Un viaje en el tiempo. Bradley Booth
sano y seas feliz, y el camino hacia la salud y la felicidad pasa por respetar las leyes de salud que él nos ha dado. En su misericordia, ha inspirado a los humanos a desarrollar métodos de tratamiento para algunas enfermedades mortales, como la diabetes; pero lo mejor es prevenir. Sabemos que un vehículo funciona mejor y dura más cuando se cuida consistentemente el motor; ¿por qué debería ser diferente el cuerpo?
12 de enero
Pases de fútbol hacia adelante
“Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche [...]. Así prosperarás y tendrás éxito” (Josué 1:8, NVI).
¿Te imaginas que se jugara al fútbol americano sin jugadas de pases? ¡Esa puede ser la parte más emocionante del juego! Pero no siempre fue así. Antiguamente, los jugadores de fútbol americano corrían con el balón o lo pateaban. Se podía correr hacia delante con el balón, pero no se podía lanzar hacia delante. Si un jugador era derribado, podía lanzar el balón hacia atrás a un compañero para mantener la jugada viva. Estas ideas probablemente procedían del rugby, que se practicaba desde hacía décadas, antes de que el fútbol americano entrara en escena. En el rugby, eso es lo que se hace: correr con el balón. No fue hasta que el rugby llegó a Norteamérica que el pase se convirtió en parte del juego. Entonces, el fútbol americano se convirtió en un deporte único con reglas propias. El 12 de enero de 1905, un comité oficial de reglas de fútbol legalizó los pases hacia adelante en los partidos. Eso fue hace más de cien años, y lanzar pases hacia adelante ha sido parte del juego desde entonces.
Cerca de la mitad de las jugadas de cualquier partido son jugadas en las que el mariscal de campo lanza un pase. Las jugadas de pase se han convertido en algo tan importante para este deporte que, si tu equipo no tiene un juego de pases, probablemente no gane los partidos importantes. Y para que sea aun más emocionante, los creadores de las reglas del fútbol americano decidieron que no se puede tocar a un receptor en el campo hasta que haya atrapado el balón. Si lo haces, te pueden marcar por interferencia de pase. Esto suele crear partidos con más goles, algo que siempre gusta a los aficionados. Se han establecido otras reglas para proteger al mariscal de campo. Una vez que el mariscal del otro equipo ha soltado el balón, si uno de tus jugadores lo golpea, puedes perder hasta quince yardas por la penalización. Pero los mariscales de campo también tienen que seguir reglas. Tu equipo es penalizado si tu mariscal lanza un pase después de haber pasado la línea de golpeo [scrimmage]. Sin las reglas, los jugadores de fútbol americano podrían lesionarse gravemente, o incluso perder la vida.
Las reglas se han creado para que el juego sea justo y seguro para los jugadores, y más emocionante para los aficionados. Así es la Ley de Dios. A algunos les gustaría minimizar la importancia de la Ley de Dios en la actualidad, pero la Biblia nos dice que sus reglas son justas, y hacen más segura y feliz nuestra vida. Si recordamos eso, no nos incomodarán tanto las reglas. No hay duda: sus reglas son para nuestro beneficio, ¡y eso suena como un plan de juego ganador!
13 de enero
Se inventa el Frisbee [disco volador]
“Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvotú y tu casa” (Hechos 16:31, RVR 95).
Uno de los juguetes más simples y, sin embargo, más ingeniosos que se han inventado fue el frisbee [disco o plato volador]. Walter Morrison lo diseñó y fabricó, y lo vendió a la compañía Wham-O, en California. El Frisbee Flying Saucer, como lo llamó Morrison, se inspiró en la moda de los OVNI que se extendía por el país en aquella época.
Los primeros frisbee eran discos metálicos ligeros que parecían platillos voladores. Al presidente de Wham-O, Richard Knerr, se le ocurrió el nombre del nuevo juguete cuando vio a universitarios lanzando latas de tarta que tenían grabado “Frisbie”, que era el nombre de una empresa de tartas de la época. Cambió la ortografía a “Frisbee” y empezó a venderlos el 13 de enero de 1957.
Los “platillos voladores” se vendieron como pan caliente; pronto se habían vendido millones. ¿Quién iba a pensar que un juguete tan sencillo se haría tan popular en el siguiente medio siglo? Probablemente, ningún juguete ha gozado de tanta fama ni ha aportado tanto dinero a su fabricante. Y el secreto de su éxito no estaba en sus piezas complejas, pues no tenía ninguna.
Hoy en día, sigue siendo una sola pieza de plástico. Y no es caro: los más baratos y sencillos pueden ser los más divertidos. Cualquiera, a cualquier edad, puede lanzar un frisbee. Las reglas no son complicadas; a los niños les encanta, los adolescentes lo llevan a la playa y muchas personas mayores juegan al frisbee golf. Puedes hacer concursos de lanzamiento de distancia, ver quién puede hacer la captura más elegante, o lanzárselo a tu perro.
Al igual que el frisbee, la salvación es un concepto bastante sencillo. El versículo bíblico de hoy nos recuerda que Dios quiere mantenerlo así: simple. “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo”. No hay nada más sencillo que eso. Las palabras de Pablo a los primeros cristianos de Filipos son las mismas que necesitamos hoy. No tienes que subir la montaña más alta de rodillas, recitando oraciones todo el camino. Ni siquiera tienes que subir la montaña a pie. No tienes que lavarte en el Jordán siete veces, ni presentarte ante el sacerdote, ni sacrificar un cordero. Tu salvación no se basa en absoluto en tu comportamiento, sino en la sinceridad con la que crees en su comportamiento por ti.
14 de enero
Operación de cesárea
“Pues sabemos que, hasta el día de hoy, toda la creación gime de angustia como si tuviera dolores de parto” (Romanos 8:22, NTV).
Nadie sabe con certeza cómo se originó el término “cesárea” para la extracción quirúrgica de un bebé del vientre de su madre, pero existen varias teorías. Una de ellas es que, en la antigua Roma, se ordenaba la extirpación del feto de una mujer si esta moría durante el parto. Otra es que uno de los antepasados de Julio César nació así. Otra es que el término proviene simplemente de la palabra caedere, que significa “cortar”.
Para comienzos de 1794, en toda Europa, solo se habían realizado con éxito 79 cirugías de este tipo en los últimos 300 años; y en la mayoría de esos casos, la madre había perdido la vida. La primera operación de cesárea exitosas en los Estados Unidos fue realizada en una cabaña de troncos en Edom, Virginia, por el doctor Jesse Bennett el 14 de enero de ese año. El doctor Bennett había pedido a otro médico local, Alexander Humphrey, que le ayudara, pero el doctor Humphrey se negó. Temía que la operación supusiera un riesgo demasiado grande y que no tuviera éxito. Después de todo, nunca se había hecho una cesárea en los Estados Unidos. Y ¿quién era la paciente? Elizabeth Hog Bennett, la esposa del doctor. ¡Qué dilema! La visión médica de la época consideraba tal operación imposible tanto desde el punto de vista quirúrgico como ético. Se aconsejaba a los médicos que dejaran tales predicamentos en manos de Dios.
Pero el doctor Bennett sabía que las probabilidades estaban en contra de él y de su esposa. Si no la operaba y ella moría, su muerte sería considerada un acto de Dios. Por otro lado, si la operaba y ella moría, él sería considerado un asesino. En cualquier caso, no podrían ganar a menos que se realizara la operación, y esta fuera un éxito. Con la ayuda de dos esclavos, el doctor Bennett llevó a cabo la operación en una tosca mesa hecha con dos tablones de madera colocados sobre dos barriles de madera. Los ayudantes sujetaron a la paciente mientras el médico administraba a Elizabeth una dosis de opio, un analgésico de uso común en aquella época. Y, maravilla de las maravillas, ¡tanto la madre como el bebé sobrevivieron! Una maravilla para la época.
Hoy nuestro mundo está en problemas. Embarazada de pecado y sufrimiento, toda la creación clama por ser liberada, y solo Dios puede realizar