Tu Mañana empieza Hoy. Rafael González

Tu Mañana empieza Hoy - Rafael González


Скачать книгу
que nos rodean y que consideramos parte de nuestra comodidad, son percibidos de esta manera gracias a muchas falsas ideas instaladas en nuestra mente... pero, lo que a ti te parece cómodo, a otros quizás les aterrorice.

      Perder el miedo a salir de nuestra zona de confort, es un paso difícil de dar, pero a la larga terminará siendo la decisión que más valoremos haber tomado.

       “construye un nuevo camino”

      “La vida comienza

      donde termina tu zona de confort”

       Retroalimentar la idea

      El puente más difícil de cruzar,

      es el que separa las palabras de los actos

      Una cosa es encontrar una idea, y otra muy distinta es sostenerla intacta en el tiempo. Cuando un proyecto aun está fresco, en ese ímpetu inicial será fácil recordar pormenores y detalles de hacia dónde vamos, porqué lo hacemos, y cuál camino tomar. Es sencillo viajar rumbo al norte teniendo una brújula en la mano, pero si la aguja con la que nos guiamos no pone frente a un gran obstáculo, entonces puede que dudemos entre abandonar todo, realizar un rodeo para esquivar esa dificultad, o confiar ciegamente en el rumbo trazado de antemano.

      “LA IDEA”, es una serie de imágenes que moldean pensamientos alineados, creando en nuestra mente el bosquejo de cómo concretar aquello que tanto buscamos... Pero ese mismo proceso creativo (que al principio nos llena de optimismo), con el correr de los días comienza a debilitarse y perder fuerza.

      Supongamos que representamos “nuestra idea” con la imagen de un gran globo aerostático. Antes de iniciar el viaje, debemos primero asegurarnos que el cielo cercano se encuentre despejado (lejos de tormentas o conflictos emocionales), y en lo posible tener viento a favor que nos ayude a elevarnos más rápido (un incentivo).

      Si deseamos que ese gran globo se mantenga flotando, deberemos cada tanto inyectarle intermitentes bocanadas de fuego para mantenerlo activo y bien alto, pero si observamos que nuestra idea pierde altura, entonces estaremos obligados a liberar lastre, (peso innecesario que llevamos como equipaje) con el propósito de alivianar esa sobrecarga que nos desinfla el espíritu y nos hace descender.

      El lastre al que me refiero puede llamarse de distintas maneras; desconfianza/ culpas/ complejos/ rencores/ recuerdos tristes/ u otras muchas cosas que cargamos desde el pasado y de las cuales aún no nos deshicimos. Como lo hablamos en otra página, “para conquistar un objetivo, debemos conseguir que el cuerpo y la mente estén totalmente en sintonía con lo que deseamos alcanzar”, porque si nuestro cerebro tiene permanentes interferencias con algo relacionado a problemas que aun no resolvimos, va a resultar dificultoso concentrarnos en ese futuro lleno de buenas intenciones.

      Este es uno de los trastornos más comunes que entorpecen el camino hacia la realización personal y te alejan de una prosperidad futura.

      Cosas o personas que te sujetan a un lugar y a un estado que te perturba o hace daño.

      Cerciórate al iniciar un proyecto, no tener otros propósitos pendientes de resultados. “Al menos que no tengas otra opción”, pon todo su sacrificio y esfuerzo en un solo objetivo a la vez, (no es igual estudiar para rendir una sola materia, que intentar aprobar tres al mismo tiempo). El exceso de ideas y pensamientos, genera un desgaste de energía que terminará debilitándote en ambos frentes.

      Prioriza y concentra toda tu tenacidad en el cambio o la meta que más te urge alcanzar, y reprograma para más adelante otras cuestiones.

      “Realizar dos tareas al mismo tiempo,

      es el mejor medio para lograr que ambas salgan mal”

      Como aficionado a las plantas, puedo asegurarte que la única forma de que éstas crezcan, se desarrollen y florezcan, es dedicándole tiempo, riego, y paciencia. De igual manera, para que nuestros proyectos y sueños se vean cristalizados, deberemos perseguirlos, cuidarlos, y preservarlos con esmero y dedicación... Muchas de las cosas que hemos perdido en la vida, (ya sea relaciones afectivas, amigos, trabajos o carreras) las hemos perdido por no estar encima de ellas.

      – Encuentra una frase motivadora y hazla propia. Una frase favorita que te acompañará por todo el tiempo que dure tu propósito.

       Escribe ese pensamiento y pégalo en un lugar visible (en la puerta de la heladera, a un costado del espejo, en tu sitio de trabajo, en el celular, o en cualquier objeto que frecuentes a diario). La visualización constante de un mismo mensaje, terminará grabando ese anuncio en tu mente, recordándote siempre la meta a concretar.

      – Habla de tu meta a alcanzar con amigos, familiares y allegados. Cuéntales detalles, describe sacrificios, comenta tus avances... porque cada vez que lo hagas, estarás reafirmando tu creencia en ese plan y, al compartirlo, volverás a renovar tu compromiso por alcanzarlo.

      – Estudia, escucha, investiga. Buscando información o solicitando consejos sobre tu plan, estarás abonando y fertilizando esa idea inicial. Copiemos, probemos, y adoptemos aquellas fórmulas que a otras personas les hayan dado resultado, e incluso esmerémonos por superarlas o perfeccionarlas.

      “Lo importante no es tener muchas ideas,

      sino la idea oportuna en cada caso”

       Ya no hay vuelta atrás

      “Si vas a renunciar a algo,

      renuncia a ser débil”

      Cuando comiences esta nueva aventura, deberás asumir y estar completamente seguro que ya no hay vuelta atrás, y que a partir de hoy solo te queda una sola opción por delante... “triunfar”. Si realmente lo que quieres es ir en busca de tus sueños, ya no habrá en el horizonte lugar para dudas. Se acabaron las preguntas, los temores y las excusas, desde hoy no existirán más grises en tu vida, y la apuesta ahora será a “todo o nada”.

      Este es el momento de “quemar las naves” (frase muy utilizada como sinónimo de lanzarse tras un objetivo, renunciando a la posibilidad de dar marcha atrás ante un eventual fracaso). La versión sobre el nacimiento de esa expresión, tiene su origen allá por el siglo III antes de Cristo, y este es un breve resumen de aquella historia de Alejandro Magno (extraído de un libro de Manuel Campuzano)

       C uentan que allá por el año 335 A.C. al llegar a la costa Fenicia, Alejandro Magno debía enfrentar una de sus peores batallas. Los soldados enemigos triplicaban en cantidad a su propio ejército, y sus hombres estaban angustiados y atemorizados. Sus guerreros, no encontraban motivación para luchar, pues habían perdido la fe, y se daban por derrotados antes de comenzar a pelear. El temor, por primera vez había acabado con ese espíritu guerrero de aquellos conquistadores invencibles.

      Cuando Alejandro Magno pudo desembarcar a todos sus hombres en la costa, inmediatamente dio la orden que fueran quemadas todas sus naves. Mientras los barcos se consumían en llamas hundiéndose en el mar, él reunió a toda su tropa y les dijo; - “Observen como se queman los barcos, esa es la única razón por la que ahora deberemos vencer, ya que si no ganamos, jamás podremos volver a nuestros hogares, y ninguno de vosotros volverá a reunirse con su familia”. Les transmitió enfáticamente, antes de proseguir con su discurso: –“Hoy tenemos que salir victoriosos en esta batalla, ya que solo hay un camino de regreso, y es por mar”. - “Caballeros, cuando regresemos a casa


Скачать книгу