El deseo prohibido de Doug. Darlis Stefany
melódica y suave en donde lo que más se escucha es el sonido de las guitarras. No hay muchísimas personas, pero sí hay suficientes para saber que a la mitad no la conozco y se encuentra lleno de personas reconocidas en el mundo del espectáculo.
Me sobresalto cuando unos brazos me toman desde atrás y me abrazan con fuerza. Doy un gran respingo sin reconocer el tacto.
—Hola, mi querida soñada cuñada Hilary —dice una voz que recuerdo, me doy la vuelta con una gran sonrisa.
—¡Jeremy! —exhalo mientras él me abraza—. ¿Cuándo has llegado?
—¿No dijo Doug que llegaría ayer? Estoy muy decepcionado de que mi hermano no haya promocionado y difundido mi regreso a Londres, es, incluso, ofensivo —bromea pasando una mano por su cabellera rubia.
Guiña uno de sus ojos verdes hacia mí antes de proceder a saludar a mis padres. Jeremy es el medio hermano de Doug, por parte de madre, tiene la misma edad de Harry, es bastante atractivo pero sorprendentemente no es un mujeriego, aun cuando tiene las armas para serlo.
Graduado en la Facultad de Derecho en la Universidad de Manchester y recién llegado de Suiza. Ese es Jeremy McQueen, un hombre que solía molestarme diciéndome «cuñada» por la simple razón de que hubo una época en la que resulté muy obvia para él.
Parece que el apodo aún persiste, pues, de hecho, me ha saludado precisamente llamándome «cuñada», aun así, Jeremy me agrada.
—Ellos son unos amigos, Frank y Jane —los presento—, y él es Jeremy, el hermano de Doug.
—El atractivo hermano de Doug—me corrige riendo—, pero, ven, ven, quiero que conozcas a unas personas.
Prácticamente soy arrastrada por Jeremy, pero alcanzo a decir «diviértanse» a mis amigos, sé que no la pasarán mal, se tienen entre ellos y en todo caso hay muchos motivos para disfrutar de esta celebración.
Él se detiene frente a una castaña y un chico con pinta de ser latinos que me dan una gran sonrisa, les sonrío un poco, lucen adolescentes.
—Ella es la novia de Doug, la hermosa Hilary —nos presenta y yo pongo en blanco mis ojos—, ellos son Lana y Marco, son los hijos adoptivos del tío Henry.
Lo observo con sorpresa, había escuchado mucho de ellos, pero no había tenido oportunidad de conocerlos.
—Es un placer, y no soy la novia de Doug —aclaro, estrechando sus manos.
—Aún —agrega Jeremy riendo—. ¿A que es preciosa mi cuñada?
—Es agradable conocerte —asegura Marco con un leve acento latino—, veo que las inglesas son realmente hermosas.
—¡Llegando a Londres y ya acaparando a mi hermana! —escucho la voz de Harry antes de sentir cómo deja un beso en la coronilla de mi cabeza—, me la llevo un momento.
Soy arrastrada por Harry hacia un pequeño grupo donde se encuentra Andrew, Kae, un modelo que logro reconocer un poco, Doug y una rubia.
Lucho una vez más contra el sonrojo cuando noto a Doug evaluándome, llevo un vestido ajustado y corto acompañado de un suéter. Sencillo pero presentable para la ocasión, además, recogí la mitad de mi cabello.
—Buenas… —digo cuando llegamos.
—Ella es mi hermana Hilary, y ellos son Patrick y Milla —nos presenta Harry.
Enarco mis ojos con sorpresa ante el nombre «Milla» mientras estrecho la mano del muy atractivo y cotizado modelo. Luego paso a Milla.
No sé si es que he visto demasiadas mujeres hermosas en este mundo que ya no me sorprendo ante una cara bonita, o quizás estoy celosa. No tengo problemas en admitir que estoy celosa, admitirlo no me quita orgullo ni dignidad.
Milla es rubia y un poco voluptuosa, o, al menos, sus labios son bastante llenos y sus ojos grandes de color verde, pero es bonita. Su camisa ajustada y escotada hace que resalte muy bien su delantera, no sé si pagó por ellos o qué, pero es voluptuosa y está llena de curvas, está en forma, ciertamente el cuerpo que se espera de una bailarina profesional.
Ella me da una sonrisa mínima pero no es desagradable al estrechar mi mano. Esta es la mujer que vinculan con Doug y la que él asegura solo fue una noche de hace muchos meses.
Pues debe permitírseme decir algo: claramente ella está interesada en tener otra noche, sobre todo cuando, entre risas, ubica su mano en el brazo de Doug.
No me integro a la conversación, pero me encargo de captar los movimientos de Milla, ella no parece realmente desagradable, es intrépida y habla bastante mientras ríe y manosea a Doug, pero no es cortante.
Lo intimidante en ella está en el hecho de que luce increíblemente mujer, como una mujer experimentada, aun cuando no debe alcanzar los 25 años.
La miro una vez más y hago una mueca cuando ella pasa una mano por su cabellera rubia, llevo mi vista a su lado porque no he ni siquiera reparado en el aspecto de Doug pero me sorprendo al encontrarme con sus ojos azules en mí. Él me da una sonrisa cómplice antes de gesticular «te he pillado», amablemente retira su brazo de las uñas de Milla, quien lo observa con confusión pero finge no darse cuenta.
—Iré a ver qué hacen mis amigos —le digo a Harry antes de darme la vuelta y buscar a Frank y Jane con la mirada.
En el camino me topo con Grace hablando con Katherine y Andrew, quien parece estarse divirtiendo con ambas fivers que parecen entusiasmadas alrededor de él. Muerdo mi labio superior buscando a mis dos amigos, qué mala amiga soy, fue un poco descortés dejarlos solos.
—¿Quieres bailar? —pregunta Ashton frente a mí con una sonrisa.
—¡Vaya! Solo ¡vaya! ¿Cómo es que te apareces así de la nada? ¡Me has asustado! —le hago saber con una mano en mi pecho.
—Lo siento, Hilary —besa mi mejilla—, Katherine está acosando un tiempo a Andrew para que le cante alguna parte de una de las canciones… ¿Quieres bailar?
—Estoy buscando a unos amigos…
—¿Por Favor? —dice, achicando los ojos haciéndome reír—, soy un buen bailarín y realmente estoy huyendo de una modelo que quiere que nos vean juntos.
—De acuerdo, únicamente porque estás rogando.
—Apuesto a que he subido tu ego —dice, ubicándose a mis espaldas con sus manos en mis hombros guiándome hacia la parte central, donde está una pequeña pista de baile repleta de personas moviéndose al ritmo de la música.
La música es súper movida, es del segundo CD de BG.5. Ashton me da una enorme sonrisa antes de hacerme girar y él comenzar a dar vueltas a mi alrededor. Sigo sus movimientos mientras nos divertimos.
Realmente me agrada Ashton, los cuatro meses que estuvo con Katherine conviví con él y es divertido, incluso tiene sus momentos infantiles que me hacen reír además de contar los peores chistes que puedan existir.
—Ahora baja, Hilary, baja —dice agachándose y yo realmente suelto una gran carcajada.
Cuando termino de bailar con Ashton camino a su lado hacia donde los demás se encuentran, apartados de la pista de baile.
—Entonces… ¿Katherine y tú? —me atrevo a preguntar mientras nos detenemos y tomamos lo que parece coctel.
—Estamos… Estamos recuperándonos —me responde—, yo… Yo bien, realmente amo tenerla en mi vida, supongo que por eso dolió tanto.
—Sí, no estuvo bien, pero no fue a mayores… ¿Sabes? Lo rectificó.
—Sí, lo sé —me regala una sonrisa—, iré a hablar con unos conocidos que vi por acá, gracias por bailar conmigo.
—Gracias a ti, eres un gran bailarín.
—Lo mismo digo de ti, Hilary —me da una media sonrisa antes de caminar fuera de mi vista.
Miro