La izquierda legal y reformista en Colombia después de la Constitución de 1991. Jorge Eliécer Guerra Vélez
Gaviria estuvo muy por debajo de los 4 214 510 que obtuvo Barco en 1986.
26 Bajo la controvertida dirección de Achille Occhetto, el Partido Comunista Italiano se transformó tras un Congreso en 1991 en el Partido Democrático de Izquierda, reformista. Una facción significativa mantuvo el dogma comunista y creó el Partido de la Refundación Comunista.
27 Nieto, Jaime Rafael. La Alianza Democrática m-19 y la crisis del sistema bipartidista en Colombia. Maestría en Ciencia Política. Instituto de Estudios Políticos, Universidad de Antioquia. Medellín, 1995, pp. 180-181.
28 En específico la Tercera Conferencia Internacional sobre las Mujeres, Nairobi (1985), que creó el Fondo de Desarrollo de la Naciones Unidas para la Mujer (Unifem).
29 Entrevista a Fabio Rodríguez Villa, en octubre de 1992, Medellín (en Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., pp. 340-342).
30 Luis Eduardo Nieto (Apuntes sobre elecciones del 27 de mayo, junio de 1990), citado en Nieto, Jaime Rafael. La Alianza Democrática m-19…, op. cit., p. 182.
31 Jaime Nieto, citado en Nieto, Jaime Rafael. La Alianza Democrática m-19…, op. cit., p. 183.
32 Como ministro del gobierno Barco, Gaviria avaló la convocatoria de una Asamblea Constituyente propuesta por los movimientos de estudiantes.
33 Esto porque la Sala Constitucional conceptuó que la potestad de una reforma de esa índole la tenía el Congreso; asimismo lo cavilaron algunos expresidentes y curtidos jefes del bipartidismo. La votación en la Sala Plena de la Corte de Justicia fue de 14 votos a favor y 12 en contra. La misma entidad autorizó el inicio de las sesiones a partir del 9 de diciembre de ese año de 1990.
34 Nieto, Jaime Rafael. La Alianza Democrática m-19…, op. cit., p. 187.
35 Una de las listas fue la del Movimiento de Salvación Nacional, dirigida por Álvaro Gómez Hurtado, que obtuvo 574 411 votos (el 15.48 %), la otra fue la del Partido Social Conservador, encabezada por Misael Pastrana Borrero, con 236 794 votos (el 6.38 %).
36 Gutiérrez Sanín, Francisco. Fragmentación electoral y política tradicional en Colombia: piezas para un rompecabezas en muchas dimensiones. Perfiles Latinoamericanos, 20(10), junio del 2002, pp. 53-77. Aunque el término atañe a las elecciones de 1990, su análisis abarca un periodo más largo. Dicha dispersión compete al bipartidismo, aunque Sanín se detiene en el caso liberal. El analista se opone a las interpretaciones que asumen que la fragmentación electoral le sirvió básicamente a quienes manejan el clientelismo, a los políticos tradicionales; así que la fragmentación no produjo tales beneficios, ya que se trató principalmente de un acomodamiento dentro de los mismos partidos en un momento de crisis orgánica. Los trabajos de este autor son altamente recomendables a quienes se interesan en el sistema político colombiano y en los aspectos en materia electoral del Partido Liberal.
37 Nieto, Jaime Rafael. La Alianza Democrática m-19…, op. cit., p. 186.
38 Designados hasta entonces por los gobernadores departamentales, a su vez nombrados por decreto presidencial.
39 Giraldo, Fernando. Sistema de partidos políticos…, op. cit., p. 33.
40 Oquist, Paul. Violencia, conflicto y política en Colombia. Bogotá: Instituto de Estudios Colombianos y Biblioteca Banco Popular, 1978.
41 Se está completamente de acuerdo con la tesis de Juan Guillermo Zapata según la cual con el Frente Nacional se avaló de manera definitiva en Colombia el modo de producción capitalista (ver Zapata, Juan Guillermo. Despolitización del bipartidismo y nuevas violencias. Consecuencias del Frente Nacional. Kabái, 9, del 2001, pp. 93-101).
42 Hay quienes ven en 1974 el fin del Frente Nacional. Más bien ese año comienza su declive, pues su herencia iría hasta la segunda mitad de los años ochenta, ya que el régimen siguió obstaculizando los intentos de otras terceras fuerzas de alcanzar el poder.
43 Ver también los trabajos de Jaime Rafael Nieto, Fernando Giraldo o Pedro Santana Rodríguez, entre otros.
44 Pizarro Leongómez, Eduardo. Colombia: ¿Renovación o colapso del sistema de partidos?, p. 109. En Manuel Alcántara y Juan Ibeas (eds.), Colombia ante los retos del siglo xxi. Desarrollo, democracia y paz (pp. 99-126). España: Ediciones Universidad de Salamanca, 2001. Pizarro Leongómez estima que estas fuerzas son parte de los partidos mismos, y las define como “aquellas fuerzas que, a pesar de portar una sigla particular o incluso presentarse como multipartidista, han recibido el aval de un partido o movimiento reconocido legalmente por el Consejo Nacional Electoral” (ibid., p. 108).
45 Charlot, Jean y Charlot, Monica. Les groupes politiques dans leur environnement. En Madeleine Grawitz y Jean Leca (dirs.), Traité de science politique. iii: L’action politique (cap. 6, pp. 429-496). París: Presses Universitaires de France, 1985.
46 Las sesiones iniciaron el 5 de febrero y culminaron el 4 de julio. El Decreto 1926 del 24 de agosto de 1990 regló su duración.
47 Francisco Caraballo, citado en Villarraga, Álvaro y Plazas, Nelson. Para reconstruir los sueños…, op. cit., p. 338.
48 Ibid., p. 337.
49 Dos dirigentes indígenas fueron elegidos: Francisco Rojas Birry, a nombre de la Organización Nacional Indígena de Colombia (onic), con 31 783 votos, el 0.85 %; y Lorenzo Muelas Hurtado, por la lista de las Autoridades Indígenas de Colombia (aico), con 22 443 votos, el 0.60 %. Jaime Ortiz Hurtado, por el movimiento Unión Cristiana – Confederación Evangélica de Colombia, alcanzó una votación de 115 201 sufragios, el 3.10 %. Los tres dirigentes trabajaron en la Asamblea Constituyente y en lo sucesivo junto con la izquierda, incluso integrando alguna de sus fuerzas.
50 Dada la alta abstención a la elección de la Asamblea Constituyente, el dirigente conservador Misael Pastrana Borrero afirmó que “no se ha decretado por el pueblo la muerte de la Constitución del 86”, y en una indirecta al buen resultado de la ad m-19 agregó: “hay un espejismo en los resultados del m-19, pues es claro que quienes apoyaron sus tesis ambiguas y fueron a votar son una porción reducida de la población en capacidad de expresarse”. Idéntica impresión tuvo Alfonso López Michelsen al ver que la votación da cuenta de que el pueblo la recibió con “el mayor desdén electoral que haya registrado la historia política de este