Diseño arquitectónico. Daniel Rodríguez Medina

Diseño arquitectónico - Daniel Rodríguez Medina


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quizás, son las mismas situaciones y preguntas que se realizan en todos los salones de clases y tal vez sean las mismas respuestas. Sin embargo, creo que si bien estas respuestas son adecuadas, lo que falta aquí es congruencia entre el pensar y la manera de aproximarse y ejecutar la idea arquitectónica.

      Las investigaciones que se han realizado sobre los temas del proceder del dibujo y su consecuencia proyectual, establecen de una manera u otra que La forma en que dibujo es la forma en la que visualizo y ejecuto el proyecto.

      Esta conversación con los alumnos me llevó a la siguiente reflexión:

       ¿Cómo es la manera en que el alumno dibuja en cada una de las etapas del desarrollo del proyecto? “Conceptualización, aterrizaje y aplicación de la idea arquitectónica”.

       ¿Cuál es la relación que hay entre el modo del dibujar, con el entendimiento y comprensión del proyecto arquitectónico?

      Por lo que, sólo por sacarme de la duda, les pedí a los alumnos que me explicaran cuánto es el tiempo que le dedican a cada una de las etapas del proyecto, intentando agruparlas de la siguiente manera: investigación de campo, ideación, definición de proyecto, graficación y elaboración de maqueta, la cual quedó referenciada de la siguiente manera:

       Investigación de campo Seis sesiones = 60%

       Ideación Dos sesiones = 10%

       Definición de proyecto Tres sesiones = 15%

       Graficación técnica Siete sesiones = 10%

       Maqueta Dos sesiones = 5%

      Una vez que he visualizado el tiempo que el alumno le dedica en promedio de tiempo a cada una de las diferentes etapas del diseño, hago una reflexión con ellos:

      Si los alumnos refieren al proyecto arquitectónico como el resultado de un acto creativo, cómo es que el mayor tiempo del trabajo lo dedican a actividades que no tiene nada que ver con el medio lúdico del desarrollo de la idea, cómo son la investigación, la graficación técnica y la elaboración de la maqueta; mientras que la parte de exploración de la idea “ideación” sólo representa una pequeña parte de dicho proceso.

      Si la manera en que me aproximo a la idea arquitectónica es la misma que cuando visualizo el proyecto, entonces podemos afirmar: si mi mente está en estado racional, mi dibujo de exploración “croquis” tendrá características fisionómicas como la producción de líneas cortas y discontinuas, siendo trazos lentos debido a que me preocupa más la calidad del trazo en ese momento que la calidad de la exploración de la idea, por lo que mi mente tendría dificultades para elaborar una buena idea. Entonces, si se supone que el diseñar es un acto creativo, ¿no es incongruente que se desenvuelva en planos racionales?

      Conforme se va intentando dar respuesta a esta inquietud, aparecen nuevas preguntas y palabras claves a este planteamiento:

       ¿Qué es la creatividad?

       ¿Cómo puedo llegar a ser creativo?

       ¿Cómo se hace un producto para ser genuinamente creativo?

       ¿Cuáles son las herramientas para la creatividad?

       ¿Cómo se relaciona el dibujo con la idea?

      Este documento propone reorientar los procesos gráficos como el medio ideal y eficaz para un desarrollo conceptual y proyectivo del espacio. Éste se entiende como la esencia del quehacer del arquitecto, ya que este acto de construcción conceptual encuentra sus bases entre el equilibrio de un dominio de conocimientos técnicos, científicos y artísticos, los cuales se desarrollan entre la frontera de la racionalidad con la irracional, entre lo divergente y lo convergente. De esta manera, el trabajo presenta elementos para reflexionar sobre los conceptos que nos permitan sentar las bases en la construcción de nuevas formas de pensamiento.

      La imaginación y el desarrollo conceptual de la obra arquitectónica —o de diseño­—, se puede definir como un acto creativo; este concepto es definido por varios autores como un estado mental que nos permite generar una red de relaciones que identifican, plantean y resuelven problemas de manera relevante y diferente, donde la creatividad no sólo la relacionaremos con una capacidad de alto grado de inventiva, sino la sustentaremos bajo los esquemas de un pensamiento libre y sin restricciones que nos permitirá detonar ideas. Estas características son inherentes al pensamiento como reflejo de un estado mental, el cual deja sus registros mediante dibujos.

      Aquí, intentaremos evidenciar por qué el dibujo constituye una herramienta capaz de construir y transformar ideas de manera rápida y eficaz. Resultará fundamental el concepto pensamiento gráfico, que nos permitirá transitar por las diferentes propuestas conceptuales para ir conformando la idea arquitectónica y de diseño. La importancia del acto creativo es la transformación mental, la cual encuentra sus bases en la capacidad de percepción; ésta adquiere significado en un conjunto de habilidades y conocimientos previos. Si bien, el pensamiento gráfico es herramienta del proceso creativo, en este documento analizaremos los conceptos generales que se relacionan con la capacidad de recibir, analizar y transformar la información, por lo que intentaremos descifrar cómo es que se generan las ideas del diseño y cómo éstas, a través del dibujo, se van transformando. Es decir, ¿cómo se modifica el pensamiento conforme se va generando el dibujo? Con ello se enfatizará en ¿cómo es que el pensamiento gráfico determina o permite detonar una idea creativa en el proceso de diseño? y entender con ello ¿bajo qué circunstancias se promueve un buen proceso creativo?

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      Introducción a la primera parte

      ENRIQUE SOLANA SUÁREZ

      Este trabajo se desarrolla con el intento de responder varias preguntas subyacentes en el ejercicio del diseño arquitectónico, interpreto que en la búsqueda de mayor claridad conceptual respecto a los procesos de diseño, bastante emborronados por exceso de autoestima de algunos autores que dificultan la comprensión de los mismos mediante el ocultamiento o disimulo de sus acciones procesuales. Es aquí donde ganan principalmente interés estas investigaciones cuyo aporte incrementa la comprensión de procesos tan complejos como los enmarcados en el ámbito de la creatividad.

      Plantearse la veracidad sobre la genialidad humana en el ámbito de la arquitectura con estudios de casos, avanza en una línea de trabajo que desde la propia arquitectura, la psicología, la filosofía y la historia del arte, se han aproximado de manera generalista y construye un discurso a partir de asuntos señalados que permiten considerar tal cuestión desde la perspectiva específicamente disciplinar de la arquitectura; obviamente, con las inevitables ramificaciones que hacia otros ámbitos del conocimiento ubicados en la frontera del aquel conocimiento.

      Abarcando esta reflexión, el campo completo desde lo creativo hasta la producción del objeto diseñado, obliga al encuentro entre diferentes autores que convergen en el análisis de la creatividad desde sus respectivas ramas de conocimiento. Por ello es interesante el recorrido que se realiza a través de obras de diferentes autores, lo que permite enmarcar y centrar el tema a debatir. Todo ello finalizando en la utilización de los desencadenantes gráficos que hacen fluir con intensidad el cúmulo de ideas formales que se materializan en el diseño, al tiempo de servir como retroalimentación para la producción de nuevas propuestas.

      La doble finalidad del rol que cumple el dibujo en tal proceso, se convierte en un asunto central, además de formar parte del feedback continuo del proceso creativo ya mencionado, y constituye un instrumento regulador de la forma, permitiendo su control. Por ello, abordar desde esta consideración el dibujo arquitectónico amplía el interés conceptual del trabajo presentado. Un tercer aspecto que se acomete será la directriz gráfica que constituye el dibujo en el proceso de diseño


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