Manual de informática forense. Luis Enrique Arellano González

Manual de informática forense - Luis Enrique Arellano González


Скачать книгу
hallazgo, pero no están relacionados íntimamente con el caso que se investiga.

       Indicios microscópicos: Son aquellos que por su naturaleza exigen el empleo de algún instrumento óptico (de amplificación macro o microscópica) para su observación (pelos y fibras). También requieren el empleo de otras técnicas de análisis de micropartículas, como la activación neutrónica, la espectrofotometría de acción de masas o la resonancia nuclear magnética.

       Indicios macroscópicos: Los que se observan a simple vista (manchas, armas, etc.).

       Indicios trasladables: Son aquellos que por su naturaleza, forma, volumen, peso o cualidades inherentes, se pueden sacar del lugar de investigación y se pueden preservar de forma adecuada para trasladarse al laboratorio y realizar el estudio pericial respectivo (armas, fibras, datos codificados en soportes magnéticos, ópticos, etc.).

       Indicios no trasladables. Son aquellos que por su naturaleza, forma, volumen, peso o cualidades inherentes, no pueden moverse del lugar de investigación ya que alterarían sus condiciones originales (huellas de efracción en paredes, muros, redes de cableado para interconexión digital, antenas de comunicaciones, etc.).

       Indicios virtuales. Son aquellos que se obtienen a partir de la investigación informático forense, pueden o no constituirse en prueba documental informática (LHVP - Lugar del hecho virtual propio).

      Recolección de indicios: Es la acción de orden técnico que tiene como objetivo la recolección de los indicios localizados en el lugar de investigación, sin contaminar, transformar o modificar la naturaleza de éstos, con el objeto de mantener su integridad para su posterior estudio y análisis. (Gestión de la Prueba Documental Informática, normalmente como medida procesal previa o preliminar, a veces “in audita altera pars”.)

      Lugar del hallazgo: Corresponde a un espacio en donde encontramos los indicios que puedan estar relacionados con algún hecho –por ejemplo el hallazgo de un cadáver–, no necesariamente se corresponde con el lugar del hecho delictuoso. En algunos casos ni siquiera es posible establecer el lugar de comisión del hecho, como en los supuestos de delitos informáticos propios o impropios cometidos en lugares del hecho virtuales propios, este tema se tratará oportunamente con mayor profundidad en esta misma obra.

       Intencionales: Suele ser cometida por los actores involucrados en la acción analizada (responsables, familiares, terceros interesados).

       No intencionales: Suele ser consecuencia culposa de la intromisión de personas extrañas a la investigación (periodistas y curiosos).

       Por causas naturales: (meteoros, fuegos, terremotos).

       Por desconocimiento, impericia o inexperiencia del propio investigador o los participantes (otros expertos, miembros de Fuerzas de Seguridad, bomberos, equipos de emergencia sanitaria).

      Desde la visión puramente deductiva y privada de un Sherlock Holmes, hasta las normalizaciones de procedimientos efectuadas por Scotland Yard y difundidas por INTERPOL, se crea un mundo nuevo. La investigación seria y científicamente soportada ha llegado para quedarse. Algunos de nuestros compatriotas hicieron enormes aporte a ésta, basta con recordar la sistematización que Vucetich aportó a la sociedad, conformando un auténtico sistema de identificación masivo, efectivo, eficiente y eficaz (el Sistema Dactiloscópico Argentino). Se trata de artes y técnicas relacionadas exclusivamente con el accionar de las Fuerzas de Seguridad en apoyo jurisdiccional directo. Desde la Policía de la Capital se conforman soluciones a partir de iniciativas particulares, soluciones que lentamente llevarán hasta la creación de la Scopometría y sus primeras divisiones en especialidades técnicas. Aún está muy lejos la concepción de una Policía Judicial, de la que se constituye en pionera la Morgue Judicial. El antiguo asesor del juez, el médico legista, se destaca en este proceso, es la voz autorizada de un profesional de la medicina, con capacitación específica en técnicas forenses (investigación causal de la muerte) y su respuesta pericial constituye un aporte indispensable a la hora de dictar sentencia.

      En fin uno de los grandes maestros de la Criminalística, el inspector general Roberto Albarracín, a principios de los años setenta, en su obra Manual de Criminalística y en sus clases, solía decirnos respecto de esta denominación: “ha sido llamada: Policía Científica y Técnica Policial, Ciencia de la Policía Judicial, Arte de la Policía Judicial, Policía Científica, Técnica Policial, Policía Técnica, Policía científica o técnica (Reiss), Criminalística (Locard a partir de la Escuela Alemana representada por Hans Gross). Determinado que la más exacta y adecuada denominación de nuestra materia es actualmente la de Criminalística, diremos que ella encierra el estudio de las técnicas del crimen. En este sentido brinda una extraordinaria colaboración al proceso penal, ya que su fundamento es encontrar la verdad para que el hecho delictuoso no quede impune”. (pp. 24 y 25).

      A partir de las afirmaciones anteriores, podemos descubrir ciertos detalles destacables:

      1 Nuestro referido y dilecto maestro (a principios de los setenta) utilizaba con ambigüedad los términos crimen y delictuoso (delito en definitiva), utilizándolos en relación con el proceso penal. (7)

      2 Asignaba a la Criminalística un valor puro de soporte al proceso penal (algo inherente seguramente a su profunda formación policial), dejando de lado el aporte que la misma pudiera realizar a los restantes fueros judiciales (comercial, civil, laboral, etc.).

      Si bien la medicina legal se ha ganado su lugar por medios propios, no pasa lo mismo con otras áreas de la Criminalística, que lentamente se van separando de la integralidad originaria. Un perito es un experto, pero difícilmente pueda ser “experto en todo”, por ese proceso natural de selección, basado en las necesidades e intereses de cada profesional, se separan las primeras disciplinas criminalísticas: Laboratorio Pericial, Balística, Documentología, Fotografía, Dactiloscopia, Rastros. Sin embargo, no todas las necesidades periciales son sustentadas a partir de estas divisiones originarias, por ejemplo, puede ser necesario que el tribunal sea asesorado respecto de la autenticidad de un cuadro u otra obra de arte, algo excepcional pero no improbable. En ese caso será necesario consultar a un experto en el tema, que brindará su informe, en lo posible, con las mismas condiciones metodológicas que el resto de las áreas independientes ya consolidadas. A esto se agrega que desde el Derecho Civil se requieren actividades semejantes, es necesario realizar pericias contables, determinar superficies de inmuebles, identificar textos manuscritos y mecanografiados, establecer los daños de un vehículo siniestrado, es decir, realizar las mismas tareas que aparecían como propias de la Criminalística en soporte del Derecho Penal. A este conjunto de especialidades permanentes y ocasionales se lo denomina Ciencias Forenses.

      Entre


Скачать книгу