El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos. Eliseo Vila

El Tesoro de David: la revelación Escritural a la luz de los Salmos - Eliseo Vila


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el Señor defenderá la causa de su pueblo oprimido contra sus opresores, sin medida y sin cobrar honorarios; la defenderá descargando contra los opresores pestilencia, sangre y fuego. Gog era un gran opresor de los pobres,105 y Dios cayó sobre él con pestilencia, sangre y fuego, hizo llover sobre él y sus tropas, y sobre los pueblos que estaban con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre: “Y yo litigaré contra él con peste y con sangre; y haré llover sobre él, sobre sus tropas y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre. Así manifestaré mi grandeza y mi santidad, y me daré a conocer ante los ojos de muchas naciones; y sabrán que yo soy Jehová”.106

      THOMAS BROOKS [1608-1680]

      “London’s lamentations: or, A serious discourse concerning that late fiery dispensation that turned our once renown City into a ruinous Heap”, 1670

      Pondré a salvo al que suspira. Temblad todos aquellos que hacéis daño a los pobres, quien quiera que seáis; pues quizás tengáis poder y riquezas, y contéis con el favor de los jueces; pero los pobres tienen las armas más poderosas de todas: suspiros y gemidos, que llegan hasta el cielo clamando ayuda en su favor. Y estas armas derrocan dinastías, socavan fundamentos y derriban naciones enteras.107

      JUAN CRISÓSTOMO [347-407]

      Vers. 6. Las palabras de Jehová son palabras limpias, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces. [Las palabras de Jehová son palabras sinceras, como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces. RVR] [Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada. LBLA] [Las palabras de YHVH son palabras puras, como plata refinada en un crisol en la tierra, purificada siete veces. BTX] [Las palabras del Señor son puras, son como la plata refinada, siete veces purificada en el crisol. NVI] [Las palabras del Señor son palabras puras, plata aquilatada en un crisol de barro, que ha sido refinada siete veces. BLP] [Las promesas del Señor son puras como la plata refinada en el horno, purificada siete veces. NTV]

      Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada. Qué gran contraste entre las palabras vanas de los hombres, y las palabras puras del Señor. Las palabras de los hombres son sí y no, las promesas del Señor son sí y amén. En el original hay una alusión directa al proceso purificador de metales más estricto conocido por los antiguos, por el que la plata adquiría la mayor pureza posible: la escoria era consumida totalmente, y solo quedaba el metal precioso. Así de limpio y libre de toda aleación de error o infidelidad es el Libro de las palabras del Señor. La Biblia ha pasado por el horno de la persecución, de la crítica literaria, de la duda filosófica, de los descubrimientos científicos; y no ha perdido en el proceso nada, salvo las interpretaciones humanas que a veces se adhieren a ella como la escoria al mineral precioso. La experiencia de los santos ha probado su fidelidad en todas las maneras imaginables a lo largo de los siglos, pero ni una sola doctrina o promesa de la Palabra ha sido consumida ni en el calor más excesivo. Y así, tal como son las palabras del Señor, han de ser también las palabras de sus hijos. Si queremos ser semejantes a Dios en nuestra conversación, debemos cuidar nuestro lenguaje, y mantener la más estricta pureza de integridad y santidad en todas nuestras comunicaciones.

      C. H. SPURGEON

      Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada. ¡Qué hermoso suena este versículo, en contraste con todo lo dicho antes sobre los aduladores, jactanciosos y embusteros! ¿Hablan los pecadores de vanidad y lisonjas? ¡Que hablen los santos de Jesús y su Evangelio! ¿Hablan palabras impuras? Que utilicen los fieles las palabras puras de Dios, que son como la plata: cuanto más usadas, más fundidas en el fuego, más preciosas serán. Ciertamente, los impíos despreciaran tanto a Dios como su Palabra, considerándola como algo insignificante; más oh, las promesas que contiene, la relación del pacto con Jesús y las cosas divinas, son un tesoro desconocido. “Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que miel, y que la que destila del panal”.108

      ROBERT HAWKER [1753-1827]

      “Poor Man’s Commentary on the Old and New Testaments”, 1831

      Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada. Antiguamente para purificar la plata, la introducían en el fuego una y otra vez, hasta que quedaba totalmente probada. Así es también con la verdad divina; poco hay de verdad en aquello que no se ha purificado una y otra vez, y si algo de escoria permanece mezclada con ella, entonces, Dios mismo la purifica otra vez. Toda afirmación doctrinal del pasado cuya veracidad no haya sido debidamente probada con las Escrituras, sometedla al fuego otra vez, para que toda la escoria que pueda haber en ella sea consumida; pues el Espíritu Santo es tan pulcro, tan delicado, tan exacto, que no soporta que la falsedad se mezcle con las verdades del Evangelio. Por ello Dios, época tras época, cuestiona las afirmaciones del pasado, porque aún hay algo de escoria mezclada en ellas; bien en las mismas opiniones, o en la interpretación de los textos de la Escritura que se han utilizado para defenderlas: no han pasado su filtro y, por tanto, no cejará hasta que las haya purificado. La doctrina de la gracia gratuita de Dios ha sido puesta a prueba una y otra vez, y otra más. Pelagio109 comenzó a mezclar con ella su propia escoria, afirmando que la gracia no es nada más que la naturaleza del hombre. Pues bien, su doctrina fue purificada y gran parte de la escoria de sus afirmaciones, purgada. Luego vinieron los semi-pelagianos,110 que reconocen que la naturaleza no puede hacer nada sin la gracia, pero dicen que la naturaleza concurre con la gracia, e influencia lo mismo que la gracia; y esta escoria también fue quemada. Los papistas111 abordaron la misma cuestión, y no son ni pelagianos ni semipelagianos, pero mezclan todavía escoria con la gracia. Y después los arminianos,112 que refinan las doctrinas del papismo; y con ello, siguen mezclando escoria. Dios hará que su verdad sea probada en el fuego siete veces, hasta que pueda presentarse pura, como debe ser. Y digo esto porque esta verdad, ciertamente es preciosa.

      THOMAS GOODWIN [1600-1679]

      Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada. La Escritura es el sol; la iglesia el reloj. Sabemos que el sol es fiable, y constante en sus movimientos; el reloj puede caerse, adelantarse o atrasarse. Por ello trataríamos de necio al que confiara más en el horario del reloj que en el sol; y por similitud, criticamos la credulidad de quienes prefieren confiar más en la tradición de la Iglesia que en la Escritura.

      JOSEPH HALL [1574-1656]

      “Select Thoughts or Choice Help for a Pious Spirits”, 1617

      Las palabras del Señor son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada. Podemos rebuscar en pasajes sueltos de la Biblia y quedarnos con aquello que, a primera vista, apoye nuestros criterios. Pero leámosla entera y completa; analicemos el carácter de las diferentes personas a las que cada parte, en principio, va dirigida; la época y el contexto histórico en que se escribieron; investiguemos el propósito de cada pasaje, incluidos aquellos que a las mentes incrédulas les resultan más cuestionables; y nos convenceremos que en lugar de haberse fraguado en la mente de un impostor, deben su origen a hombres que escribieron: “siendo inspirados por el Espíritu Santo”.113 Escrutemos la Palabra con tanta severidad como queramos, para que este escrutinio esté documentado, sabiamente dirigido por una mente justa y abierta, y os aseguro que no hemos de temer nada. Hay porciones de la misma a las que la ignorancia y la necedad hacen decir, a veces, cosas que no dice, forzadas y poco naturales, y que mentes impuras ven y juzgan bajo la sombra de su propia impureza. Montesquieu114 dijo de Voltaire: “Lorsque Voltaire lit un livre, il le fait, puis il ècrit contre ce qu’il a fait” «Cuando Voltaire115 lee un libro, saca de él lo que quiere, y luego, escribe contra él todo lo que se ha imaginado». No es difícil mancillar la Escritura y luego imputar a su Autor inmaculado los borrones que han causado en sus páginas hombres con mentes corruptas y faltos de entendimiento. Pero si contemplamos la Biblia con honestidad, tal y como es, descubriremos que es inmaculada y sin mancha,


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