Los miedos de Ethan. Darlis Stefany

Los miedos de Ethan - Darlis Stefany


Скачать книгу

      —Eso ha sido un golpe bajo, perra —Voltea hacia Harry y Dexter—. No me tomaba fotos de ese tipo con su hermana.

      —Obviemos ese tema —sugiere Harry palmeando demasiado fuerte el hombro de Doug.

      —¿Puedo irme? Tengo cosas que hacer.

      Cosas como nada. Como encerrarme en mi apartamento y meditar sobre cómo dos besos de actuación me han traído hasta esta situación. Max asiente con la cabeza y con una despedida de mi mano para todos, prácticamente corro hacia la salida.

      Apenas pongo un pie fuera del lugar unos cuantos flashes me aturden. Oh, mierda. Ha empezado.

      Me hago hacia atrás y mi espalda choca con lo que, al voltear, me doy cuenta es el pecho de Ethan. Él gruñe y toma mi mano.

      —Vamos, novia, tiempo para lucirnos.

      —Con esa cara de chupa limones, dudo que desbordes amor.

      Sorprendentemente eso lo hace sonreír. Detrás de él aparecen dos de sus guardaespaldas para escoltarnos. Ethan aprieta mi mano y susurra algo como «mantén la vista en el suelo» antes de hacernos caminar hasta mi auto. Las preguntas llueven, siento un poco de pánico, pero lo ignoro concentrándome en mis pasos.

      Cuando llego hasta mi auto siento que he llegado hacia la meta. Tomo un respiro de alivio abriendo la puerta. Tiro de mi mano fuera de la de Ethan.

      Estoy aturdida y molesta de haber terminado en esta situación. Es molesto contener emociones tan distintas. Me agotan.

      —¿Cómo va a funcionar esto? —pregunto, aferrando mi mano a la puerta del auto.

      —No lo sé. Fingimos salidas y felicidad.

      Llegué a pensar en algún momento que él y yo habíamos entrado en una especie de amistad tras las pequeñas confesiones. ¡Por Dios! Lo dejé verme en mi etapa más vulnerable, le hablé de mis hermanitos. Pero él solo es hosco, como si la culpa de este problema fuera mía.

      Que lo jodan.

      —Escríbeme y vemos qué hacemos.

      —Aclaremos algo desde este momento, Ethan. No soy una de tus conquistas tontas a las que les dices una palabrita tonta y las tienes en la palma de tu mano. No hago esto porque quiera. Soy Fiver y amo a cada uno de ustedes como fan, pero no sueño con casarme contigo o darte bebés. Amo mi vida privada, o la vida privada que tenía.

      »Estoy renunciando a ella por ti. Si esto se jode a la que tildarán de culpable será a mí. Por lo que será mejor que tu actitud de mierda se vaya y colabores a que esta farsa funcione.

      Permanece en silencio observando detrás de mí. Suspira teatralmente.

      —Le diré a Hottie que me dé tu número, te escribo y planeamos todo… ¿Te parece? Y no es nada personal. Siempre he huido de esta mierda de fingir. No me gusta mentir, mucho menos mentirle a mis fans con un romance falso.

      Quiero alegar que podría pedirme el número a mí, como justo ahora que estoy frente a él, pero supongo que es la señal de que no le importo ni un poco a este hombre.

      »Siento que estoy decepcionando a parte de mis Fivers y a mí mismo con todo este circo que estamos hablando. No estoy cabreado contigo, lo estoy con las circunstancias.

      —Ahora eso es un paso. Tampoco me gusta mentir, pero esto será poco tiempo… ¿Cómo nos llamó Doug?

      —Grethan —ríe—, lo vio en las tendencias del Twitter.

      —Increíble, ya hasta mi nombre se sabía. Bueno, hagamos que Grethan sea la cosa más parecida a una pareja real que alguien pueda ver. Si vas a mentirle a tus Fivers hagamos que al menos ellas sean felices con la pareja más ladrona de suspiros de toda la historia.

      —Supongo que es lo mejor. —Se inclina y deja un beso en mi mentón—. Desde este ángulo seguro que parece que te beso.

      —Todo un profesional.

      —Conduce con cuidado, habladora. No dejes que los flashes te afecten. Mantén unas gafas de sol contigo y nunca caigas en la provocación de responder lo que te digan. El silencio es tu mejor arma.

      —Estás asustándome, parece que me preparas para la guerra.

      —Nunca nadie me dio esa advertencia cuando empecé en este mundo. Créeme, puede aturdirte y no quiero que mi novia termine aturdida.

      —Noto que tu voz hace un sonido raro cuando dices novia. ¿Algún trauma?

      —Creo que ya deberías ponerte en marcha.

      Una manera sutil de desviar el tema. Subo a mi auto y él cierra la puerta detrás de mí. Seguramente damos la impresión de ser una dulce pareja incapaz de despedirse.

      —Aún quiero ahorcarte.

      —Haz la fila, yo también quiero ahorcarme. Solo no termines agradándome demasiado, por favor.

      —¿Lo que se traduce?

      —No cedas ante mí.

      9 DE ABRIL, 2014

      Explicarle a Lola mi reciente relación fue una locura, me interrumpía cada pocos segundos mientras Gina intentaba calmarla, luego estaba Leo siendo protector y queriendo cada detalle sobre por qué yo estaba en todas partes, Marly solo se preocupó por preguntar si Ethan iba a ser mi cita para la boda.

      Parece lo obvio que tu novio sea la cita para una boda, excepto que él no es mi novio y, no, no pretendo llevarlo a algo tan íntimo y especial como ver a mi mejor amigo casarse. Teniendo en cuenta que Ethan es antilazos, apuesto que tampoco quisiera ir.

      La parte más fácil es saber que cuando April me llamó, ella sabía todo. Sabía de la farsa. Ethan parece no tener ningún secreto con ella. Fue un poco incómodo, desde que me reencontré con ella y la vi convivir con Ethan, sentí como que ellos podían estar destinados.

      Incluso mi lado Fiver deseó que ella fuera la mujer correcta para atraparlo y sacarlo del mercado de zorras de las que suele rodearse. En pocas palabras, no pude evitar disculparme con April como si de alguna manera no consciente con una relación falsa yo le quitara a Ethan.

      Ella lo encontró divertido, yo lo encontré incómodo.

      —¿Se encuentra Grace en algún lugar de este planeta? —pregunta papá.

      Sonrío apenada y él me devuelve la sonrisa. Durante los últimos años observar su sonrisa ha sido difícil, me trae recuerdos.

      —¿Has visto últimamente los periódicos, papá?

      —No. He estado ocupado en la fábrica, cariño… ¿Por qué?

      Porque salgo en todas las portadas de primera plana besando a un hombre famoso con el que ahora finjo tener una relación. En su lugar sonrío y niego con mi cabeza.

      —¿Por qué llevas gafas de sol? No sueles usarlas con frecuencia.

      —Es la moda, papá. Estoy uniéndome a las tendencias.

      —Ustedes los jóvenes y sus cosas —ríe, tomando de su jugo—. ¿Qué tal está Leonardo?

      —Un poco estresado con los últimos preparativos de la boda y deseoso de amenazar a Ethan sobre las diversas formas en la que puede castrarlo si no hace las cosas bien.

      Siento culpa de mentirle a Leo. No se siente correcto.

      —Estuve hablando con tu mamá sobre esta cirugía que…

      —¿Para eso pediste que nos viéramos?

      —No. Lo hice porque aun cuando vivimos a veinte minutos el uno del otro, parece que eres buena escabulléndote cuando puedes. ¿Te escondes?

      —No. Me gusta tener mi espacio.

      —Casi


Скачать книгу