Territorio en movimiento(s). Isabel Cristina Tobón Giraldo
en el reconocimiento de la posición de los sujetos y colectivos sociales en la producción de teoría social para los efectos de este trabajo. En la misma línea, destaco los avances que en diferentes frentes realiza el Observatorio de Territorios Étnicos de la Facultad de Estudios Ambientales y Rurales de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá.
Las ideas que presento en esta obra se apoyan en las expresiones de los pobladores, para analizar críticamente los procesos y acontecimientos que ellos mismos narran y que posibilitan horizontes diversos y mixturados de las ciencias sociales. Este trabajo se distancia de las apologías a las formas económicas industriales implementadas en el valle geográfico del río Cauca, en torno a la producción extensiva e intensiva de la caña de azúcar, documentada y estudiada por institutos especializados en su investigación.4 Las estrechas relaciones de las universidades con las industrias vallecaucanas han permitido avanzar en estudios sobre la región, desde una visión positivista propia de la ciencia occidental moderna.
Este libro visibiliza las iniciativas y alternativas emergentes de los grupos oprimidos en dimensiones micro, las formas campesinas arraigadas, las organizaciones de base y las acciones colectivas rebeldes frente a la explotación laboral y el extractivismo. Su propósito es reivindicar saberes despreciados y desperdiciados para visibilizar posibilidades de vida digna desde lo local y acreditar los conocimientos populares y campesinos históricamente explotados por el colonialismo y el capitalismo.
Los planteamientos de la teoría sociológica propuesta por Boaventura de Sousa Santos señalan la necesidad de hacer investigación con los sujetos protagonistas de los conflictos. Por tanto, es importante conocer el lugar en el que se sitúa el investigador: sus posiciones epistemológicas y políticas. En este caso, se identifican y exploran matices que permiten descubrir condiciones de marginalidad, opresión, explotación y evidencian las resistencias y las luchas de las organizaciones sociales con sus rupturas y fragilidades.
Uno de los grandes objetivos de la teoría sociológica de Santos (2003, 2009) —al que aporta este trabajo— es descolonizar las ciencias sociales, en oposición a los planteamientos modernos positivistas que han llegado a tomar a los sujetos de conocimiento por objetos, fomentando el extractivismo cognitivo. La manera de contrastar esas prácticas reside en la escucha profunda planteada por Santos (2015), en la participación, el encuentro reflexivo y la construcción con otros a partir de las memorias compartidas y la socialización de su subjetividad creativa y activa. Así, la capacidad interpretativa y discursiva de quien escribe estas páginas permite ampliar la comprensión del territorio nortecaucano a través de la mirada de los actores sociales en la recuperación de sus experiencias vitales.
Ante la problematización de las categorías analíticas relativas a las formas modernas de conocimiento, tales como la geografía, la propiedad, el trabajo, el desarrollo, la productividad, la sustentabilidad, la diversidad, el patrimonio, la identidad, la historia, la movilización, la justicia, la tradición y el arte, la hermenéutica de la sospecha (Santos, 2006, p. 49) permite cuestionar y debatir las versiones naturalizadas de la historia que aparecen como las únicas posibles para entender los procesos y los acontecimientos en los que se diluyen las vicisitudes y las luchas de los pobladores afronortecaucanos. La defensa a ultranza del modelo extractivista neoliberal impuesto en el valle geográfico del río Cauca, una de las regiones más ricas de Colombia y el mundo por la productividad de sus suelos, hace que parezca imposible poner en duda el progreso material y acumulador del crecimiento infinito en un planeta finito e invisibiliza la explotación y la exclusión humanas mediante las cuales se imponen formas dominantes de categorías modernas que no responden a las realidades de territorios marcadamente heterogéneos.
Este libro explora las formas comprensivas emergentes que ofrecen condiciones de posibilidad y esperanza para la vida por fuera de las imposiciones de la monocultura dominante. Con ello, las expresiones culturales, creativas, participativas, telúricas, identitarias, organizativas y ontológicas de los sujetos sociales afronortecaucanos abren preguntas y formas de indagar que desnaturalizan las versiones de los vencedores y las formas de poder enquistadas en el territorio. No obstante, ante el riesgo de idealizar o romantizar las acciones colectivas e individuales de los pobladores, este libro intenta problematizar las formas reivindicativas agenciadas por los actores sociales.
La investigación que aquí se presenta se origina en el territorio y bajo la perspectiva de las identidades que recogen la categoría afro de los nortecaucanos. Este no es un estudio sociodemográfico, un tratado de ciencia política, una monografía de historia o geografía, un análisis económico ni un tratado de filosofía u observación antropológica. Sin embargo, su perspectiva es eminentemente social; su contenido político reivindica y visibiliza a sujetos y colectivos sociales explotados y despojados, que luchan por sus derechos en pos de su autonomía; para ello, incorpora fuentes documentales y avanza en procesos de activación de memorias y nociones de patrimonio, a través de encuentros, conversaciones y recorridos por el valle geográfico del río Cauca: se estudian formas topográficas, climáticas, coberturas vegetales y asentamientos. Así, este trabajo parte de una forma productiva arraigada y elabora las categorías de trabajo y desarrollo, en función de bienes comunes en buena parte del contenido, para presentar una comprensión ontológica de las formas de vida y sus alianzas para la existencia.
Este libro constituye una aproximación crítica y esperanzada al territorio afronortecaucano y a las formas injustas de la explotación del territorio, en sentido económico, ecológico, simbólico, político y humano, que reflexiona sobre las formas naturalizadas de despojo, de expoliación de cultura y de vida ante la imposición de poderes homogeneizantes y estandarizantes. Su aproximación es crítica de los esquemas positivistas de saber-poder disfrazados de neutralidad técnica y pretende superar las formas idealistas de sistematización originadas en los dogmas e incorporar procesos afectivos en la comprensión de las realidades territoriales nortecaucanas, sin por ello justificar a ultranza las acciones de los actores sociales, con lo que mantiene una condición de objetividad en la no-neutralidad.
Lo que aquí se presenta articula la razón con la emoción. Si bien las condiciones de objetividad se mantienen en la lectura e interpretación de la realidad nortecaucana, se rescatan el conocimiento sentipensante y las relaciones en dimensión afectiva y empática. La comprensión del mundo y sus circunstancias, a partir de la propia responsabilidad y capacidad de saber, intervenir y participar, transforma con las acciones cotidianas los encuentros y las construcciones colectivas. Así, se posibilitan otras maneras de contar historias y de hacer memorias, mudar de puntos de vista e indagar en las “verdades” para aprender de los pobladores invisibilizados en las versiones oficiales, que construyen su propia visión de mundo e incluso sus orígenes para alimentar la esperanza por el futuro.
Este libro es una versión reducida, incompleta e inconclusa de la realidad histórica y cotidiana del territorio y de la vida de sus protagonistas; sin embargo, también es un desafío que involucra el posicionamiento afectivo y político frente a las heterogeneidades del territorio nortecaucano, con todo lo que ello implica. Dado que es imposible dar cuenta de todo en una realidad dinámica y sujeta a múltiples interpretaciones, acá se muestran algunos elementos relevantes que cobran especial significación a nivel colectivo. En la perspectiva del sur, la identificación de rupturas de los esquemas de pensamiento euro y nortecéntrico explica que este trabajo no tenga intenciones de neutralidad o de esterilización valorativa. Por el contrario, las elaboraciones que se presentan en torno a las luchas de los afronortecaucanos pretenden contribuir a su fortalecimiento emancipatorio.
La necesidad de reconocer las diferencias entre individuos y grupos sociales de manera inteligible exige evidenciar las disputas, luchas y reciprocidades entre las sociedades y los espacios, a través de la participación. En este orden de ideas, para superar los universalismos abstractos, este libro es también un estudio psicogeográfico (Debord, 1955), una mirada íntima de los agentes sociales, de las dimensiones sensibles de la vida cotidiana y de las prácticas territorializantes en la construcción social de su realidad. Dicha realidad, entendida como sentidos y significaciones sociales, culturales y de carácter político de la subjetividad de los actores sociales aliados al proceso.
El diseño metodológico