Argumentación y pragma-dialéctica. Jesús Zamora Bonilla
varias razones, la realidad argumentativa no siempre se asemeja al ideal de una discusión crítica. Así por ejemplo, de acuerdo con el modelo ideal en la etapa de confrontación el antagonista de un punto de vista debe enunciar sus dudas de forma clara y sin ambigüedades, pero en la práctica eso puede ser irrespetuoso para ambas partes, por lo que conviene obrar con circunspección.26 Analizar pragma-dialécticamente el discurso argumentativo consiste en interpretar el discurso desde la perspectiva teórica de una discusión crítica. Semejante análisis es pragmático por cuanto considera el discurso como esencialmente un intercambio de actos verbales; y es dialéctico por cuanto considera este intercambio como un intento metódico de resolver una diferencia de opinión. Un análisis pragma-dialéctico tiene como fin reconstruir aquellos y sólo aquellos actos verbales que potencialmente jueguen un papel en llevar la diferencia de opinión a una conclusión. El modelo ideal de discusión crítica es una herramienta valiosa a la hora de lograr un análisis sistemático. Al indicar qué actos verbales son relevantes en las varias etapas del proceso resolutorio el modelo tiene la función heurística de indicar qué actos verbales necesitan ser considerados en tal reconstrucción.
Van Eemeren, Grootendorst, Jackson y Jacobs desarrollaron el componente analítico de la pragma-dialéctica en el libro Reconstrucción del discurso argumentativo (1993). Los autores enfatizan que es crucial que las reconstrucciones propuestas en el análisis estén de verdad justificadas. Las reconstrucciones deben ser fieles a los compromisos que se asignen debidamente a los participantes sobre la base de lo que contribuyen al discurso.27 A fin de no “sobre-interpretar” lo que parece implícito en el discurso, el analista debe ser sensible a las reglas de uso del lenguaje,28 los detalles de la presentación y las restricciones contextuales inherentes al acontecimiento verbal de que se trate. Pero si queremos ir más allá de una lectura ingenua del discurso, nos resultará benéfico el conocimiento empírico acerca de la manera en que se conduce el discurso oral o escrito.29 De allí que convenga acrecentar las intuiciones del analista con los resultados de la investigación empírica, sea cualitativa o cuantitativa.30
En la práctica, la primera pregunta es si y en qué medida un dado discurso oral o escrito es de verdad argumentativo. Algunas veces el discurso, o parte de él, se presenta explícitamente como argumentativo.31 Algunas veces no se presenta como tal, y sin embargo es claro que tiene una función argumentativa. Y puede haber incluso casos en los que el discurso sea claramente no argumentativo, o al menos no primariamente. El criterio de demarcación más decisivo es si se propone o no una argumentación, de forma tal que el discurso está, al menos en parte, dirigido a superar la duda —real o proyectada— acerca de un punto de vista. Un discurso puede ser justificadamente analizado como argumentativo, aunque no necesariamente en su totalidad, solamente si, sea directa o indirectamente, se lleva a cabo en él un acto verbal complejo de argumentación.
(a) Sinopsis analítica del discurso argumentativo
A fin de hacer posible la evaluación responsable del discurso argumentativo se requiere una sinopsis analítica de todos los elementos en el discurso que sean relevantes a la resolución de una diferencia de opinión. Lograr tal sinopsis es por ende el fin del análisis. En una sinopsis analítica necesitamos atender a los siguientes puntos:
(1) las cuestiones que en la diferencia de opinión están en juego;
(2) las posiciones que adoptan las partes y sus puntos de partida procedimentales y materiales;
(3) los argumentos planteados por las partes de forma explícita o implícita;
(4) la estructura de la argumentación que tiene el complejo de argumentos planteados en defensa de un punto de vista;
(5) los esquemas argumentales utilizados en los argumentos individuales para justificar un punto de vista.
Los términos y conceptos que se refieren a los componentes de una sinopsis analítica, tales como premisa inexpresa, estructura de la argumentación y esquema argumental, se definen desde una perspectiva pragma-dialéctica.32 A la hora de tratar con premisas inexpresas, por ejemplo, se hace primero que nada una diferenciación entre el “mínimo lógico”, es decir el “condicional asociado” (“si Premisa, entonces Conclusión”) y el “óptimo pragmático”, es decir una especificación o generalización del condicional asociado que esté justificado por el contexto y otras consideraciones pragmáticas relevantes.33 Y a la hora de analizar la estructura de la argumentación se distinguen las estructuras múltiple, coordinativa y subordinativa y se asocian con las diferentes clases de respuestas a las cuestiones críticas que el argumentador anticipa o a las que reacciona cuando apoya un punto de vista.78 A su vez, estas cuestiones críticas se asocian con los esquemas argumentales que se usen: dependen pues de si los argumentos y puntos de vista individuales están conectados mediante una relación causa, sintomática o comparativa.34
Los elementos incluidos en una sinopsis analítica son inmediatamente relevantes a la evaluación del discurso argumentativo. Si no es claro de qué diferencia de opinión se trata, entonces no hay manera de decir si se ha resuelto la diferencia. Si no es claro cuáles son las posiciones adoptadas por las partes de la discusión, entonces será imposible decir a favor de quién terminó la discusión. Si no se toman en cuenta razones y puntos de vista implícitos o indirectos, entonces se pasarán por alto argumentos cruciales y la evaluación será inadecuada. Si la estructura de la argumentación que apoya un punto de vista no se devela, entonces no puede juzgarse si los argumentos propuestos a favor del punto de vista constituyen un todo coherente y propiamente dicho. Si no se reconocen los esquemas argumentales empleados para apoyar los varios puntos y sub-puntos de vista, entonces no se podrá determinar si los vínculos que unen los argumentos individuales y los puntos de vista resisten a la crítica.
(b) Transformaciones analíticas en la reconstrucción de un discurso argumentativo
En general muchas cosas quedan implícitas en el discurso argumentativo. No solamente se hace rara vez referencia a las reglas de discusión o los puntos de partida compartidos, sino que en general no se indican tampoco otros aspectos estructurales del proceso resolutorio.35 En parte porque se consideran evidentes por sí mismos, pero en parte por razones menos honorables, hay ciertos elementos indispensables del proceso resolutorio que a menudo se dejan sin expresar, incluyendo la naturaleza exacta del desacuerdo, la division de los roles, la relación entre los argumentos que se plantean en defensa del punto de vista, la manera en que se supone que las premisas apoyan el punto de vista, e incluso algunas de las premisas. Estos elementos suelen quedar ocultos o disfrazados en le discurso y necesitan recobrarse en el análisis.
Un análisis reconstructivo del discurso argumentativo como el que favorece la pragma-dialéctica implica un número de operaciones analíticas específicas que son instrumentales en identificar los elementos en el discurso que juegan una parte en la resolución de diferencias de opinión. Cada tipo de transformación representa un modo particular de reconstruir parte de discurso en términos de una discusión crítica.36 Las transformaciones son herramientas analíticas para externalizar aquellos compromisos de los participantes que deben tenerse en cuenta en una evaluación de los méritos y deméritos del discurso. Debido a las transformaciones, el discurso tal como es puesto por escrito o transcrito de una grabación y el discurso que es reconstruido pueden diferir en varios respectos. Dependiendo de las transformaciones que se lleven a cabo, estas diferencias pueden caracterizarse como resultado de eliminación, adición, permutación o substitución.
La eliminación implica identificar elementos en el discurso que no sean relevantes para resolver la diferencia de opinión —p.ej. las interrupciones o digresiones inatingentes— así como omitir esos elementos en el análisis. Cualesquiera repeticiones disfuncionales que sólo repiten el mismo mensaje también se omiten. Esta transformación se reduce a remover información que es redundante, superflua o por alguna otra razón irrelevante al fin buscado, que es resolver la diferencia de opinión.
La adición implica un proceso de completamiento. Esta transformación consiste en tomar el discurso tal como él se presentó explícitamente y suplementarlo