Mañana morirás. Mayer Gina
Sophia se encogió de hombros. No quería hablar de su hermano. Quería saber más de Felix. Lo que hacía y pensaba y por qué había ido a visitarla. Eso en especial.
—¿Por qué viniste? —soltó.
Pero Felix no la había oído. Movía suavemente la taza de té entre sus manos finas y hermosas mientras observaba las fotos pegadas sobre la cama de Sophia. Eran fotos viejísimas, la mayoría de cuando era niña. En una estaba en un trampolín de una piscina, en otra llevaba una cometa amarilla detrás. Tenía ocho o nueve años, y ni un solo gramo de grasa.
Sophia arrancó otro cuadrado de chocolate. Después movió el papel de aluminio hacia Felix.
Pero él tampoco se dio cuenta de esto. Guardó silencio, y ella también. Pero no era un silencio incómodo. Se sentía más bien como si se conocieran desde hacía años. Un silencio agradable.
“Te quiero”, pensó Sophia, y se estremeció al notar lo cálido y verdadero que se sentía aquel sentimiento.
Los dos se sobresaltaron al oír un golpeteo en la ventana.
—Egon —dijo Sophia, y se levantó.
El gato gordo de color miel había tocado con la pata para que le abriera. Era de una vecina, pero la señora Blunt estaba tan mayor y desmemoriada que se olvidaba de alimentarlo. De modo que Sophia lo había adoptado, y él se dejaba alimentar, acariciar y consentir, encantado. Aunque últimamente Sophia tenía la sospecha de que también se dejaba mimar por otros vecinos, pues estaba cada vez más rechoncho. Por eso, había empezado a servirle unas porciones restringidas, y el gato había empezado a visitarla con menos frecuencia.
—¿Volviste? —le dijo después de abrir la ventana y alzarlo del alféizar.
El gato ronroneó cómodamente. Sophia volvió a sentarse en la cama y le acarició el suave pelo amarillo.
—Lindo animal —dijo Felix y le acarició el lomo, y sus manos se tocaron en ese momento. El corazón le dio un vuelco a Sophia. Él apartó los dedos. Lástima. Después alzó la cabeza y la miró.
—Tenía ganas de verte —le dijo.
Y solo después de unos cuantos segundos, Sophia entendió que era la respuesta a su pregunta.
—HOY TENEMOS QUE HUIR DE NUEVO, pero no vamos al almacén por departamentos porque la vendedora está aliada con ellos —dice mamá.
Vamos en taxi donde Harry, pero él no está. O tal vez sí está pero no abre. Mamá le da una patada a la puerta.
No sirve de nada, tenemos que seguir. Subimos al tren. Mamá quiere ir al lago, pero un revisor viene después de un rato y nos pide los tiquetes. Y entonces tenemos que bajar.
—¿Qué hacemos ahora? —pregunta mamá—. No podemos regresar al apartamento.
—Llama a papi para que nos recoja —le digo, y eso hace.
Nos escondemos en el baño de mujeres de la estación mientras lo esperamos. Mamá sale constantemente para ver si ya llegó o si los tipos aparecen por algún lado, después vuelve. Yo me alegro inmensamente cuando él llega, pero él no, él está furioso.
—¿Qué es lo que pasa? —pregunta papi—. Estaba trabajando, no puedo dejar todo, así sin más, continuamente.
—Otra vez estaban persiguiéndonos —dice mamá. Y luego llora porque se da cuenta de que él no le cree.
—Los llevaré a casa —dice papi—, pero no podemos seguir así. —Y a mamá le dice—. Necesitas ayuda.
Ella asiente y sonríe. Porque papi está allí. Pero cuando volvemos a casa y papi dice que no puede subir con nosotros porque tiene una cita, ella se pone a llorar de nuevo.
—¡No puede ser! —grita. Pero él tiene que irse y sube al auto y se marcha.
—¡Maldito! —grita mamá y llora aún más fuerte, hasta que la señora Franz se asoma por la ventana.
—¿Qué mira? —le grita mamá y después me agarra fuerte de la mano. No subimos rápido al apartamento, porque es probable que los tipos estén allí esperándonos. Vamos donde Resi, amiga de mamá que tiene una especie de hotel. Allí podemos dormir.
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.