Los elementos de investigación. Hugo Cerda Gutiérrez

Los elementos de investigación - Hugo Cerda Gutiérrez


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otra forma dieron nacimiento a métodos científicos que se han desarrollado en estos últimos siglos: el baconiano*, que postula el desarrollo de la inducción científica, el galileano**, que matematiza la observación y la experiencia, planteando la necesidad de interrogar la naturaleza de modo experimental y el cartesiano*** que desarrolla a partir de la duda, el examen de los problemas mediante el uso sistemático del análisis y la síntesis.

      Estas tres formas de abordar el problema del método científico se encuentran implícitas o explícitas en la mayoría de las variantes metodológicas que han adoptado los investigadores, o en su defecto las disciplinas científicas y áreas de conocimientos. A este nivel podemos hablar, por ejemplo, de métodos genéticos, inductivos, deductivos, axiomáticos, analíticos, experimentales, dialécticos, genéticos, hipotético-deductivo, sociométricos, cuantitativos, cualitativos, etc., los cuales están ligados a diversas posturas y posiciones filosóficas que se han adoptado frente a la cuestión del conocimiento y a los procedimientos para alcanzarlo y resolverlo.

      Uno de los conflictos que a menudo han enfrentado a investigadores y teóricos de la investigación, es la confusión que existe entre método y técnica, dos conceptos que no sólo se encuentran relacionados, sino que en la investigación científica no es posible prescindir de uno sin afectar las funciones del otro. La falta de definición entre estos dos conceptos ha derivado en confusiones entre los límites de los procedimientos y el camino para alcanzar un fin determinado.

      Según Ander-Egg (1989):

      Mientras las técnicas tienen un carácter práctico y operativo, los métodos se diferencian de ellas por su carácter global y de coordinación de operaciones. Éstas se engloban dentro de un método y, a la inversa, un método comporta el uso de diferentes técnicas. Sin embargo, en la práctica de determinadas tecnologías sociales, no siempre resulta fácil delimitar claramente las fronteras que separan los métodos de las técnicas. La confusión muchas veces deriva del hecho de considerar el método como un conjunto de técnicas generales, o sea, un manojo de instrumentos regidos por normas y reglas. Creemos que el método es más que un conjunto de técnicas, ya que un método tiene implicaciones epistemológicas y filosóficas que a la postre orientan, dirigen y estructuran todo el conjunto de operaciones, reglas y procedimientos fijados de antemano por el investigador.

      Se hace muy difícil hablar de métodos propiamente dichos en la investigación científica, ya que muchas veces el término tiene a su vez una dimensión general y particular que indistintamente puede servir para designar a un concepto, explicación, enunciado, característica, estudio, método o técnica de una actividad investigadora. No sabemos si esta confusión responde a la ambigüedad del término, al deseo de ampliar su significado y sus alcances, o simplemente es el resultado del desorden existente en este terreno. Por ejemplo, lo descriptivo puede constituirse en un procedimiento destinado a enumerar las características de un concepto, una exposición de lo objetivamente observado, un estudio de un fenómeno especial, un conjunto de procedimientos, mecanismos e instrumentos para observar las características que presentan algunos hechos o fenómenos, etc.

      Independientemente de que un método se asocie a un paradigma o modalidad investigativa determinada, hay que recordar que la investigación científica, y como consecuencia el método, constituye un proceso de ajuste sistemático entre la realidad que se investiga y el conocimiento o representación de ella, por eso el método necesariamente debe responder a las necesidades y a las demandas que exige el problema de investigación, a los procedimientos que se requieren para obtener la información que ayude a la solución de éste. Las técnicas de investigación son los instrumentos concretos que se desarrollan y se utilizan para poner en práctica la orientación metodológica.

      Las ciencias humanas, sociales o matemáticas tienen sus propios procedimientos para abordar el estudio de la realidad, aunque en todas ellas existen algunos denominadores comunes, lo cual posibilita hablar de algunas características y rasgos generales, que de alguna manera involucran aspectos particulares de disciplinas y áreas de conocimiento diferentes. A muchos métodos se les vincula con el tipo de investigación al cual sirven y se integran, de ahí la dificultad para hablar de métodos generales, útiles para cualquier realidad, debido a que la mayoría de las veces se encuentran vinculados a procesos específicos del conocimiento y de la actividad congnoscitiva. Muchas de las características de los métodos que hemos analizado en el capítulo dedicado a los tipos de investigación, se confunden con los propios de los procedimientos y tipologías investigativas.

      Partiendo de la premisa de que el método es el instrumento de la actividad científica de que nos servimos para conocer la realidad, éste se encuentra íntimamente vinculado a diversas disciplinas y áreas del conocimiento que nos procuran los medios lógicos y operativos propios de la lógica, la epistemología, la sociología, la psicología, etc. De ello se deduce que los métodos de la investigación científica son los procedimientos planeados que se utilizan para descubrir las formas de existencia de los procesos objetivos, distinguir las fases de su desarrollo, desentrañar sus enlaces internos y sus conexiones con otros procesos, esclarecer las acciones recíprocas entre los procesos, generalizando y profundizando los conocimientos allí adquiridos, demostrándolos con rigor racional, obteniendo su comprobación en el experimento o en la observación, y encontrando las condiciones y medios necesarios para permitir la intervención humana. De esta manera surge un vínculo muy estrecho entre el método científico y la lógica, en tal grado que algunos investigadores consideran el método como la función lógica más completa y también la más importante.

      ¿Existe un modelo o una estructura básica de método científico? En este terreno, abundan tanto las propuestas y los modelos, que a esta altura se hace muy difícil hablar de un patrón único. Algunos autores plantean que la única pauta a seguir es tratar de dar respuesta al qué, para qué, por qué, cómo, dónde y con quién, de las acciones que se aspira emprender en el desarrollo de un estudio. Popper afirmaba que la investigación es una construcción lógica, y como tal, el método lo es. En cada caso, el investigador debe responder a todos los interrogantes generales y específicos que le sugieren las necesidades reales de su estudio, particularmente de su problema científico, y de esta manera evitar caer en la trampa de los métodos generales que supuestamente sirven para todas las realidades y casos.

      La Lógica, y particularmente la Epistemología, hacen referencia a los métodos deductivos e inductivos, pero algunos autores como Hughes y Hogan tienen dudas si se trata de métodos propiamente dichos, o posturas epistemológicas frente al trabajo investigativo, ya que la existencia de un método exigiría algo más que afirmar que la deducción parte de lo general a lo particular y la inducción de lo particular a lo general. Es decir, demandaría un camino y procedimientos conceptuales y empíricos que se constituyan en verdaderas concepciones teóricas y técnicas sobre el objeto de estudio. Es el mismo caso de los supuestos métodos cuantitativos y cualitativos, que el hecho de utilizar o no la estadística y la matemática los acredite como métodos. Los investigadores que los aceptan como métodos, parten de la premisa de que en el método inductivo el marco teórico debe construirse durante el proceso investigativo y de esta manera evitar que lo conocido predetermine lo desconocido. De igual manera lo deductivo exigiría que estos presupuestos teóricos se constituyan en el conjunto axiomático de partida que orientan y fundamentan la investigación.

      La mayoría de los autores aceptan que debe existir una estrecha relación entre lo inductivo y lo deductivo, dos formas diferentes de inferencia pero a su vez dos instancias complementarias y dependientes. Y que el conocimiento científico no sería posible si no existiera una relación y una conexión entre lo general y lo particular, entre lo singular y lo universal. La deducción y la inducción son dos formas de inferencia que tienen el mismo propósito aun cuando el punto de partida sea diferente.


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