Los miedos de Ethan. Darlis Stefany

Los miedos de Ethan - Darlis Stefany


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dos, pero si debo escoger un equipo me voy por el de Ethan.

      —Oh, hola.

      —Hola, Samantha.

      —Veo que me conoces.

      —Sí, una vez alguien me regaló uno de los perfumes que promocionas y lo odié.

      —Algunos perfumes no están hechos para todos. Pero estamos en desventaja. ¿Cuál es tu nombre?

      —Grace —estrecho la delicada mano que me ofrece. Es una mano muy suave y frágil. La mano de alguien que nunca habrá fregado un plato siquiera.

      —Mi novia.

      —Su… Novia —repito desconcertada. Él aprieta sus brazos a mi alrededor—, la mejor novia que seguramente ha tenido.

      —No lo dudes, habladora. —Ríe, besando mi mejilla. Ethan podría ser actor—. No pensé que conocieras al cumpleañero.

      —He ido al programa y vine con alguien que los conoce —responde Samantha, una expresión de pesar aparece en su rostro—. Me gustaría que un día nos des la oportunidad de hablar Ethan.

      —Creo que hablaste lo suficiente en su momento; pronosticaste ciertas cosas sobre cómo sería mi vida —dice sacudiendo su cabeza—. Hay cosas que se dejan atrás. Dijiste e hiciste lo que quisiste. Ahora no vas a fingir que no era lo que querías.

      —Lo triste es que no lo entendiste y sigues sin entenderlo.

      Bueno, esto se está volviendo incómodo. Ethan no hace más que tensarse y ella no hace más que saber que le afecta. Momento de intervención. Me doy vuelta una vez más pero esta vez para estar frente a Ethan. Me alzo en las puntas de mis pies y paso mis brazos por su cuello.

      No puedo sonrojarme ni intimidarme por la mirada que él me da. Esta ha sido su idea, yo solo la refuerzo.

      —Estoy aburriéndome, Ethan.

      —¿Sí?

      —Sí, dijiste que iba a ser divertido y que si me aburría yo iba a obtener un beso.

      —Cierto…

      —Quiero mi beso.

      Parece desconcertado pero luego sonríe y baja su rostro al mío. Lo lleva a otro nivel cuando roza con su nariz la mía antes de presionar un beso suave contra mis labios. Hace al menos tres presiones antes de cerrar los ojos y comenzar a besarme.

      Él lo está llevando más lejos de lo que esperaba y yo lo estoy dejando hacerlo. Algo me dice que esto no está bien.

      Mueve sus labios sobre los míos y me sorprendo llevándole el ritmo. Sus brazos bajan a mi cintura y me pegan a su cuerpo. Su lengua lame mis labios hasta presionar en una sugerencia que capto. Lo próximo que sé es que la lengua de Ethan se está rozando con la mía y que yo tengo que ser una excelente actriz o lo estoy disfrutando.

      A Ethan mejor denle un Oscar, es bastante bueno en esto de actuar.

      Es un beso húmedo que no resulta muy largo, pero que cuando termina me tiene sin aliento. Quizás ha pasado mucho tiempo desde que besé a alguien. Desde el empalagoso de Charlie. Esa tiene que ser la razón por la que un beso me deja sin aliento.

      Él lleva sus labios hasta mi oreja.

      —Se ha ido, gracias, habladora.

      —¿Habladora?

      —Sí, eres bastante habladora.

      Proceso sus palabras, no puedo negar eso. Siempre me ha gustado hablar, es algo que no puedo evitar. Sus brazos se mantienen alrededor de mi cintura y me doy cuenta de que los míos están alrededor de su cuello.

      Parece que él lo nota porque como si yo fuera la peste se aleja dando unos pasos rápidos hacia atrás. Hablando de sentirse rechazada, Ethan sabe cómo causar esa sensación.

      —¿Podemos irnos ahora? Me gustaría irme a casa —anuncio.

      Lo he ayudado. Ha mentido en mi nombre incluso antes de decirme y aun así me trata como a una enfermedad que no quiere contraer. Aquí termina mi lucha por agradarle, incluso cuando le he contado cosas de mi vida que me reservo para no ser vista con lástima y no remover el dolor de mis pérdidas.

      Él extiende la mano hacia mí, me cruzo de brazos. He pasado de estar afectada por su beso a estar molesta por su trato hacia mí.

      —Samantha cree que somos novios. Dame tu mano. Solo esta vez, lo prometo.

      —¿Cumples tus promesas? —cuestiono.

      —Trato que estas nunca se me escapen de las manos.

      Suspiro antes de tomar su mano. Él entrelaza nuestros dedos y nos guía fuera de la casa. Me parece ver a Andrew ser abrazado por Holden Harris y Derek. Aun cuando Ethan nos guía tropiezo con una chica que viene bajando las escaleras junto a quien reconozco como Joker. Abro mi boca sorprendida, él tiene una mirada oscura bastante intensa y una sonrisa candente cuando saluda a Ethan.

      La chica ve desde mi rostro hacia el de Ethan. Es como si un entendimiento extraño pasara por su rostro porque me sonríe con complicidad. Veo de ella a Joker y me pregunto si…

      —Ella es Adelaide.

      —Ella es Grace.

      —Hola —decimos la chica y yo al mismo tiempo para luego reír.

      —Fue bueno verte, Joker.

      —Lo mismo digo, Ethan.

      En algún momento llegamos a su auto, no esperaba un auto menos elegante. Es Ethan después de todo. Abre la puerta para mí y aun cuando se ubica frente al volante no pone el auto en marcha.

      —Lo siento, creo que fue la impresión de verla después de tanto tiempo lo que me hizo decir que eras mi novia.

      Permanecemos en silencio, parece que las celebridades saben celebrar porque desde afuera la casa luce normal, como si ninguna buena fiesta se estuviera desarrollando adentro.

      —¿Me estás diciendo que terminaron hace años y no la has visto de nuevo? ¿Premios? ¿Fiestas? Digo, es una modelo igual de conocida que Perra Fletcher.

      —¿Hablas de Jenny Fletcher? —Ríe—. Qué amor tienes hacia la ex de Harry. Y si hemos coincido, pero la evito. Si ella está en una esquina yo voy a otra. Coincidimos en lugares lo suficientemente grandes para nunca tener que toparnos de frente.

      —Tu exnovia aún te afecta.

      —No. No de la manera en la que piensas. Las cosas no terminaron bien y prefiero evitar el drama, tengo suficiente de eso en casa.

      —Tampoco estoy juzgando. Dime la verdad. ¿No te agrado?

      —Grace, te he dicho cosas de mi vida para que seamos amigos. ¿Por qué te subiría a mi auto si no me agradaras?

      —Quizás solo quieres ser amable. Es que tú a veces estás bien y luego simplemente me tratas como a una enfermedad letal, como si algo estuviera mal conmigo.

      —No es por qué no me agrades. Evito que me agrades demasiado.

      —¿Eso debe hacerme sentir mejor?

      —Debería. —Enciende el auto—. Lo siento por lo de antes.

      —De acuerdo, te disculpo por besarme.

      —No, no me disculpaba por eso. No voy a disculparme por besarte —ríe—. Me disculpaba por hacerte sentir como una enfermedad.

      —Tú eres confuso. Haces que me dé dolor de cabeza.

      Todo lo que hace es reír y durante todo el camino no hablamos. Cuando bajo de su auto me despide con su mano y luego se va.

      Esta noche fue un poco rara.

      Me detengo frente a mi apartamento cayendo en cuenta sobre algo. Llevo una mano a mi boca tratando de ahogar el grito que escapa.

      —Mierda. Me he besado con Ethan Jones.


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