Diseño arquitectónico. Daniel Rodríguez Medina
Prólogo
ÁNGEL MELIÁN GARCÍA
El presente trabajo sustenta sus planteamientos con relación a un doble objeto de investigación; por un lado, enseñar a dibujar y proyectar arquitectura, tratando de ajustar este aprendizaje a las pautas de las demás enseñanzas universitarias, en general más adaptadas a la actividad mental de la ciencia lógica; y, por otro, presentar el quehacer en el proceso del proyecto arquitectónico, tanto desde las preocupaciones de un estudiante principiante que necesita información e indicaciones, para buscar la solución de un problema mediante métodos de naturaleza artística para afrontar su aprendizaje y forjar sus propios criterios de actuación, como del arquitecto en el desarrollo de su actividad profesional.
Como profesores de dibujos y proyectos arquitectónicos tenemos la obligación de acercarnos a la conciencia que conforma el proceso de enseñanza y aprendizaje del proyecto arquitectónico y del oficio de proyectar arquitectura. Comprometido con esta situación didáctica, el autor se ocupa de una tarea esencial: la de nombrar, a partir de los campos de saber de la arquitectura, la filosofía, la psicología y la historia del arte, y distintos casos de estudio, los objetivos, las situaciones, los medios y las operaciones con que proyectamos, usando términos que representen estrictamente las operaciones que tienden a aclarar la parte sustancial del trabajo del arquitecto: el proyecto.
La práctica del proyecto tiene un enorme componente de arte mecánica, pero también necesita una intensa elaboración de nociones y conceptos específicos, para encaminar las informaciones que produce el mundo de las referencias, dar significado a las operaciones que transforman la realidad y confirmar los criterios que evalúan los pasos esenciales del proceso. Es evidente que el aprendizaje del oficio de arquitecto puede facilitarse examinando los procesos de creación de la obra de los artífices de la arquitectura o de la práctica artística en general, identificando las referencias y desencadenantes que conducen a las operaciones que dan origen a cambios de forma, revelando las situaciones significativas y proporcionando indicaciones y orientaciones prácticas, que a modo de reglas empíricas intenten mostrar maneras de encontrar soluciones a temas específicos del proyecto de arquitectura.
El oficio de arquitecto consiste, esencialmente, en la ocupación habitual de proyectar edificios teniendo presente que, en las tareas de conformar objetivamente una idea o un sentimiento, la ocupación manual de materializar va acompañada de una intensa actividad intelectual al analizar e interpretar obras realizadas, tratando de encontrar sentido a los elementos descompuestos, para conocer sus principios conformadores, aventurar intenciones, conjeturar situaciones, buscar informaciones y estímulos, tantear y evaluar nuevas conformaciones y configuraciones, etcétera.
Al margen de lo que sobre su modo de proceder escriben o dicen los artífices, esta investigación analiza sus ocupaciones; indica los caminos a seguir en la consecución de una obra elegida como paradigma, a la manera de otros campos disciplinares en los que son atendidos, con carácter más o menos genérico, distintos modos de actuar y proceder; también de realizar juicios correctos a las obras elegidas, para reforzar el proceso proseguido y las referencias utilizadas con el objetivo de enseñar a practicar el oficio de arquitecto, afianzado en el seno de la cultura artística y arquitectónica del siglo xx, que llenan las prácticas arquitectónicas y los resultados de significados comunes que constituyen un cuerpo de conocimientos que enseñan el modo de hacer arquitectura y que pueden comunicarse en su ámbito de enseñanza y aprendizaje.
En el esclarecimiento de estas situaciones, el autor se instala convenientemente en la naturaleza del proyecto arquitectónico y lo presenta como el resultado de un quehacer prospectivo de múltiples tanteos, donde se valoren esencialmente las descripciones de los esfuerzos dirigidos a la configuración arquitectónica con la utilización de términos genéricos coherentes con sus significados históricos, y dejando en un segundo plano la vehemencia y declaración de los posturas interesadas que los proyectos tienen para sus autores. En definitiva, esta investigación se une a aquellas que contribuyen a elaborar un campo del saber de la arquitectura, que tiene por objeto fundamental aclarar lo que se hace al hacer arquitectura, lo que se hace al proyectar arquitectura, lo que se hace al diseñar arquitectura, afianzado en el discurso disciplinar de los autores, diferenciando con precisión lo que son operaciones de los significados, proyecciones y deseos que las operaciones conllevan, o lo que son vacilaciones, dudas y citas de los referentes que se han considerado al proyectar la formalidad o formalidades que se alcanza en cada proceso, y así contribuir a su constitución epistemológica en este ámbito de conocimiento.
El objetivo principal de esta investigación es teorizar y establecer métodos y procedimientos sobre el diseñar (proyectar) arquitectura, con la identificación de las partes mecánicas que se recorren inevitablemente en la mayor parte de los procesos de proyecto de manera consciente o inconsciente, y teniendo en cuenta el preámbulo intelectual de la referencia. Se trata de plantear las convicciones que todo el que proyecta —en el aprendizaje y en el trabajo profesional—, debe elaborar en cada caso y en el contexto de cualquier recorrido que conlleva un procedimiento o método.
En definitiva, el autor contribuye al conocimiento de la naturaleza del dibujo y del proyecto arquitectónico a través del estudio de casos y del trabajo de los grandes artífices en la arquitectura del siglo xx, generando los refuerzos verbales necesarios para nombrar situaciones, conceptuar operaciones y comunicar posturas y criterios, con el objetivo de producir teorías y métodos del dibujo y del diseño arquitectónico, que permitan proyectar discursos públicos acerca del dibujar y proyectar arquitectura, tareas esenciales que son el fundamento y la justificación de las enseñanzas que impartimos y del oficio de arquitecto.
Prefacio
DANIEL RODRÍGUEZ MEDINA
En una charla de salón, después de una entrega de desarrollo, el profesor del curso pidió hacer una reflexión acerca de todos los trabajos que se habían entregado ese día. Un alumno hizo el siguiente comentario:
Para mí fue muy difícil el trabajar este desarrollo, debido a que no sabía cómo iniciar con el tema, y conforme fue pasando el tiempo no encontré la manera de poder aterrizar todo aquello que en un principio quise hacer, por lo que el tiempo no me alcanzó.
Otro alumno comentó:
Yo trabajé y trabajé, pero cuando creí tener ya definido el proyecto me di cuenta que lo que había hecho al final no era lo que yo en un inicio había planteado.
Otro dijo:
Yo me perdí en toda la investigación y cuando me di cuenta ya no tenía tiempo, así que hice las cosas sin pensarlo mucho.
Otro explicó:
Yo pensé en una forma al inicio, pero como ya no supe como dibujarla, pues decidí en el último momento cambiar a otra cosa.
Otro alumno comentó:
Cuando estoy diseñando, ¿cómo sé si esta propuesta es en verdad una buena propuesta?, ¿con base en qué?… ¿qué me hace ser un buen arquitecto?
Respondió otro alumno:
¡Se