Los dos árboles del paraíso. Omraam Mikhaël Aïvanhov
más grande, el objeto allí es más pesado. Pero, suponed que el objeto vuele por el espacio, que se aleje de la Tierra: llegará un momento en el que ya no sufrirá más la atracción terrestre y en el que ya no tendrá, por tanto, peso. Entonces entra en el campo de atracción del Sol, y será el Sol el que empiece a atraerlo. Imaginad, pues, que escapáis a la atracción terrestre: os sentiréis cada vez más ligeros, y no sólo ya no haréis ningún esfuerzo para dirigiros hacia vuestra meta, sino que os sentiréis atraídos, casi absorbidos por el Sol.
La misma ley actúa en nosotros mismos: a veces subimos muy arriba, nos acercamos al Sol espiritual y nos sentimos felices, ligeros, dilatados. Otras veces, descendemos, y nos sentimos pesados, desgraciados. Debemos, pues, hacer todos nuestros esfuerzos para elevarnos, gracias a nuestra voluntad y a nuestro amor por la fuente divina, y nos sentiremos aliviados de nuestras cargas y de los lazos que nos atan a la Tierra.
Os acordáis del esquema que os di:
Si podemos pasar de la parte inferior del esquema a su parte superior, llegaremos al Reino de Dios en donde reinan los tres principios de la sabiduría, del amor y de la verdad. Sucede en el hombre como en las plantas. Aquél que se encuentra en las raíces vive en la oscuridad; pero, si sube a las hojas y las flores, vive en la luz, siente el soplo del viento, el frescor del rocío y los rayos de Sol.*
* Ver un comentario más completo de este esquema en la conferencia “La parábola de la cizaña y del trigo” (La alquimia espiritual, tomo 2 de las Obras completas).
Antes de terminar, volveré sobre las palabras del Maestro:
“ Tened el corazón puro como el cristal,
el intelecto luminoso como el Sol,
el alma vasta como el universo,
y el espíritu poderoso como Dios y unido a Dios”,
porque éstas proyectarán sobre vosotros una luz sobre los dos mandamientos que nos dio Jesús: “Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu pensamiento, y con toda tu fuerza” y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
París, 19 de junio de 1938
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.