El socialismo y la cuestión obrera. Fernando Martínez López

El socialismo y la cuestión obrera - Fernando Martínez López


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la sociedad de mineros El Despertar Obrero de Gérgal —contaba con 250 socios— en diciembre de 1904, la UGT penetró en la minería almeriense. Una implantación paulatina, con avances y retrocesos, que se fue plasmando junto al PSOE a lo largo de las dos primeras décadas del siglo XX91 en la cuenca minera de Serón-Bacares y en la cuenca de Sierra Almagrera después de la visita de Pablo Iglesias a la zona en 1912. Sobre la sociedad de mineros de Gérgal se levantó la Agrupación Socialista a finales de 1905 y se creó un amplio espíritu societario en la zona minera, como se puso de relieve al pedir el ingreso en el PSOE la Sociedad Agrícola Minera de Olula de Castro en 1906.92 Una sociedad que no sólo atendía los problemas económicos de sus asociados, sino que abrió una escuela para dar clases diurnas y nocturnas a los mineros y a sus hijos y tomó parte activa a través de mítines contra el impuesto de consumos o contra la carestía de las subsistencias.93

      Hasta 1910 las sociedades vinculadas a la UGT fluctuaron entre cuatro y cinco y con un número de obreros federados que oscilaba entre 650 y 800, teniendo el grueso de la afiliación entre los mineros de Gérgal, los campesinos de La Aurora, la sociedad de Oficios Varios de Alhama94 y los barrileros, alpargateros y panaderos de Almería. En 1910 la vinculación a la UGT de las sociedades obreras almerienses experimentó un bajón al quedar reducidas a dos secciones y a 320 obreros federados. La UGT sufría también la crisis del obrerismo provincial.95

      11. A MODO DE EPÍLOGO

      El socialismo almeriense entra en una nueva etapa a partir de 1904. Había logrado recuperar la dirección de la Federación y dirigir el nuevo Centro Obrero, pero ya no estaban solos en la política obrera. Los republicanos habían conseguido en estos años un hueco entre los trabajadores y los anarquistas que, a pesar de ser pocos, tenían a través de El Radical una tribuna permanente que estuvo vetada durante unos años a los socialistas. En este clima de poco entendimiento y de confrontación con los republicanos era lógico que la Agrupación Socialista de Almería, siguiendo a Pablo Iglesias, se pronunciara en contra de la coalición y alianza con los republicanos cuando fue sometida a votación la propuesta de la Agrupación Socialista Madrileña favorable a la alianza republicano-socialista96. No obstante, en el socialismo almeriense surgieron voces de destacados militantes como Tomás Alonso haciendo público su voto favorable a la alianza con los republicanos. Se situaba en la perspectiva de la política práctica que tanta falta hacía al socialismo almeriense para terminar de despegar.

      Sus hombres, sus propagandistas volvían a ser Antonio Marín Durán, Francisco Vicente Rivas, Antonio Hernández, barbero de la Almedina, Miguel Cruz Maldonado, Tomás Alonso que, a pesar de sus divergencias en relación con la política de alianzas y seguir defendiendo en minoría la coalición con los republicanos, continuaba trabajando en la Federación pues el socialismo seguía siendo su «delicioso sueño, la bella Dulcinea de sus amores», Pedro Ortuño a quien se le encargó la tarea de hacer provincial la Federación, Bernardo del Águila, presidente y fundador de La Aurora, etc. A ellos se unió una nueva generación encabezada por Daniel Moya, José Cabrerizo, los jóvenes socialistas José Vizcaíno Gómez y Juan Segura Verdegay, y los socialistas de Gérgal Cornelio Callejón y Gregorio Carreño.

      Sus nombres se unirán a los viejos y nuevos espacios de encuentro societario y de lucha obrera y política. A las huelgas del Puerto de Almería, de barrileros, panaderos y metalúrgicos de la capital que siguieron protagonizando el conflicto social, ahora se vincularán las de La Unión Ferroviaria y sobre todo las huelgas de las cuencas mineras de Gérgal y Serón en plena expansión por la explotación de la minería del hierro.

      La nueva etapa abrió espacios políticos de coincidencia entre republicanos y socialistas como la protesta contra la guerra de Marruecos o la crítica al Gobierno de Maura que mejoraron las relaciones de ambas fuerzas políticas en Almería. Los acontecimientos de la Semana Trágica de Barcelona terminaron por dar un giro estratégico a la actitud oficial socialista e hicieron posible la Conjunción con los republicanos en 1909, emprendiéndose un proyecto que buscaba la modernización de España y las mejoras en la vida de los obreros.

      CAPÍTULO 2 EL PARTIDO SOCIALISTA EN EL PRIMER CUARTO DE SIGLO XX

      MARÍA ISABEL RUIZ GARCÍA*

      Los primeros pasos del socialismo almeriense tienen lugar en los últimos años del siglo XIX, los impulsores serán algunos socialistas llegados de otras provincias, como el barrilero Rafael Salinas, que procedía de Málaga. Esta ideología calará pronto entre los almerienses, sobre todo entre los obreros de los oficios más representativos de la ciudad como eran los barrileros y los trabajadores del puerto.

      El apoyo de los líderes nacionales fue fundamental para la implantación del partido, es por ello que Pablo Iglesias viajará a Almería en varias ocasiones. En estos primeros años la labor de propaganda se centrará en la capital y algunas de las poblaciones cercanas como Viator, Huércal o Benahadux.

      Desde el primer momento el interés de los socialistas se centró en potenciar la creación de sociedades de resistencia. Para ello tendrán que disputar con los republicanos por hacerse un hueco entre la clase obrera. Poco a poco se van convirtiendo en referentes políticos entre los obreros y los elementos más radicales del republicanismo, incluso algunos de los dirigentes republicanos cercanos al federalismo como Tomás Alonso y Antonio Marín Durán, ingresarán en las filas socialistas.

      En estos años de efervescencia societaria, el semanario El Socialista tendrá una amplia difusión entre los obreros almerienses, en el que aparecerán noticias de la provincia en una sección denominada «Ecos de Almería».

      1. LOS PRIMEROS AÑOS DEL SIGLO XX

      Los inicios del siglo XX van a ser difíciles para el despegue del partido en la capital. Esta dificultad se debe a la confrontación con los republicanos, sobre todo a raíz de la creación de la Unión Republicana en 1903; a la propuesta de una coalición con estos, los socialistas almerienses votarán en contra siguiendo la opinión de Pablo Iglesias.

      Esta decisión les llevará a un enfrentamiento continuo durante los primeros años del siglo que se reflejará tanto en la vida de las sociedades, como en la prensa local y en los actos organizados por unos y otros; y que no acabarán hasta la creación de la conjunción republicano-socialista.

      El enfrentamiento será muy evidente en la celebración de las elecciones de la junta directiva de la Federación Local de Sociedades Obrera en la primavera de 1903. Esta agrupaba a las sociedades más importantes de la capital y había sido creada a instancias de los socialistas en 1899. En esta ocasión los republicanos y anarquistas se hacen con la dirección de la Federación y los socialistas quedan relegados de los cargos que habían ostentado hasta ahora. El nuevo presidente será Cesáreo Úbeda, un ex germinalista republicano; la vicepresidencia estará a cargo de Tomas Alonso, que había abandonado las filas socialistas por la oposición de estos a colaborar con los republicanos.1

      La desmovilización obrera que afecta a otras zonas del país, también se hace evidente en la provincia de Almería. La crisis económica por la que está pasando el país, hace que se produzca un retroceso asociativo ya que las familias obreras pasan por una precaria situación.

      El Partido Socialista no escapa a esta situación que viene acompañada por un acercamiento de los obreros al republicanismo, tal como hemos visto que ocurrió con la Federación Local. Por ello los socialistas tendrán que desarrollar sus actividades en un ambiente poco favorable, ante la indiferencia de la mayor parte de los obreros, la hostilidad de los republicanos y la desmoralización entre sus propias filas; de tal forma que aquellos que permanecen fieles al partido, verán reducida su actividad a veladas y mítines de carácter íntimo.

      A pesar de todo vamos a asistir en estos primeros años del siglo XX a la creación de las Juventudes Socialistas en 1904, y a la expansión del socialismo por la provincia de Almería.

      Estos primeros años significarán también un cambio en los intereses del Partido Socialista, al mostrarse más interesados por los obreros campesinos. Hasta ahora


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