¿Cómo correr?. Nicholas Romanov

¿Cómo correr? - Nicholas  Romanov


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de estar sentado ante el televisor. Menos mal que nunca me puse a correr, podría decir un poltrón pagado de sí mismo. Mira lo que ha hecho contigo.

      En vez de acabar con el deporte, esta nueva visión de las carreras llevó a realizar estudios más sobrios sobre los aspectos positivos y negativos del deporte. El aprecio recién adquirido por correr no murió, sino que, como sucede con las grandes historias de amor, maduró hasta convertirse en una relación de por vida.

      Al acabar la fase de amor platónico, el arte de correr recibió un nuevo impulso saludable basado en la influencia combinada de los estudios científicos y los intereses comerciales. Aunque ahora había una visión más equilibrada del papel de correr en un estilo de vida saludable, los problemas permanecieron y algunos eran muy urgentes.

      Uno de los desafíos globales, determinar el modo de convertir la carrera en un medio en verdad eficaz para estar sano, mantener en buen estado el cuerpo y listo para correr, pasó a estar en la agenda de los entrenadores, científicos, médicos y los mismos corredores. El hecho fue que a medida que las carreras siguieron creciendo en popularidad, también la incidencia de lesiones de atletismo fue pisándole los talones.

      Las causas aisladas de las lesiones y la adquisición de medios para prevenirlas se convirtieron en el tema de numerosos estudios, de los cuales hablaremos en capítulos posteriores. Aunque gran parte del debate se centró en el desarrollo de mejores zapatillas o en el diseño de un régimen de entrenamiento más sensato, quedó claro que había llegado el momento de abordar un tema aún más capital. ¿Hay alguna técnica correcta y universal para correr?

      Si bien a alguien ajeno al tema podría parecerle una pregunta evidente y perfectamente razonable, en las filas de la comunidad atlética se convirtió en objeto de acalorados debates. La pregunta se discutió muchísimo, y fue estudiada desde los puntos de vista del sentido común, la experiencia de los entrenadores y la investigación científica de cientos de artículos, libros y tesis doctorales. Pero incluso en el momento en que escribo estas líneas, ni los científicos ni los entrenadores en activo han alcanzado un consenso sobre la técnica correcta para correr, y mucho menos sobre cómo enseñarla.

      En un lado estaban los que creían que correr era algo natural y que, en principio, todo el mundo sabe correr. Tipifica esa actitud la siguiente cita: «A lo largo de kilómetros y kilómetros depuré la acción de las piernas […]» (2). Es decir, la técnica se amalgama con un kilometraje significativo. Se podría bautizar con el nombre de escuela de pensamiento «abracadabra». Corre lo suficiente y, ¡abracadabra!, correrás de manera correcta. ¿No sería algo maravilloso?

      En el otro lado estaban los que admiten la existencia de una técnica correcta para correr, aunque paradójicamente afirmen: «No existe una técnica ideal con bases científicas que se ajuste a todo el mundo […], ni hay posibilidad de evaluar la disposición individual para ciertas actividades deportivas. Afirmaciones absolutas como “esto está mal” o “esto está bien” sólo revelan la falta de conocimientos de los entrenadores a la hora de proceder a una evaluación técnica […]; un buen entrenador debe poseer conocimientos sobre la teoría del movimiento de la cinesiología y […] ser capaz de transferir observaciones a una técnica adaptada de forma individual.» (Arno Nytro) (3). Es decir, el entrenador tiene que conjurar un estilo perfecto al correr que sea exclusivo de cada persona.

      Si tuviera que tomar partido por uno de estos puntos de vista, tendría que admitir que a la naturaleza «no le importa» cómo se realizan los movimientos con que se corre respecto a la fuerza de la gravedad y los esfuerzos aplicados. Pero no estoy de acuerdo, porque creo que dentro de la naturaleza es posible encontrar pautas y principios que nos demuestran la forma correcta de desplegar toda actividad natural. Acepto la filosofía de la naturaleza como un todo y la existencia del ser humano como un elemento clave dentro de la naturaleza, la cual impone límites a nuestras funciones fisiológicas y biomecánicas.

      En vez de aceptar que no hay una técnica correcta para correr o que la técnica correcta es exclusiva de cada individuo, creo que mediante el estudio de las fuerzas naturales en las que se mueve el ser humano es posible hallar los principios que lleven al descubrimiento de una técnica ideal para correr y apta para todas las personas, con independencia de su tamaño, somatotipo, edad y sexo.

      Empecé con el concepto de que el ser humano nace, crece y vive dentro del campo gravitatorio de la Tierra, y que actúa con más eficacia dentro de cierto marco biomecánico dictado por la gravedad. Nuestros movimientos deben formar parte integral de este entorno, integrarse de forma orgánica con él y aprovechar la gravedad como fuente de energía y oponerse lo menos posible a su influjo. Por el contrario, los movimientos ineficaces y las lesiones se producen cuando nos salimos de ese marco de interacción orgánica con las fuerzas de la gravedad y trabajamos en contra, y no con la gravedad.

      La enorme fuerza de la gravedad queda ampliamente demostrada por los fenómenos de la naturaleza, o en los esfuerzos del hombre por vencerla. En la naturaleza, un simple paso en falso puede desencadenar un alud y provocar que una enorme masa de nieve se deslice montaña abajo a 130 km por hora o más. Todos hemos visto la fuerza tremenda que desarrollan los cohetes en la plataforma de lanzamiento para escapar a la atracción gravitatoria de la Tierra. Imagina cómo afectaría tu forma de correr si fueras capaz de transferir la tremenda fuerza de la gravedad a la inercia de tu cuerpo moviéndose hacia delante.Para alcanzar una técnica óptima en la carrera, la clave radica en aprovechar al máximo la fuerza de la gravedad de la Tierra. Al igual que un balandrista aprovecha la energía del viento, todo corredor experto debería saber colaborar con la fuerza de la gravedad. Todo buen marinero aprovecha los vientos de cola para hacer avanzar la embarcación; todo buen corredor aprovecha la fuerza de la gravedad para ganar velocidad con impactos mínimos contra el suelo y el menor gasto de energía posible.

      Durante más de 25 años estudiando, enseñando y entrenando, me he dedicado a aprovechar la energía ilimitada de la gravedad de la Tierra para diseñar una técnica en la carrera que canalice la energía de la gravedad con bajo impacto, libre de lesiones y, lo más importante, a un ritmo rápido. He llamado a esta técnica y al medio para enseñarla método de la postura en carrera (también llamado método «pose»). Tanto si eres un corredor principiante que espera comenzar con buen pie como si eres un veterano que lleva 30 años corriendo por carreteras y caminos, este libro está pensado para ayudarte a correr más rápido y con más eficacia reduciendo al mínimo las lesiones y su impacto global sobre el cuerpo.

      Pero todavía hay más, quiero que te conviertas en un corredor completo, que trabajes en armonía con la naturaleza para deslizarte con suavidad y rapidez por el suelo, para que ames todas y cada una de las zancadas al igual que hicieron nuestros amigos griegos hace tantos siglos. Cuando llegues a ese punto, correr se habrá convertido en algo más que un deporte y formará parte integral de tu vida. Tal vez no disfrutes al instante del ideal griego de gozar de buena salud, ser atractivo y listo, pero estarás en el buen camino.

      1. Benyo, R. 1983. The Masters of the Marathon. Nueva York, Atheneum.

      2. Clayton, D. 1980. Running to the Top. Anderson World, Mountain View, California, pág. 62.

      3. Lydiard, A., G. Gilmor. 1962. Run to the Top. Wellington, A. N. y A. Reed.

      4. Nitro, A. Verano de 1987. “What is Correct Technique?” Track Technique, Vol. 100, págs. 3.195-3.025.

       Capítulo 3

       Nunca es demasiado tarde para aprender.

       Proverbio

       EL MEJOR MOMENTO PARA APRENDER EL MÉTODO DE LA POSTURA

      Sin importar su experiencia ni su capacidad, para la mayoría de los corredores adoptar el método de la postura en carrera representa un cambio enorme en su estilo de correr. Y como los corredores tienden a centrarse en el kilometraje semanal y en sus mejores marcas (marcas personales), resulta muy tentador olvidarse de la técnica para «rodar largo y tendido» o «correr rápido una carrera de 5 km». Es por esto que el cambio al método de la postura debe programarse durante un período en que


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