: en él se centralizan diversos pedidos de diferentes proveedores, generalmente de pequeñas dimensiones, para agruparlos y así realizar un envío de mayor volumen. La principal ventaja es la reducción de costes de transporte, ya que realiza expediciones agrupadas y no individuales. El método de trabajo que utiliza es la técnica Just in Time (JIT). El JIT, que traducido del inglés viene a significar “justo a tiempo”, es un sistema empleado para organizar la producción de las fábricas.
Nota: de origen japonés, el JIT se empleó por primera vez en una conocida fábrica de coches japonesa y consiste en producir bajo pedidos reales y no bajo suposiciones. Esto es, “producir lo que se necesita, en la cuantía que se necesita y en el momento en que se necesita”.
Almacén de división de envíos o de ruptura: es aquel que realiza un desglose de pedidos, es decir, el caso contrario al anterior. Cuando llega un pedido de gran volumen, se realiza una división de este en pequeños pedidos de menor tamaño para su posterior envío al cliente.
3.4. Según su situación geográfica
Según la situación geográfica, los almacenes se pueden clasificar de la siguiente manera:
Almacén central: está situado próximo a los centros productivos y tiene la función de administrar productos a los almacenes regionales. Se caracteriza porque en él se manipulan unidades de carga completas.
Almacén regional: se ubica próximo a los centros de consumo. Se caracteriza por su especial diseño, pues está adecuado para recibir a grandes vehículos que descargan la mercancía proveniente del almacén central y tiene una zona de expedición menor para la distribución de los productos a los centros de consumo.
Almacén de tránsito: se localiza en un punto intermedio entre el almacén regional y el lugar de consumo, generalmente cuando se tarda en cubrir la distancia que media entre estos dos puntos más de un día.
Nota
Como característica, el almacén de tránsito presenta un sistema de almacenaje sencillo y está acondicionado para una rápida recepción y expedición de productos.
3.5. Según el tratamiento fiscal
Según el tratamiento fiscal, los almacenes se pueden clasificar de la siguiente manera:
Almacén con productos en régimen fiscal general: los productos almacenados no gozan de exenciones fiscales, por lo que se les aplican los impuestos vigentes y de forma general.
Almacén con productos en régimen fiscal especial: los productos almacenados presentan ciertos beneficios o exenciones fiscales, básicamente, por la ubicación de estos almacenes (por ejemplo: zonas francas, depósitos aduaneros, etc.).
3.6. Según el recinto del almacén
Según el recinto, los almacenes se pueden clasificar de la siguiente manera:
Almacén abierto: no requiere ninguna edificación y se caracteriza por tener sus productos expuestos a la intemperie y, por tanto, unos costes reducidos. Suele estar delimitado por una valla, números o señales pintadas.
Almacén cubierto: es aquel cuya área destinada al almacén de los productos está constituida por un edificio o una nave que los protege. Suele albergar productos que necesitan de unas condiciones específicas como estar resguardados de la intemperie, protegidos de la luz, tener unas condiciones térmicas especiales, etc.
3.7. Según el grado de mecanización
Según el grado de mecanización, los almacenes se pueden clasificar de la siguiente manera:
Almacén convencional: es aquel cuyo proceso de almacenamiento es muy rudimentario, con equipos básicos que pueden consistir en estanterías para el depósito de paletas, carretillas de mástil retráctil y una importante necesidad de mano de obra.