Los miedos de Ethan. Darlis Stefany

Los miedos de Ethan - Darlis Stefany


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sufres a mí me duele. Eres mi hija y tu sufrimiento es sufrimiento para mí.

      —Lo siento. A veces solo me pierdo en mi misma.

      —Está bien, no ha sido fácil. Entonces, hablé con tu madre y…

      —No quiero más cirugías. No la necesito. Casi podría no notarse.

      —Suenas como si no lo creyeras.

      —¿Te da asco mi cicatriz?

      —Por supuesto que no. Para nosotros casi ni se nota, Grace. Es apenas líneas rosas. Pero pareciera que a ti sí.

      Hago un mohín y juego con mi taza de café. Mi relación con papá se volvió un poco frágil después de la tragedia. Desde que tengo memoria ha estado divorciado de mamá y eso nunca me afectó. Especialmente porque se llevaban bien y sabían dividir mi tiempo entre los dos. Aún es una relación fuerte, a mis 22 años soy reservada a diferencia de lo expresiva que pude a llegar a ser a los 16, eso ha sido una pequeña traba entre nosotros. Pero mi relación destruida es con mamá.

      —¿Ella te dijo algo más?

      —No, Grace, no lo hizo —Suspira—. Cada vez que nos vemos haces esa pregunta. ¿Qué se supone debe decirme Holly?

      Se supone que mamá debe decirle cosas. No me decido si quiero que lo haga o no. Papá parece tan puro en la ignorancia de ciertos detalles. Llevo seis años haciendo esa misma pregunta, con la intriga de si ansío que él lo sepa o prefiero que se mantenga a oscuras de algo que podría afectarlo.

      —Si no te lo ha dicho es porque no es importante.

      —Si preguntas por ello es porque para ti es importante.

      —¿Sigues saliendo con Claire? —cambio de tema.

      —Quiero que nos pongamos serios sobre ello.

      —Sí, porque aunque estés guapo no te haces más joven, papá.

      —Cincuenta años aún es ser joven.

      —Si eso te hace sentir tranquilo con tus pensamientos. —bromeo y efectivamente él ríe.

      —Me gusta verte de este modo. No te escondas, mi Grace, los brazos de tu papá siempre estarán abiertos para darte el abrazo que desees.

      —Gracias, papá, puedo correr pero nunca a la dirección contraria de los mejores abrazos.

      Estiro mi mano y aprieto la suya. Cuando me sonríe alrededor de sus ojos grises como los míos se hacen arrugas. Es su sonrisa feliz.

      La sonrisa que quiero que mantenga. Mamá no le ha dicho nada.

      —Hola. —Me sobresalto ante la voz de Anthony.

      —Hola, tú.

      —Entonces… ¿Tú y yo…?

      —Tendrás que completar la oración o me daré la vuelta y me iré.

      —Eso es bastante radical. —Sonríe y pasa una mano por su cabello—. Me preguntaba si estabas libre este viernes, podríamos ver una película.

      —He escuchado sobre tus ideas de ver una película.

      Frunce el ceño y su sonrisa se va. Lo observo divertida, no recuerdo muy bien por cuánto tiempo Anthony me ha gustado. Pero me gusta muchísimo.

      —Esos son rumores, si quieres podemos hacer algo diferente. Solo quiero tener una oportunidad de tener una cita contigo, Grace.

      —¿Qué quieres exactamente?

      —Me gustas. Te vi dibujar y me gusta verte sonriendo. —Toma un mechón de mi cabello—. Quiero una cita contigo.

      —¿Qué pasa si digo que el viernes debo cuidar a mis hermanos?

      —Podemos cuidarlos juntos.

      Sonrío y acomodo la correa de la mochila en mi hombro, estoy segura de que Jorge ya ha llegado por mí. Me alzo y dejo un beso en la mejilla de Anthony.

      —Estoy libre, una película en el cine suena bien.

      —Genial.

      14 DE ABRIL, 2014

      Dejo caer unas ilustraciones en el escritorio de Joe, él se sobresalta seguro que el hombre le tiene miedo a su jefa. A Kaethennis. Cuando nota que se trata de mí sonríe divertido.

      —Ahora, dime, por qué llevas días viéndome cómo si yo fuera algo muy divertido.

      —¿Estás a la defensiva?

      —Joe…

      —De acuerdo. Solo me gusta ver a la nueva chica BG.5.

      Cubro con mis manos mi rostro y luego resoplo. Joe ríe, es de los pocos con los que hablo en el trabajo, es divertido y loco, su novia tiene que tener una gran paciencia para lidiar con un niño grande como él.

      —No te veía saliendo con algún famoso, Grace. Primero la jefa, su hermanita y, ahora, tú.

      —Cállate —río—. Además, Ethan es encantador. Simplemente nos complementamos.

      Nos complementamos tanto que ayer con un mensaje «este es mi número», es que supe de su vida y agendé su teléfono. Así de fuerte es nuestro amor.

      Lo cierto es que no lo he visto desde todo el asunto de la reunión, no es que ninguno de nosotros se haya interesado por saber del otro, de algún modo lo poco que logramos avanzar durante marzo se ha ido al carajo ante el lío en el que nos hemos envuelto.

      —Estuve investigando en internet para poder hacer chistes de ti, ya sabes, este tipo Ethan es el más reservado de ellos. El resto llega haciendo escándalo o hablando, pero él es más callado —sacude su cabeza—, en fin. Tú eres rubia.

      —¿En serio? Yo estaba jurando que era pelirroja. He vivido una mentira toda mi vida.

      —En Google Imágenes hay muchas fotos de él con modelos, todas ellas morenas o castañas.

      —Entiendo. Y yo no soy modelo ni morena. Pero soy encantadora.

      —No lo dudo —ríe—. Cuidado, Grace, parece que es el BG.5 inestable, él que no tiene relaciones serias.

      —¿Qué hablan de la banda de mi esposo? —pregunta Kaethennis. Joe y yo nos sobresaltamos, junto a ella está Juliet.

      —Ajá, Joe. Habla de BG.5 en presencia de una esposa y dos novias —lo reto divertida. evuelvo su cabello—; revisa esto y me dices si le das el visto bueno. No me convence mucho la rosada, pero seguro es porque lo rosa no es lo mío.

      —De acuerdo.

      Él vuelve a concentrarse en su laptop, Kaethennis lo mira sin entender, ella no sabe que lo intimida. Ella le dice algo a Juliet y ambas comienzan a caminar.

      —Grace, ven —pide Kaethennis antes de entrar a su oficina.

      Una vez las alcanzo cierro la puerta tras de mí.

      —¿Cómo te está yendo? —pregunta Juliet.

      —¿A qué te refieres?

      —Ella se refiere a todo el asunto de Grethan —ríe Kae—, quiere saber si estás enloqueciendo ante el hecho de tener a muchas personas escribiéndote, unas amándote. Otras odiándote. Ver tu nombre en tendencia…

      —¿Dexter te dijo que…?

      —¿Que no es real? Sí, y espero no te moleste que lo haya hecho, ni siquiera le pregunté pero él encuentra increíblemente divertido tu situación.

      —Sí, él y Doug como que lo encuentran muy divertido —digo—. No he estado revisando lo que dicen de mí. Entro en mis cuentas veo que soy tendencia y me voy. No me gusta estar expuesta y me temo que si leo comentarios no agradables sea un torbellino de insultos


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