Los miedos de Ethan. Darlis Stefany
genial una parte BG.5 para Holden —dice riendo ante de saludarlos.
La jodida caliente Breana Stone. En televisión es impresionante. ¿En persona? En persona es impactante. Recuerdo haberla visto muy breve en la discoteca durante el cumpleaños de Andrew acompañada de Derek, pero puesto que no estaba en mis mejores días, no le presté real atención como quiero hacerlo ahora. Ella nos deja pasar y nos guía adentro. Es tan agradable que en ningún momento me pregunta quién soy o qué hago aquí. Habla como si me conociera de hace mucho.
Me agrada inmediatamente.
Muchas personas saludan a Andrew y Ethan. Es como si toda la fiesta notara que ellos llegaron. De manera sabia me ahorro mis exclamaciones ante los rostros famosos y sonrío hacia aquellos que lo hacen.
Me pregunto… ¿Cómo es que llegué a este punto en mi vida? El punto de llegar a una fiesta con dos celebridades y encontrarme con más de ellas.
Épico. Esto es épico.
—¿Quieres algo de beber? —me pregunta Andrew por sobre la música. Asiento con la cabeza—. Ethan ahora vuelvo.
Ethan asiente con un gesto leve y se queda a mi lado con las manos dentro del bolsillo delantero de su pantalón. Permanecemos en silencio viendo a las personas saludarse. Todos esperando la llegada del cumpleañero. Mis ojos escanean todo el lugar. No soy del tipo de fan dedicada de Windfall, pero miento si no siento una emoción cuando su baterista, Hanzel, de la mano de su prometida llega al lugar, incluso Danck está con él.
Tomo un respiro cuando frente a nosotros un hombre que por supuesto es caliente como el infierno y mucho más impactante en persona que en televisión se detiene frente a nosotros al lado de otra perfección.
Qué bueno que nunca aspire a trabajar en televisión. No tengo el nivel de belleza de estas personas.
—Derek, Krista. Qué bueno verlos. ¿En dónde está mi querida Elise? Traje a Andrew para ella —bromea Ethan. Ellos ríen.
—Elise está por ahí dando vueltas —responde Krista, luego me observa curiosa—. Soy Krista.
—Grace. —Estrecho su mano.
—¡Vaya, Ethan! Sí que tienes buena compañía. —Extiende su mano hacia mí—. Derek Cooper.
—Y, bueno, como dije, soy Grace.
—¿Soltera, casada, viuda?
—Mi acompañante, Derek —responde Ethan pasando un brazo por mis hombros, lo observo sorprendida.
—Chico con suerte.
—¡Tú también estás de suerte, idiota! Estás a mi lado.
—Pero tú tienes novio, Kris.
Ellos conversan un poco más con nosotros antes de irse. Andrew vuelve con mi bebida y conversa conmigo. Ethan se mantiene solo escuchando, pero soy muy consciente de que él no ha quitado su brazo de mis hombros.
—Me pregunto —dice Andrew viendo a Ethan.
—¿Qué?
—¿En qué momento me robaste a mi acompañante? —señala su brazo sobre mis hombros. Siento que me sonrojo. Andrew parece divertido.
—Cuando fuiste por bebida y alguien le coqueteó. Ese fue el momento en el que dije que hoy yo me encargo de proteger a esta rubia.
—Esta rubia se llama Grace.
—Lo sé. Sé que te llamas Grace Spear —dice.
—Entonces, si es tu acompañante es tu deber hacerla disfrutar esta noche y llevarla a casa.
Veo muy sorprendida a Andrew, estaría ofendida de ser botada si no fuera por el hecho de que la opción de pasar a estar bajo el cargo de Andrew a estar bajo el cargo de Ethan es algo agradable. Al menos, claro, que Ethan rechace llevarme.
Eso sería humillante.
—Te conozco, Andrew Wood, y no va a funcionar.
—¿Es o no es tu acompañante? —pregunta Andrew. Ethan frunce el ceño.
—Siempre puedo tomar un taxi y…
—Es mi acompañante —me interrumpe Ethan.
—Bien. Grace, estás en buenas manos. Iré a socializar —asegura Andrew yéndose.
Quiero gritar que no se vaya porque no quiero estar incómoda. Parece que Ethan es más tolerante ahora de mi presencia, pero es difícil no esperar que en algún momento vuelva a ser cerrado respecto a mi presencia a su alrededor.
—Él lo hizo adrede —comenta tras un largo silencio entre nosotros, es bueno que haya música sonando. Eso lo hace menos incómodo.
—Mira, puedo volver en taxi. Puedo irme justo ahora y así adelanto este trabajo que…
—Hablas mucho —me interrumpe—; vamos a bailar.
—¿Vamos a bailar?
—Es lo que he dicho.
Las personas comienzan a exclamar y veo hacia la puerta. Holden Harris ha llegado acompañado de dos estrellas más. Siento la mano de Ethan tomar la mía.
—Llegó el cumpleañero.
—Sí, pero primero vamos a bailar —dice muy seguro con los dedos de su mano entrelazándose con los míos.
Esta podría ser una noche larga. No sé cómo podrá terminar.
[no image in epub file] Capítulo seis [no image in epub file]
—¿En dónde están tus zapatos? —pregunto entrecerrando mis ojos. Chase solo ríe y lleva una mano a su boca para ocultar su sonrisa.
—Se los comió.
—¿Quién se los comió?
—Mickey Mouse —responde antes de reír histéricamente.
—Chase eso no es gracioso. —Pero estoy sonriendo por su locura.
—Grace. —Cheryl entra lloriqueando—. No encuentro mi corona.
—Se la comió Mickey Mouse —grita Chase cayendo al piso para seguir riendo. Cheryl llora aún más ante esa noticia.
—No se la comió, ya te ayudo a buscarla Cher.
—¡Quince minutos! —grita Jorge pasando frente a la habitación.
Mierda, si quiero que me deje en la escuela debo darme prisa. Veo a mis hermanos.
—Muy bien, tenemos quince minutos para esta misión. Objetivo: zapatos de Chase y corona de Cheryl. Enemigo Mickey Mouse… ¿Quién entra a esta arriesgada misión?
—¡Yo! —gritan ambos emocionados. Río, siempre abiertos al juego.
—¿Por qué no quieres una bebida? —cuestiona Ethan dando un largo trago a su bebida. Parece que alguien tiene muy buena tolerancia al alcohol.
Claramente ese alguien no soy yo.
—¿Por qué quieres embriagarme?
—¿Dije que quisiera embriagarte? Joder, debería asustarme de que estés leyendo mis grandiosos pensamientos.
No puedo evitar sonreír. Siento que mi camisa está pegada a mi espalda húmeda por el sudor. No es la primera vez que bailo con Ethan Jones, pero siempre es… Intenso. Tiene que ser el hombre sobre la faz de la Tierra que mejor sabe bailar.
Él susurra con su voz lenta las canciones, se mueve, sonríe y mira. Es inquietante sentir mi espalda mojada por mi transpiración, pero por bailar valió la pena.
—¿Tienes miedo de embriagarte, Grace? —pregunta divertido. Es algo maravilloso poder escuchar lo que dice por sobre la música, quizás se trata de que estamos alejados hacia el final de donde viene todo el ruido de la fiesta.