Los miedos de Ethan. Darlis Stefany
de él con Jeff levantando de nuevo su cabeza para ver alrededor. Ya ves, no es un bebé dormido después de todo.
—Dahh… Dahhh… —balbucea, moviéndose de tal forma que pareciera que bailara.
—Apuesto que serás de esos bebés que hablan súper rápido.
Mientras caminamos decido conversar con Pet, es reservado, pero amable y cordial con su respuesta, hasta Jeff parece concentrado en escucharlo. Cuando llegamos a la sala de ensayo Mine está sonando.
Me emociono internamente por estar presenciando esto, pero recuerdo las palabras de Ethan y solo me siento al lado de Hilary que me da una sonrisa de disculpa.
—Deja de darme esa sonrisa, Hilary, no has hecho nada malo —empujo mi hombro con el suyo y Jeff trepa hasta su regazo. Ella lo abraza—. Ese niño solo tiene ojos para ti.
—Porque me ama como yo lo amo… ¿Verdad, mi rubio?
Besa sonoramente su mejilla y cubre los oídos de Jeff con sus manos, Jeff se queja pero la canción pronto termina y Hilary quita sus manos.
—Oh, miren quién está por aquí —dice Doug caminando hasta nosotros, Jeff grita—. Rayito… ¿Cómo está ese bebé?
Lo carga, pero tres segundos después Dexter se lo quita, él rueda sus ojos pero ríe. Luego me da una sonrisa que parece apenada. Por favor, que solo ignore que los escuché.
—¿Qué tal todo, Grace?
—Bastante bien, que mal solo haber escuchado una canción.
Harry me saluda y Dexter que está acaparando a Jeff besa mi mejilla antes de que Harry le quite al niño.
—Oh, tú sí que estás grande. Dale una sonrisa al tío azul —pide Harry y, efectivamente, Jeff hace más que sonreír, ríe.
—Hola, Grace —saluda Andrew pasando un brazo por mis hombros—. Qué alegría tener tu hermosa presencia por aquí.
—Eres bueno siendo dulce —aseguro, sonriéndole y alzando mi vista para observarlo mejor, Andrew tiene que ser él más alto de ellos.
—Para ti la mejor dulzura. —Me guiña un ojo y besa mi mejilla—. Déjenme saludar a mi sobrino, por favor, denle espacio al tío And.
Me libera y observo a Ethan saludar a Hilary antes de decirle algo. Ella asiente y él besa la mano de Jeff. Luego me observa. Le doy mi más grande sonrisa. Parece que mi sonrisa lo incomoda, muy bien.
—Vamos afuera… ¿Quieres tomar un café?
—Vine con Hilary.
—Ya hablé con ella.
Miro a Hilary, demasiado distraída siendo abrazada entre Doug y Dexter que fingen pelear por ella. Me encojo de hombros hacia Ethan.
—De acuerdo.
Comienzo a caminar y siento cómo toma mi mano y entrelaza nuestros dedos. Fingir. Actuar. Aun así el lado niña de mí se emociona ante el tacto, tonto.
No digo nada mientras nos guía a su auto, mira alrededor y luego se detiene.
—Lamento lo que dije.
—¿Lo que pensabas de mí?
—Mira, no soy bueno en esto y fingir va a enloquecerme.
—¡Si ni hemos fingido! Solo obtuve tu número de teléfono y desapareciste hasta que Hilary me ha traído hasta acá. Vale, tampoco me gusta fingir pero no por eso voy hablando mal de ti. Si tanto te frustras sexualmente, pues mastúrbate o termina conmigo públicamente.
No puedo creer que mi labio tiemble, estoy muy alterada. Creo que su rechazo ha tocado esa espinita de desagrado que la abuela dice que no puedo dejar atrás.
»Sé que no soy la modelo con las que acostumbras a salir, pero al menos podrías ser amable. Es todo lo que pido, por favor.
—He pasado tanto tiempo actuando como idiota que creo que me he convertido en uno. Lo siento Grace. Creo que eres absolutamente hermosa ya te lo he dicho. No dije esas cosas porque las creyera las dije porque quiero creerlas. No te ofendas por lo que voy a decir.
—¿Hay algo más que pueda ofenderme? —Me cruzo de brazos.
—No quiero que me gustes. Tú eres inteligente, creativa y divertida. Puedes entablar temas de conversación y no estás haciendo lo que te pido. No eres una muñeca para exhibir y eso peligrosamente me atrae.
»No quiero estar ahí y tú tampoco debes quererlo porque admitamos que la palabra novio y yo no se llevan. No sé ser un novio cariñoso y amoroso. Llevo años yendo por lo fácil y sin complicaciones y tú luces como algo que puede enloquecerme.
—¿Qué te ha hecho Samantha? ¿Ha sido tan malo?
—No quiero decepcionarme y no quiero decepcionarte… ¿Sabes lo mal que me sentiría de romper un corazón como el tuyo? Sería como partirme los brazos o quedarme sin voz.
—Eso ha sido tristemente lindo —río.
—Entonces… ¿Me disculpas?
—¿Tengo que acostumbrarme a que en ocasiones digas estupideces?
—Supongo. —Se encoge de hombros pareciendo apenado.
—Ethan, yo sé que en ti está ese hombre bondadoso y amoroso que daría todo por sus seres queridos. Te he visto cómo eres con los chicos y con sus novias.
—Es porque no me viste alrededor de Isla, una vez, incluso, la llamé puta.
—Tus razones tendrías. Nada más mira la manera en la que siempre dices amar a tus fans, hacerlas felices. No sé qué te dijeron e hicieron Samantha y tus padres, pero al igual que muchas Fivers puedo dar fe de que eres un buen hombre, un poco idiota, pero valioso.
»Así como tú eres capaz de amarte locamente hay muchas personas que te aman de esa misma forma. Personas que están orgullosas de ti. Yo, como fan, estoy orgullosa de todo lo que haces, las canciones que creas, los logros que has alcanzado. No digas que no eres cariñoso o no amoroso, quizás nadie te ha enseñado a serlo.
—Lo arruinas. Te digo que no quiero que me gustes y vas a dices esas cosas… ¿Es que no puedes solo seguirme la corriente? ¡Cristo! Eso ha ido directo al corazón, como una flecha. Deja de ser linda.
Me doy cuenta de que está sonriendo mientras niega con su cabeza, hasta yo estoy sorprendida de haberme puesto tan seria sobre el asunto. Luego me hace retroceder hasta recargarme del auto y su sonrisa crece un poco.
—Posa para las fotos, habladora. Prepárate para estar en internet. —Es lo que susurra antes de presionar sus labios sobre los míos.
En un primer momento pienso en solo quedarme paralizada, luego recuerdo que seguramente nos fotografían y que, además, cualquiera querría un beso de Ethan.
Ethan es sensual, algo relajado y pícaro. Y de ese mismo modo Ethan me está besando. Toma mis brazos y los lleva alrededor de su cuello sin dejar de mover sus labios contra los míos. Siento su lengua acariciar la comisura de mi boca antes de abrirse paso y acariciar de manera perezosa y lenta la mía.
Este beso lento es como una absorción de energía. Me debilita, como si robara todo de mí. No soy ingenua ni de cartón, le devuelvo el beso, siguiendo el ritmo de los movimientos de su lengua y labios.
Si voy a actuar entonces será mejor disfrutar de estos beneficios.
Aquí una Fiver feliz.
Sus brazos pasan alrededor de mi cintura mientras se inclina hacia mí presionándome más contra su auto. Cuando me tiene sin aliento y muy necesitada de aire para respirar, libera mis labios. Respira entrecortadamente contra mi oreja enviando escalofríos a mi cuerpo.
—Somos muy buenos actores, habladora.
—¿Dignos de un Oscar? —pregunto con mi voz sin aliento.
—En