El puzle de la historia. José Escalante Jiménez

El puzle de la historia - José Escalante Jiménez


Скачать книгу
de industrias y de personas dedicadas a ellas, etc.

      Veamos un ejemplo de la información que nos facilita este catastro:

      En cuanto al seglar industrial, los datos que nos aportan son como este:

      En 1754, el marqués de la Ensenada fue destituido de su cargo y encarcelado. Las intrigas palaciegas, su vinculación con la Compañía de Jesús y la oposición de una parte de la oligarquía castellana, que veía amenazada su posición por la reforma que suponía el catastro, son algunas de las causas que se han esgrimido para justificar su caída.

      No obstante, las reformas que implicaban el catastro continuarán en los años siguientes, incluso una buena parte de la oligarquía, gracias al catastro, podrá legalizar una serie de propiedades, sobre todo rústicas, hasta ese momento complicadas de justificar y de muy variada procedencia, como por apropiación de tierras de propios.

      El Archivo Histórico

      A lo largo de estas páginas, con frecuencia se ha hecho mención a los fondos documentales del Archivo Histórico Municipal de Antequera, ya que todos nuestros trabajos se basan en la información, patrimonio de todos los antequeranos, que se desprende de él. Es hora de profundizar en el conocimiento de este centro, del que prácticamente todo el mundo ha oído hablar, pero que es poco conocido en realidad.

      Cuando nos referimos al Archivo Histórico Municipal de Antequera hablamos de una institución un tanto especial, que no se limita tan solo a conservar y servir documentación de carácter edilicio, como vamos a comprobar. Desde hace ya algo más de treinta años, se planteó la creación de un centro donde recuperar y conservar todo el patrimonio documental de las distintas instituciones de la ciudad. Hoy día, ese proyecto, casi idílico en los años 60, se está convirtiendo en una auténtica realidad.

      En primer lugar, en cuanto a la ubicación de los fondos, estos se encuentran instalados en lo que fue el edificio del antiguo Real Pósito de la Ciudad. Comenzado a construir en 1733 por Tomás de Melgarejo, según traza de Andrés Burgueño, se desploma en 1765, y se reedifica de nueva planta. En 1773, el alarife Martín de Bogas realiza una ampliación, levantando la nave conocida como la panera. Independientemente de su función como granero, fue empleado como cárcel durante la Guerra Civil. La actual rehabilitación y adaptación del edificio, para ubicar en él el Archivo Histórico, se debe al proyecto realizado por los arquitectos Ricardo Alario López, Sebastián del Pino Cabello y Rafael Salgado Ordóñez. Se trata de una construcción ubicada al sur de la población, en la Cuesta de Barbacanas, con fachada también a calle Nájera.

      Tiene planta en forma de “L”, con una superficie útil de 816,23 metros cuadrados divididos en cuatro grandes espacios perfectamente diferenciados: la gran nave, la panera, la casa del mayordomo y los antiguos semisótanos convertidos en espacio expositivo.

      Todo el conjunto presenta una perfecta organización interna que facilita su funcionamiento y asegura la óptima conservación de los fondos, contando con un potente sistema de seguridad y climatización que lo convierten en uno de los “edificio-archivo” más logrados de Andalucía.

      El Archivo Histórico de la ciudad de Antequera fue creado por una orden de 4 de febrero de 1970 del Ministerio de Educación y Ciencia. Está regulado por un reglamento de régimen interior, en el cual se define el Cabildo como órgano rector de esta institución. El Cabildo está formado por los siguientes miembros: el alcalde-presidente del Excmo. Ayuntamiento; el cronista oficial de la ciudad; el archivero municipal; el concejal de Cultura; el notario-archivero; un representante del Obispado, dos personas de reconocido prestigio en el ámbito de la cultura y la investigación locales y el secretario del Excmo. Ayuntamiento, que será su fedatario.

      Está constituido por el conjunto orgánico de documentos de cualquier época y soporte, producidos, recibidos o reunidos por el Ayuntamiento, procedentes de su propia gestión o de personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, con fines de gestión administrativa, información o investigación histórica.

      Por extensión, también se entiende por tal el lugar o lugares físicos donde se encuentra reunida, conservada y custodiada la documentación que se ha mencionado, y que en la actualidad se encuentra organizada en los siguientes fondos: Fondo Municipal, Fondo de Protocolos Notariales, Fondo Parroquial, Fondo Judicial, Fondo de Hermandades y Cofradías, Fondo de Archivos Familiares, Fondo de la Real Colegiata, Fondo Hemeroteca, Fondo Videoteca, Fondo Fotográfico, Fondo Empresarial y Fondo Cámara Agraria. Estos doce fondos documentales están a su vez subdivididos en archivos individualizados, hasta un total de 30.

      La documentación conservada en nuestra ciudad abarca un espacio temporal realmente importante: desde 1411, fecha del documento más antiguo –y al que en su día le dedicamos un trabajo–, hasta finales del siglo XX. Casi 600 años de los cuales la institución ejerce como testigo de la historia de la ciudad, salvaguardando el derecho a la información de los ciudadanos.

      Prácticamente, la casi totalidad de la documentación se conserva en muy buenas condiciones, manteniéndose las series completas. Aunque circunstancialmente existen algunas lagunas, es más frecuentemente en la documentación moderna del siglo pasado que en la más antigua.

      En la actualidad se está procediendo a la informatización de todos estos fondos para facilitar el acceso a los mismos, estando ya en máquina los inventarios de prácticamente todos ellos, los cuales pueden ser consultados a través de terminales ubicados en el centro.

      Así mismo, y siguiendo un estudiado plan de conservación, se está realizando un proceso de reproducción de determinadas series documentales. Para ello, se han iniciado dos proyectos. Por un lado, en 1999 se firmó con la Sociedad Genealógica de Utah un convenio de cooperación para la microfilmación de alrededor de un millón de páginas de diversas series documentales, entre las que cabe señalar el Catastro del Marqués de la Ensenada, los libros de repartimientos, la sección de sisas o los padrones históricos de habitantes, por ejemplo. En un futuro, las imágenes contenidas en estos rollos podrían ser digitalizadas, con lo cual su acceso a través de ordenadores instalados en el edificio facilitaría tremendamente la labor de los muchos investigadores que en la actualidad acuden al centro.

      Por otro lado, el Ayuntamiento inició, con cargo al presupuesto municipal,


Скачать книгу