Diseño arquitectónico. Daniel Rodríguez Medina

Diseño arquitectónico - Daniel Rodríguez Medina


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      Ese conocimiento previo o dominio del tema, y la capacidad de análisis del problema, es lo que nos permite entender las cosas desde puntos de vista diferentes, ya que la creatividad comúnmente se relaciona con imaginación, y una persona creativa es aquella que tiene la capacidad de realizar cosas diferentes y novedosas. En la concepción del espacio arquitectónico, la mente trabaja de dos formas: por medio de la memoria y de la imaginación. Entiendo la memoria como la recapitulación o evocación de imágenes, así como la referencia a hechos e información teórica, “esto es, el conocimiento previo adquirido” donde la capacidad imaginativa es proporcional a la capacidad de creación, selección y aplicación del conocimiento.

      Alfonso Durán clasifica la imaginación en dos categorías (Morán, 2000: 385): Imaginación interna: es la facultad del intelecto, “se basa en todo el conocimiento previo adquirido;” la imaginación externa: es el diálogo que producen el dibujo con el conocimiento; es decir, cuando el dibujo adquiere significado mediante “el análisis de la idea”.

      Cuando se conceptualiza un espacio arquitectónico, se generan croquis y bocetos que van conformando un diálogo entre el diseñador y las ideas, “lo que lo convierte en el gestor de la imaginación”, por lo que la creatividad depende también directamente de los estados perceptivos e intuitivos. Dicho de otra forma, la “inteligencia visual espacial” tiene como base el dominio teórico-práctico del tema, así como la capacidad de análisis de los objetivos a cumplir y el análisis de las propuestas.

      La expresión arquitectónica “graficación” es la vía de comunicación y entendimiento visual de una idea, “interpretación de objetos” que tiene como característica un diálogo simbólico, esto es, por medio de los signos, donde esta interpretación se logra sólo con un respaldo de conocimiento previo, lo que hace a la imaginación e idealización el medio que permitirá consolidar un concepto o la idea que generará el proyecto arquitectónico.

      Podemos considerar la inteligencia creadora o inteligencia visual como la capacidad de recibir la información; es saber pensar, o bien, saber dirigir nuestro pensamiento.

      Crear = inventar nuevas posibilidades

      La inteligencia permite producir, controlar y digerir la formación de un significado, y éste a su vez hace posible reconocer o conceptuar una idea. Asimismo, la inteligencia construye esquemas que estimulan o motivan nuevos significados; éstos, a su vez, se detonan directamente por medio de la percepción y adquieren sentido según sea la forma en que se vean las cosas; de lo abstracto hacia lo concreto, de la percepción al concepto o viceversa.

      El pensamiento creativo tiene como objetivo la acumulación de información de manera adecuada, para desarrollar la idea lo más favorable posible; la creación de modelos o conceptos tiene como fin la reestructuración perceptiva y el crear otros nuevos (creatividad). Para entender este proceso es importante acotar las diferentes formas de pensamiento. El pensamiento lógico o tradicional nos permite refinar las ideas y comprobar su validez; es el inicio y desarrollo de modelos de concepto con base en un funcionamiento cerebral, el cual está dividido por dos hemisferios y cada uno de ellos realiza funciones diferentes (Csikszentmihalyi, 1998: 113).

Hemisferio izquierdoHemisferio derecho
La lógicaEl ritmo
El lenguajeLos colores
La numeraciónLas imágenes
El análisisLa música
La información linealLa información no lineal
El pensamiento abstractoLas formas
El racionamientoLa creatividad
La memoria secuencialLas ensoñaciones
El tiempo linealLa imaginación

      Las diferencias entre el pensamiento vertical o lógico y el pensamiento lateral o creativo son (ibíd.: 114):

      Pensamiento vertical

       Es selectivo.

       Se mueve sólo si hay una dirección en qué moverse.

       Es analítico.

       Se basa en la secuencia de ideas.

       Cada paso ha de ser el correcto.

       Se usa la negación para bloquear bifurcaciones y desviaciones laterales.

       Se excluye lo que no parece relacionado con el tema.

       Las categorías, clasificaciones y etiquetas son fijas.

      Pensamiento lateral

       Es creador.

       Se mueve para crear una dirección.

       Es provocativo.

       Puede efectuar saltos en la secuencia de ideas.

       No es preciso que cada paso sea correcto.

       No rechaza ningún camino.

       Se explora incluso lo que parece completamente ajeno al tema.

       Las categorías no son fijas.

       Mueve los caminos menos evidentes.

       Es un proceso probabilístico.

       Sigue los caminos más evidentes.

       Es un proceso finito.

      Las diferencias entre el pensamiento lateral y el vertical son básicas. Su funcionamiento es completamente distinto, sin embargo, son complementarios, a lo que pudiéramos llamar pensamiento global.

       Pensamiento vertical: cuando la información causa valor intrínseco, lleva eventualmente a una solución de modelos innegables.

       Pensamiento lateral: la información se usa no como fin, sino como medio para provocar una disgregación o separación de los modelos y su subsiguiente reestructuración autónoma en ideas nuevas.

      El pensamiento siempre debe estar alerta a esquemas significativos, ya que la creación surge de una serie de preguntas, y éste tiene que aclararlas. Uno de los motores que motiva la creatividad es la capacidad de explorar, buscando siempre una aptitud abierta a los problemas, lo que permitirá alcanzar lo que algunos denominan la iluminación creadora, entendida como el pensamiento creador, el cual trabaja con tareas en donde uno parte de su propio conocimiento y valores.

      ¿Cuánto tarda una persona en realizar una idea creativa? A este lapso de tiempo le llamaremos periodo de incubación, aceptando que toda propuesta que se considere novedosa o creativa requiere un proceso; este tiempo, entre entendimiento y maduración, es el periodo de incubación; va de la intuición e inspiración, a la iluminación creadora. Estos hábitos mentales son en su mayoría inconscientes y se requieren para llegar a la creación; asimismo, se plantea que el alejarse del problema no sirve de nada, ya que se sigue estando presente aunque sea de manera inconsciente, pues los procesos mentales se producen sin que el autor tenga conciencia de ello. Una parte importante de la incubación y del proceso mental creativo es la capacidad de percepción que tenga el autor del proyecto, pues, como se había comentado, gran parte de la posibilidad que nos permite alcanzar la realización de un producto creativo, se basa en la capacidad del dominio de un conocimiento previo, percepción de las cosas y disposición a lo inesperado. Es decir, ver las cosas en donde los demás no las ven y, al mismo tiempo, saberlas interpretar de manera correcta o adecuada.

      Azar + juicio o criterio = creatividad

       Azar + 0 = 0

      Para lograr una idea creativa hay que tener una disposición a la creación, idea que comparto con Fabio Gallego en su libro Aprender a generar ideas creativas (Reinoso, 2001: 95-96) en donde se plantea como una necesidad el crear un ambiente idóneo para el desarrollo de una excelente idea.

       Espacio: trabajar en un lugar distinto al usual.

       Diversidad:


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